Llega un año en el que reinará la cautela
Si quien está leyendo estas líneas fuera un graduado universitario desarrollador en tecnología .net, un contador bilingüe especialista en impuestos o un ingeniero mecánico con experiencia en conducir un equipo sindicalizado, muy probablemente los próximos párrafos no deberían interesarle demasiado. Durante 2012 le llovieron las oportunidades laborales, convirtiéndose así en un menor y selecto grupo que vivió en una elite de pleno empleo.
El resto no la tuvo tan fácil. El año pasado resultó un año con altibajos, pero que, en el promedio, terminó dando pérdida. La inercia positiva de 2011 sólo sobrevivió hasta marzo. Luego, durante el segundo y tercer trimestre, la realidad económica paró en seco al grueso del mercado de búsquedas profesionales, consumando una evidente caída. El Índice de Demanda Ejecutiva (IDE) elaborado PortalRh.com lo confirmó con una caída de 24% en ese primer semestre contra el mismo período de 2011. Un tenue bálsamo lo aportó el epílogo de 2012, en el que, a partir de octubre, la tendencia negativa pareciera haber encontrado un piso, deteniendo así el descenso.
¿Qué esperar entonces de este año en cuanto a búsquedas laborales? Antes que nada, una aclaración. Cualquier proyección difícilmente pueda otear más allá de tres meses. Más sería temerario para un segmento que hoy vive el día a día.
Las primeras decisiones de las compañías permiten dibujar entonces un 2013 sin grandes cambios, donde reinarán la cautela y un esquema de juego más cercano al de evitar el error no forzado que al de ir por más. Las empresas buscarán profesionales, pero de manera selectiva, priorizando aquellas posiciones clave o reemplazos impostergables. Sectores como el consumo masivo, los bienes durables, la agroindustria o las compañías de tecnología de productos, es probable que lideren la demanda de ejecutivos. ¿Las demás? Jugarán al compás del minuto a minuto de nuestra indescifrable coyuntura político-económica.
Desde la vereda del candidato, no quedará otra opción que entender el contexto para sacar el mejor provecho. ¿Qué conviene tener presente? Entre otros, que para quien tiene trabajo y busca un cambio, mejora su posición relativa y negociadora mantenerse empleado durante ese proceso. Que la inversión en capacitación formal o académica siempre es un refugio cierto en épocas de crisis. Que la región sigue próspera y que en Colombia, Perú, Brasil y Chile escasea el talento y aprecian al profesional argentino. Que en momentos de inflación, mensurar apropiadamente una propuesta laboral económica no puede dejar afuera un minucioso análisis de la política de ajustes por inflación de la compañía futura y las reales posibilidades de alcanzar el bonus objetivo.
Que para quien comienza y aspira a su primer empleo, la búsqueda quizá demore más de lo esperado.