Liderazgo: la receta de las que rompieron el molde y llegaron a lo más alto en el mundo de los negocios
Salir del papel de víctimas, asumir lo que quieren y saber cómo decirlo es parte de la fórmula; armar buenos equipos, una de las claves para mantenerse en la cima
"Nací en la época incorrecta. Cuando era chica quería jugar al fútbol y me hacían bullying", contó Alexia Keglevich, CEO global de Assist Card. Así como rompió el molde en su vida, la ejecutiva rompió el hielo al contar su historia personal en la cuarta edición de Mujeres Líderes, que LA NACION organizó en el Hotel Four Seasons.
Junto a ella, Isela Costantini, CEO de GST Servicios Financieros; y Claudia Boeri, presidenta de la Región Sur de SAP para Latinoamérica, contaron cómo su recorrido personal y profesional las llevó a convertirse en líderes de negocios, pero, sobre todo, a mantenerse.
"Me metí en la empresa familiar rompiendo moldes", comentó Keglevich, quien aclaró que su padre, quien manejaba la compañía que hoy ella lidera a nivel global, era "muy líder, muy machista". En 2011, Keglevich tuvo que viajar a Nueva York para vender la compañía: "La persona que me acompañó y esponsoreó para la venta me explicó que al hombre con el que nos íbamos a reunir no le gustaban las mujeres y que no me sorprendiera si la reunión duraba 15 minutos", contó.
En ese sentido, celebró el cambio cultural a favor de las mujeres. "Estamos en el buen camino, 20 años atrás esto era una cultura totalmente machista y las mujeres mismas estábamos inculcadas en esta cultura", sostuvo la ejecutiva, y reconoció que ese contexto la llevó a ella misma a "masculinizarse" para "entrar en el mundo de hombres, empatizar más" y que me den lugar.
"Es más difícil encontrar a mujeres en finanzas que en otros sectores en los que estuve", dijo, por su parte, Costantini. Como expresidenta de Aerolíneas Argentinas y ex CEO de General Motors para la Argentina, Uruguay y Paraguay, la ejecutiva está acostumbrada a ser catalogada como una mujer en negocios de hombres. "Todos tenemos que seguir trabajando en la equidad para que los hombres entiendan cuánto la mujer aporta en todos los ambientes y cuánto necesitamos unos de otros", dijo.
Costantini llamó a las presentes a hacerse "responsables de su carrera" y agregó: "A lo largo de mis más de 17 años en General Motors y otros cinco en otras empresas es impresionante ver las diferencias entre hombres y mujeres, donde el hombre te pide el aumento, la promoción y nosotras no lo pedimos". Reforzó el argumento: "Como líderes son los dos iguales, pero el hombre parece que quiere crecer más que la mujer, porque ella no lo dice, no porque no quiera". En ese sentido, aclaró: "Tenemos que salir del papel de víctimas, asumir lo que queremos y saber cómo decirlo".
Al hablar de las posibles diferencias entre un liderazgo femenino y otro masculino, Boeri consideró que cada uno aporta su ser único. "Lo que hace que uno pueda ser un líder o no es si puede inspirar, si puede generar equipos, si puede hacer que las cosas pasen", dijo la ejecutiva y aclaró que las mujeres suelen tener más práctica en la capacidad de liderar equipos desde la empatía. "En algunos casos, traemos más entrenamiento emocional, no formal, sino por la propia experiencia de vida", añadió.
Además, sostuvo que, al llegar al poder siendo mujer, "se considera el darles posibilidades a todos por igual, el valorar capacidades y valorar el aporte que puede dar cada individuo". Boeri explicó que, al trabajar en tecnología e innovación, es fundamental contar con una mirada distinta que "pueda aportar algo que, independientemente del género, pueda no estar viendo". Y agregó: "Ser diversos aporta la posibilidad de ser más innovadores y generar valor, yo abro la puerta a todo tipo de diversidades".
En esta línea, Costantini aclaró que un punto fundamental para poder mantenerse en posiciones de liderazgo es el armado de equipos, por lo que pidió a las presentes no trabajar solas. "Uno tiene que armar un equipo donde entienda que las personas van a tener mayor conocimiento del que uno tiene. El líder tiene que tener una visión de 360 grados para poder ver cómo cada miembro comparte y apoyarse en ellos sin que ellos vean eso como una debilidad", explicó Costantini.
"Lo que hace que uno pueda ser un líder o no es su capacidad para inspirar, si puede generar equipos y si puede hacer que las cosas pasen", agregó Boeri, quien consideró que este trabajo en conjunto también pasa a ser fundamental en la vida personal. "Al primero que shockea es al amo de casa. Estamos todos aprendiendo a vivir un cambio de roles y a vivir el rol que a cada uno le toca en un determinado momento", comentó, y sostuvo: "Así como una mujer se preocupa en el momento que tiene un hijo para ver cómo combinar la maternidad con la vida laboral, el hombre también se tiene que permitir pensar cómo va a disfrutar y participar de la construcción de su familia". Por eso también interpeló a los hombres a que se planten y planteen qué espacios quieren ganar desde la paternidad y la construcción del hogar.
Keglevich habló de la importancia de "encontrar un compañero" y habló de cómo ella sufrió en primera persona el hecho de no poder participar o tener que "salir corriendo" para llegar a las actividades de sus hijas. "Es importante que la mujer pueda llevar adelante su carrera con muchísima menos culpa", reflexionó. "Tenemos que empezar a cambiar el concepto de él y ella. Somos nosotros. La familia comienza como pareja y es necesario entender que la realización de la mujer también pasa por tener su carrera y su trabajo", reforzó Costantini, y explicó que no hay que pensar en "la renta de la mujer versus la del hombre", sino en "la renta familiar y en la felicidad de los dos".
A futuro, Keglevich insistió en la importancia de seguir trabajando en la equidad "para que los hombres entiendan cuánto la mujer aporta en todos los ambientes y cuánto nosotros necesitamos el uno del otro". Boeri explicó que, al empezar cada año, la compañía realiza un balance de lo que ya se hizo y lo que se puede seguir haciendo para fomentar la igualdad. "Es importante no limitarse, ir por eso, pero la primera que tiene que querer es una misma", dijo. "Es mejor pedir perdón que permiso. Hagamos nosotras la agenda, tenemos que ir para adelante y dar el primer paso, aun con miedos, y tenemos que generarlo nosotras. No tengamos paciencia, equivoquémonos rápido, porque hoy el mundo te pasa por encima", concluyó Keglevich.
La miradade las CEO
Estamos en el buen camino; 20 años atrás esto era una cultura totalmente machista y las mujeres mismas estábamos inculcadas en esta cultura
Tenemos que seguir trabajando en la equidad para que los hombres entiendan cuánto la mujer aporta en todos los ambientes y cuánto necesitamos uno de otros
Lo que hace que uno pueda ser un líder o no es si puede inspirar, si puede generar equipos y hacer que las cosas pasen
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