Lego intenta construir un mejor bloque
Inició un programa a 15 años para fabricar partes con materiales más ecológicos
El fabricante danés de juguetes Lego A/S está renovando sus coloridos bloques por primera vez desde 1963. El proceso demorará 15 años y, si la empresa se sale con la suya, el cliente no se dará ni cuenta.
Los ejecutivos de Lego están ensamblando un equipo de científicos para encontrar una alternativa de base biológica al plástico derivado del petróleo que se ha utilizado para fabricar sus populares bloques durante décadas, debido a que son un importante contribuyente a la huella de dióxido de carbono de la empresa.
Se prevé que sea un proceso prolongado que se extienda hasta 2030, porque ninguna de las alternativas actuales a los plásticos, como las fabricadas a partir de materias primas derivadas de las plantas, cumple con los requisitos de la empresa para darles a los bloques Lego una apariencia y sensación consistente, explica en una entrevista Tim Guy Brooks, el director sénior de sustentabilidad medioambiental de la compañía.
"El premio mayor sería no notar la diferencia entre un bloque y otro" al mirar Legos viejos fabricados con acrilonitrilo butadieno estireno, o ABS por sus siglas en inglés, y los nuevos bloques que la empresa espera producir eventualmente, manifiesta Brooks.
Cada una de esas piezas, ya sean bloques básicos o las partes giratorias de los personajes, deben encajar con otras piezas con idéntica precisión.
Fabricar Legos es una labor "increíblemente precisa. Los moldeamos a alrededor de cuatro-milésimas de un milímetro", dijo Brooks. El ABS es "muy durable, conserva el color realmente bien (...) incluso tiene un sonido particular".
Ante la pronunciada caída de los precios del petróleo, Lego parece nadar contra la corriente económica de un negocio centrado en el plástico.
La atención a los plásticos de base biológica aumentó significativamente hace unos 10 años cuando los precios del petróleo se fueron a las nubes, obligando a las empresas a buscar alternativas a los productos a base de petróleo, indica Kent Furst, analista de Freedonia Group, un grupo de investigación de mercado. En el caso de muchas empresas, sin embargo, la urgencia se desvaneció cuando los precios comenzaron a caer.
Con un incremento de 15% en las ganancias en 2014, que ascendieron a 7.030 millones de coronas danesas (unos US$1.050 millones) y un margen de ganancia operativa de 24,6%, el costo puede ser un motivo menos relevante para Lego que incrementar la conciencia de los consumidores sobre temas medioambientales.
Alrededor de 55% de los consumidores globales en Internet dicen que están dispuestos a pagar más por productos y servicios de empresas comprometidas con un impacto social y medioambiental positivo, según una encuesta realizada por la firma de mercado Nielsen NV.
Las empresas de consumo como Lego tienen incentivos que van más allá de los costos porque "apuntan a consumidores a los que les importa mucho la producción de emisiones de dióxido de carbono y todas las demás cosas desagradables asociadas con el desarrollo de petroquímicos a base de petróleo y sus derivados", aseveró Furst.
Por ejemplo, Coca-Coca Co. ha estado estudiando el uso de materiales a base de plantas para fabricar botellas de plástico. La empresa presentó el mes pasado una botella que dijo que estaba hecha completamente de materiales de plantas, incluida caña de azúcar y desechos de fabricación con caña de azúcar, aunque podrían pasar años antes de que la mayoría de los consumidores puedan ver las nuevas botellas en las estanterías.
Coca-Cola ya utiliza en Brasil desde 2010 una botella fabricada con un 30% de materiales procedentes de materias primas vegetales, como el etanol de caña, que sustituyen parcialmente al petróleo en la composición del plástico. La botella disminuye en 25% las emisiones de carbono, según la empresa.
Furst sostuvo que Lego está mejor posicionada para encabezar la investigación de plásticos que la mayoría de las compañías porque el plástico está en la base de su negocio y Lego es una empresa verticalmente integrada. "Ellos fabrican un producto y el producto que fabrican es de una clase de plástico. Tiene sentido que puedan centrarse en producir el mejor material de base biológica", sentenció.
Lego, que en 2014 utilizó 77.000 toneladas de petróleo para fabricar 60.000 millones de bloques y otras piezas para sus juegos, planea reclutar 100 investigadores durante el curso del proyecto.
Brooks manifestó que no descartarán ninguna posibilidad en su búsqueda de alternativas, pero Lego prefiere que su nuevo plástico derive de materiales de desecho, de maíz u otros cultivos agrícolas "que no parecen tener otro propósito".
"Esto es lo correcto para Lego: los combustibles fósiles son un recurso finito y lo sabemos", aseguró.
—Eduardo Magossi contribuyó a este artículo.
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