Las vacunas y las listas vip captan la atención de los empresarios
Los empresarios siguen desde el viernes el escándalo del vacunatorio vip con especial atención. Primero, por una curiosidad levemente morbosa: quieren saber si entre los beneficiados en el Hospital Posadas o las inyecciones a domicilio aparecen más hombres de negocios. "Gracias a Dios, hasta ahora no hay ningún dirigente fabril. Igual, si aparecen, que cada uno se haga cargo", se anticipó esta tarde un directivo de la Unión Industrial Argentina (UIA), apenas terminado el Zoom del comité ejecutivo.
La otra razón del desvelo tiene que ver con una urgencia concreta: pretenden reunirse con la flamante ministra de Salud, Carla Vizzotti, para pedirle que se les permita a las empresas vacunar por sí mismas a los empleados mayores de 60 años.
El tema volvió a salir en la reunión de la UIA. El cálculo de la entidad fabril es que ese universo de trabajadores adultos en condiciones de riesgo puede llegar al 10% de las dotaciones en general, aunque a ese segmento deberían restárseles aquellos que padecen enfermedades previas. "Necesitamos o elevar la edad de licencias de 60 a 65 años o que nos permitan tomar una decisión al respecto: esa gente hace un año que no va a trabajar", afirmaron allí.
Esa segunda opción mencionada con eufemismo, "tomar una decisión al respecto", es el despido o retiro y suena bastante irritante e improbable desde la óptica del Gobierno en un año electoral.
Por eso quieren hablarlo con la nueva ministra, con quien debieron renovar el pedido de audiencia que le habían hecho ya semanas atrás al antecesor, Ginés González García.
En la reunión de esta tarde, Isaías Drajer, representante de laboratorios ELEA, repasó delante de sus pares de la UIA cuántas vacunas podían llegar en el corto plazo al país. Habló de las Sputnik V, con las que el país cuenta hasta ahora, del millón de Sinopharm que promete el Gobierno para esta semana y de la de AstraZeneca, fabricada en el grupo que él representa y sobre la que pronosticó el arribo de 11 millones de dosis entre marzo y abril. Drajer volvió a tranquilizarlos con una aclaración técnica: las tres marcas, dijo, tienen un piso de inmunidad adecuado y son capaces de evitar la hospitalización para quienes se las apliquen, en muchos casos sólo con la primera dosis.
El apuro de la dirigencia fabril parte del encarecimiento de los costos laborales que trajeron la pandemia y la cuarentena. "Necesitamos por lo menos que el 50 por ciento de la población esté inmunizada para mayo, yo no sé si eso será posible", decía esta tarde uno de los ejecutivos. Un objetivo ambicioso, pero sin cuyo cumplimiento, agregan, se verán más complicadas las negociaciones con el Gobierno en las mesas sectoriales de precios y salarios. ¿Cómo dar los aumentos de sueldos que pide la política, por sobre la inflación, si los costos siguen altos y persisten los precios máximos?, se preguntan. La primera convocatoria para debatirlo, de la que desde anteayer están llegando invitaciones, será para las cámaras de la alimentación el jueves, con funcionarios del Ministerio de Desarrollo Productivo y de la Secretaría de Comercio.
Sin vacuna, el repunte de la actividad será magro. Es el otro costo electoral menos visible del vacunatorio vip.
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