Las sostenidas compras del BCRA ya generan un círculo virtuoso en el “mundo dólar” del sistema financiero
Por primera vez en largos meses crecen los depósitos privados y los créditos a empresas en esa moneda
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La tranquilidad que provoca la sostenida compra de reservas que lleva adelante el Banco Central (BCRA), que hoy se alzó por intervenciones sobre el mercado cambiario oficial con otros US$104 millones y cerrará un febrero récord, comenzó a generar todo un círculo virtuoso en lo que podría definirse como el “mundo dólar” del sistema financiero local.
Por primera vez en largos meses comenzaron a mostrar una tendencia a la recuperación tanto los depósitos privados en dólares como los créditos a privados en dólares, aunque partiendo de niveles históricamente muy bajos por razones obvias.
Las cifras oficiales muestran que el stock de colocaciones privadas en moneda extranjera ya superó los US$16.050 millones, con lo que alcanzó el mayor nivel desde comienzos de abril del año pasado. Incluso esa tendencia se mantuvo firme superado el fin de año, momento en que estas imposiciones suelen trepar fuerte (medidas punta a punta lo hicieron en US$1604 millones en diciembre último) por las excepciones que derivan de tenerlas en el sistema para la “foto” al 31 de diciembre, que se considera para las declaraciones juradas impositivas.
De hecho, aumentaron en unos US$224 millones más en enero y siguen creciendo a un ritmo similar este mes, según las proyecciones.
En el caso de los créditos se acercan ya a los US$4000 millones (estaban en US$3961 millones al 22 de este mes), nivel que no mostraban desde fines de abril del año pasado y tras recuperarse a un ritmo promedio del 10% mensual en el primer bimestre.
Además, “el crecimiento ha venido dado por el rubro documentos, que suele estar principalmente explicado por la prefinanciación de exportaciones”, explicaron ante la consulta de LA NACION desde Banco Credicoop, con fuerte exposición hacia pymes.
De este modo queda a la vista en este caso un cambio de “motor” (más vinculado a la actividad exportadora), ya que éste era un stock que antes se veía sostenido por las financiaciones de consumos en dólares realizados con las tarjetas de crédito.
“Sin duda la cartera de prefinanciaciones se volcó al dólar porque los exportadores perciben un dólar relativamente competitivo y esperamos que esa demanda se vaya incrementado”, apuntaron desde una entidad privada de capital extranjero fuerte en operaciones de comercio exterior.
Efecto balsámico
Aunque sostenidas en parte gracias a las restricciones aún vigentes de hecho a parte de la demanda importadora (en enero sólo se pagaron el 23% de las compras de bienes al exterior y se mantienen freezadas parte de las remesas así como los pagos de dividendos y utilidades no giradas al exterior en los últimos años), el efecto balsámico derivado de la recompra sostenida de reservas sobre el mercado es innegable.
Hay que considerar que, aunque el BCRA ya recuperó por esta vía US$2500 millones este mes y US$8667 millones desde el cambio de Gobierno, no pudo aún rescatar de la “zona roja” su tenencia neta o propia de reservas, que se mantiene negativa en unos US$4500 millones, según estimaciones de mercado.
Aun así la percepción cada vez más extendida entre depositantes e inversores es que los mayores peligros van quedando cada vez más atrás, coinciden en el mercado, lo que le da al subsistema dolarizado de los bancos la posibilidad de volver a pensar en “hacer negocios”.
El panorama surge de las consultas realizadas por LA NACION con otras entidades. Aunque, en este caso, en todas ellas pidieron responder off de record y coincidieron en describir el mismo panorama. “En depósitos en dólares ya estamos un 30% arriba de la previa a las elecciones de octubre. Es una tendencia que no cambió tras el tradicional ‘pico’ de diciembre. Y en los préstamos se está empezando a mover la rueda”, dijeron desde una entidad privada líder.
“Es notable el repunte que muestran las consultas y pedidos de asistencia financiera en dólares de algunas empresas para financiar sus exportaciones”, dijeron desde otra entidad.
“Si lo pensás, es natural por el fuerte freno en la demanda local y la necesidad cada vez más acuciante de colocar saldos en mercados del exterior que se empiezan a sentir en no pocos rubros. Y es una demanda que, por ahora, se puede atender sin problemas porque hay una elevada liquidez en dólares en el sistema ya no solo estabilizada (al cortarse la sangría de depósitos), sino con tendencia al alza”, confió un ejecutivo de otro banco privado, en este caso, con fuerte inserción en el interior del país.
La regeneración progresiva de la intermediación financiera en el “mundo dólar” del sistema financiero local no es un dato menor dado que los bancos, en los últimos años, también se habían acostumbrado a vivir de “rentas del Estado”. De hecho en los últimos seis años los ingresos más estables y sostenidos que registraron provinieron de las compras realizadas de Lebac o Leliqs, o de bonos del Tesoro Nacional, lo que les fue particularmente ganancioso durante 2023.
En los bancos aseguran que una prueba de la voluntad que pondrán para ir recuperando la actividad crediticia con vistas a una economía que, en pos de una recuperación, recostará su esfuerzo sobre el sector externo, se podrá ver en la próxima ExpoAgro. “No sería raro que haya presencia récord del sector y una oferta de líneas en pesos y dólares como no se ha visto en los últimos años. Te lo puedo anticipar porque estamos trabajando en ello y sabemos que otros competidores también”, confiaron al respecto desde otra entidad.
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