Dólar y brecha: las señales de moderación con que el Gobierno busca calmar al mercado
La semana cambiaria caliente obligó al Gobierno a redoblar señales para tratar de calmar al mercado, anticipando pasos e incluso tomando determinaciones que están en línea con lo que operadores y analistas le señalan: el problema no es el dólar sino lo poco que se hace por defender al peso.
Lo que podría denominarse como "contraofensiva oficial" incluyó una temprana aparición pública del ministro de Economía, Martín Guzmán, es decir, la persona sobre quien el presidente Alberto Fernández delegó la responsabilidad de "reordenar el mercado" para repetir que "no se devaluará", oficialmente al menos, y la divulgación temprana de números y decisiones que buscan mostrar que se intenta e intentará en adelante tener menos dependencia de la emisión monetaria a la hora de financiar al fisco.
Las principales definiciones aparecieron en la entrevista que el ministro concedió a Radio con Vos. Allí Guzmán anunció que se va a revisar el modo de financiamiento del amplio déficit fiscal previsto para el año próximo (4,5 puntos del producto) en el proyecto de presupuesto. En esa iniciativa Economía había planteado que tenía previsto cubrir el agujero fiscal 60% con emisión del BCRA ("maquinita") y 40% con financiamiento en el mercado, pero ahora anticipa que esos supuestos están en revisión y se buscará cubrir la mayor proporción con deuda.
El giro llega luego que hubieran comprobado, tras enviar ese proyecto al Congreso, algo que muchas empresas descubrieron varios meses antes: que se podía aprovechar el miedo a otra devaluación brusca y la consecuente demanda de instrumentos financieros de cobertura para conseguir financiamiento más barato (si se evita una devaluación) y a mayor plazo.
Pero mucho más especialmente, luego de que los enviados del FMI le plantearan no solo la necesidad de reducir la dependencia del financiamiento monetario, sino también la definición de un plan fiscal y otro financiero para mostrar al mercado que se busca seguir un sendero.
Guzmán lo reconoció hoy al anticipar que el Ministerio de Economía elabora "un programa fiscal plurianual" que tendrá "como mínimo tres años" de duración, en el marco del programa sobre el que se trabaja con el FMI, y que será enviado para su tratamiento al Congreso de la Nación.
La intención oficial es generar las condiciones para sellar un acuerdo con ese organismo que le permita acceder a los US$5400 millones que el organismo había comprometido girar al país como parte del megapaquete de ayuda concedido a la administración Macri. Ese ingreso se usaría para reforzar las reservas del BCRA, mientras se buscaría refinanciar la deuda total obteniendo años de gracia y, a partir de allí, un plan de pagos a 10 años de unos US$5000 millones por año desde 2024 en adelante.
La clave del plan oficial para tratar de cambiar las expectativas del mercado son las tan demonizadas (por algunos sectores del oficialismo) "colocaciones de deuda".
A comienzos de mes, Economía lanzó la emisión de un bono en pesos pero ajustable según la variación del dólar oficial (dollar-link) a vencer en 14 meses (39 de noviembre de 2021) con el que captó $136.105 millones (equivalente a unos US$1766 millones), ingreso con el que cubrió el 80% de los compromisos de pago de deuda en pesos que tenía en el mes.
Ahora repetirá esa apuesta el martes, en la subasta que ya tenía anunciada desde hace un mes, para tratar de levantar la mayor cantidad de pesos que pueda del mercado, según ya dejaron trascender desde la Secretaría de Finanzas, para, precisamente, mostrar que está en condiciones de lograr más financiamiento por vía genuina.
La otra gran apuesta es el bono en dólares que se licitará entre los días 9 y 10 de noviembre para que los grandes fondos de inversión atrapados con títulos en pesos puedan cambiar de moneda, algo que busca restarle presión al dólar contado con liquidación (CCL).
El intento de lograr algo de calma incluyó la difusión temprana de otra cancelación de deuda del Tesoro Nacional con el BCRA. El pago de $16.700 millones recibidos por el ente monetario en concepto de Adelantos Transitorios (préstamos que pueden tener hasta un año de plazo) con lo que ese financiamiento se reducirá en octubre $25.780 millones, ya que se habían girados días atrás otros $8008 millones. Si bien ese monto representa apenas 0,5% sobre el total de $530.000 millones en créditos concedidos por esa vía se trata de la cancelación más significativa desde mediados de 2018.
Los pagos tienen otra connotación simbólica: se encarga de difundirlos el BCRA, que busca emitir por esta vía señales de coordinación con Economía, al menos en este intento de calmar al mercado.
Los anuncios, que no casualmente llegaron el día en que "confluyen" los plazos de espera para operar con bonos con fines cambiarios (homogeneizados en 72 horas ahora y sin que queden operaciones pactadas originalmente a otros plazos ya por liquidar), parecen mostrar por primera vez impacto sobre el mercado.
A media rueda caen hasta 4,6% los precios de los dólares financieros legales (de $181 a $172,80 el CCL), mientras el blue sube 4 pesos y llega a $194 para la venta.
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