Las señales de debilidad manufacturera arrastran a las acciones en EE.UU.
Una serie de débiles informes del sector manufacturero reanudó el lunes las dudas de los inversionistas sobre la salud de la economía de Estados Unidos y fue una de las causas de la mayor caída del Promedio Industrial Dow Jones desde junio.
Después de pasar algunas semanas concentrados en los problemas económicos y políticos de las economías emergentes, los inversionistas trasladaron su atención hacia lo que está ocurriendo en EE.UU. La producción fabril se expandió a un ritmo más lento en enero conforme las empresas frenaron la acumulación de sus inventarios. Esto se sumó a una menor actividad económica causada por la debilidad en los mercados internacionales y a un clima inusualmente frío en EE.UU.
Las preocupaciones sobre la economía se producen en momentos en que la Reserva Federal ha iniciado su esperada reducción del estímulo monetario. El resultado del lunes, dijeron operadores, fue la intensificación de la ola de ventas por parte de los inversionistas a largo plazo que se habían cruzado de brazos durante los declives de enero, cuando la atención apuntaba a lugares como Argentina, China y Turquía.
El Promedio Industrial Dow Jones cayó 326 puntos, o 2,1%, para quedar en 15.373 unidades, la séptima baja de tres dígitos en 2014. El Dow registra un descenso de 7,3% este año.
Informes económicos recientes han intensificado las preocupaciones de que la economía de EE.UU. puede haber perdido algo de su impulso inicial. La creación de empleos declinó bruscamente en diciembre y a algunos les preocupa que el informe de enero, que se publicará este viernes, también decepcione, luego de que muchas grandes cadenas minoristas han reportado ventas de fin de año por debajo de las expectativas. Además, el mercado de vivienda ha mostrado señales de enfriamiento de cara al encarecimiento de las tasas de interés.
Las ventas de automóviles también cayeron el mes pasado frente al mismo período del año anterior, indicaron el lunes varios fabricantes de automóviles, culpando al mal clima por la menor demanda.
Las acciones más afectadas fueron las de las empresas más pequeñas, que a menudo son consideradas como más ligadas a la economía estadounidense que los títulos de las compañías de mayor envergadura. El volumen de transacciones en la Bolsa de Nueva York llegó a los 4.680 millones de acciones, la mayor cantidad en una jornada este año.
Mientras tanto, los precios de los bonos del Tesoro estadounidense repuntaron en gran medida gracias a una combinación de las malas noticias económicas y el deseo de los inversionistas de refugiarse del tumulto en el mercado bursátil. El rendimiento del bono del Tesoro de EE.UU. a 10 años descendió a 2,585% frente a 2,669% el viernes, su nivel más bajo desde el 31 de octubre. Los futuros del oro se dispararon, beneficiándose de un renovado interés en el metal como un refugio.
En todo caso, el panorama más amplio de la economía de EE.UU. sigue siendo optimista.
La Fed dijo la semana pasada que la economía ha mostrado una "creciente fortaleza subyacente" y agregó el lunes que los bancos habían facilitado las condiciones para otorgar préstamos a las empresas, las cuales mostraron más apetito para el crédito a finales de 2013.
No obstante, el informe fabril no ofreció muchas razones para celebrar. El índice que elabora el Instituto de Gestión de Suministros, en el que cualquier cifra por encima de 50 indica una expansión, cayó a 51,3 en enero frente a 56,5 en diciembre, la mayor baja en un mes desde mayo de 2011. La lectura, basada en una encuesta a gerentes de compras de empresas, muestra que el sector manufacturero se está expandiendo, pero a un ritmo mucho menor que durante el último trimestre de 2013. Un índice de nuevos pedidos cayó de 64,4 a 51,2, un descenso especialmente brusco y preocupante porque sugiere que los próximos meses podrían ser más débiles.
La actividad de la empresa de plásticos y metales de Nueva Jersey Rummel Industries ha repuntado en los últimos meses, pero el fabricante prefiere mantener un estricto control sobre sus inventarios. "No nos podemos dar el lujo de tirar el dinero", señala su dueño, Tom Rummel.
Los informes de actividad manufacturera en todo el mundo sugieren que las fábricas de diferentes países se mueven a distintas velocidades, lo que impide el tipo de recuperación sincronizada que podría impulsar la economía global.
El sector manufacturero en China apenas se expandió en enero, según cifras oficiales, mientras que un indicador del sector privado muestra que la actividad está en declive. Mientras tanto, índices similares en Japón, India y Corea del Sur mostraron una mejora frente al mes pasado. Europa también registró avances, pero su recuperación fabril sigue siendo lenta y frustrante.
Este año, los inversionistas se han mostrado más sensibles a los indicadores económicos negativos, ahora que la Reserva Federal está retirando su apoyo a las acciones al reducir en forma paulatina sus compras de bonos, observó Keith Bliss, vicepresidente de Cuttone & Co.
"Se ha producido un cambio discernible en el comportamiento del mercado comparado con el año pasado", manifestó. "En 2013, usted no tenía que ser muy inteligente para ganar dinero. Simplemente no quería interponerse en el camino de la Reserva Federal", agregó.
—Eric Morath y Kaitlyn Kiernan contribuyeron a este artículo.
Dan Strump y Neil Shah