Las prestadoras de salud privadas condicionan el pago del bono a recibir financiamiento
La Federación Argentina de Prestadores de Salud asegura que “es económica y financieramente imposible” afrontar el pago del beneficio; piden refuerzos a través de programas o de un aumento del 7% por única vez para las obras sociales y las empresas de medicina prepaga
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LA NACIONJoaquín Lanfranchi
Tras el anuncio del Gobierno de otorgar un bono de fin de año de $24.000 para trabajadores registrados del sector privado y pymes que perciban menos de tres Salarios Mínimos Vitales y Móviles (SMVyM), equivalente a una suma de $185.000, las prestadoras de salud privadas expresaron la imposibilidad de afrontar el beneficio y exhortaron a los ministerios de Trabajo y Salud, y a la Superintendencia de Salud, a gestionar fuentes de financiamiento que permitan cumplir con el pago de la asignación no remunerativa por única vez. “Las negociaciones están en curso”, aseguraron desde el sector.
“Es económica y financieramente imposible para el sector poder afrontar este bono sin el correspondiente financiamiento, ya sea a través del refuerzo del Programa Nacional de Fortalecimiento de los Equipos de Salud para la Calidad y la Seguridad (Fescas) [del mes] de diciembre, o de un aumento de 7% por única vez tanto de las obras sociales como de las empresas de medicina prepaga”, expresó la Federación Argentina de Prestadores de Salud (FAPS) en una carta dirigida a los titulares de las carteras involucradas, con fecha del pasado lunes 19.
“El sector prestador de salud –que no es formador de precios– continúa inmerso en la crisis de atraso en sus ingresos, razón por la cual recibe distintos programas de ayuda por parte del Estado nacional (como el Fescas o los beneficios del Decreto 300/2020)”, argumentaron desde FAPS.
Y añadieron: “En este contexto de debilidad económica y financiera, el sector firmó una paritaria que totalizó un incremento de 96%, de los que 39 puntos se concentraron en el último trimestre del año, que se suman al pago del medio aguinaldo para la totalidad de los trabajadores del sector; y 16 puntos se deberán abonar en los primeros meses del próximo año”.
Fuentes del sector consultadas por LA NACION afirmaron que se encuentran en proceso de negociación con las autoridades nacionales para destrabar el financiamiento, aunque “sin mayores avances”. Dijeron: “Se abrió un canal de diálogo, pero hasta ahí llegamos. Es incipiente”.
Sin embargo, la cuestión del financiamiento no es el único problema para el sector. “Si llegara a aparecer [la subvención] hay muchas cosas pocos claras en el decreto sobre cómo pagarlo. Y más en [el sector de la] salud, que tenés muchas guardias, horas extras y va a ser complejo, pero ese es un debate de carácter técnico”, aseguraron desde el sector.
Consultado acerca del estado de la negociación con el Gobierno, Jorge Cherro, titular de la Asociación de Clínicas, Sanatorios y Hospitales Privados de la República Argentina (Adecra), expresó: “Tuvimos reunión con [los ministerios de] Trabajo y Salud y estamos evaluando cómo va a impactar [el bono], algo que sabremos recién la semana que viene cuando se liquide”.
“Nos escucharon y entendieron nuestra postura. Lamentablemente, estamos obligados a pagarlos”, aseguró Cherro. Y explicó que “en el caso del sector salud, las fórmulas de calcular son tan complejas, que va a ser diferente el impacto, dependerá de cada institución”.
Por su parte, Hugo Magonza, titular del Centro de Educación Médica e Investigaciones Clínicas (Cemic), representado por Adecra, dijo: “Hay que recordar que nuestros precios están regulados (y que en teoría deberían ajustarse por el incremento de costos) y este nuevo costo no está calculado (para nadie)”.
“El sector salud, por ser una actividad de servicios, es uno de los que tiene más personas formalizadas, por lo cual el impacto es mayor que en otras actividades”, explicó Magonza.
La carta del sector representado por FAPS estuvo dirigida a las ministras Raquel “Kelly” Olmos (Trabajo) y Carla Vizzoti (Salud), y al superintendente de Servicios de Salud, Daniel López.
FAPS está conformada por Adecra; Cedim (Cámara de Entidades de Diagnóstico y Tratamiento Ambulatorio); Cepsal (Cámara de Entidades Prestadoras de Salud); Conflecisa (Confederación Argentina de clínicas Sanatorios y Hospitales); Cadime (Cámara de Instituciones de Diagnóstico Médico); AAEG (Asociación Argentina de Establecimientos Geriátricos); Aisame (Asociación de Instituciones de Salud Mental de la República Argentina); FEM (Federación de Cámaras de Emergencias Médicas y Medicina Domiciliaria); y AHC (Asociación de Hospitales de Colectividad).
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