Las petroleras globales vuelven a invertiren grandes proyectos pese a los precios
Hay indicios de que el profundo congelamiento del gasto en el sector petrolero está comenzando a derretirse
Chevron Corp., Exxon Mobil Corp. y varios socios se comprometieron el martes a invertir US$37.000 millones en la expansión de un proyecto petrolífero en Kazajistán, conocido como Tengiz, una de las mayores apuestas desde que los precios del crudo comenzaron a desplomarse hace dos años.
La semana pasada, BP PLC dio luz verde a una expansión multimillonaria de un complejo de exportación de gas. El anuncio tiene lugar después de otro que el gigante británico hizo en junio sobre la aceleración del desarrollo de un gran descubrimiento de gas mar adentro en Egipto. También este año, la italiana Eni SpA dio vía libre al avance en la explotación de un yacimiento en Egipto.
La decisión de las empresas globales de energía de invertir ahora coincide con un enorme descenso de los costos de perfo-ración, consecuencia de la caída de los precios del petróleo.
Equipos de perforación y bombeo, válvulas, servicios de construcción y de ingeniería, el acero e incluso la mano de obra son más baratos porque los contratistas que proveen esos servicios tienen menos demanda que en los años de expansión que siguieron a la crisis financiera, cuando el petróleo se cotizaba a alrededor de US$100 por barril.
La reciente seguidilla de anuncios puede indicar una creciente confianza en la recuperación de los precios tras su colapso desde unos US$115 el barril a mediados de 2014 hasta US$27 en enero.
De todas formas, ejecutivos de las grandes empresas de energía han dicho que están tomando el repunte de los precios del crudocon precaución, advirtiendo que a medida que la cotización suba, también lo puede hacer la inversión de los productores estadounidenses de hidrocarburos de esquisto. El martes, el precio del contrato de crudo de referencia en Nueva York perdió casi 5% a US$46,60 debido a la preocupación de los operadores de un aumento de la actividad de perforación en Estados Unidos.
Una recuperación similar de los precios en 2015 se desinfló rápidamente. Desde que el precio del barril empezó a descender a mediados de 2014 y hasta marzo de este año, las empresas aplazaron o cancelaron proyectos valorados en unos US$270.000 millones, incluyendo costosos desarrollos en el Ártico, según Rystad Energy. La decisión del Reino Unido de abandonar la Unión Europea añade otro nivel de incertidumbre, ya que aún no se sabe cuál será su efecto en los mercados, la demanda y las inversiones del sector petrolero.
El anuncio hecho por Chevron el martes, no obstante, es "un punto de inflexión", dice Jason Gammel, analista sénior del sector en Jefferies, quien añade que se trata de la primera inversión de más de US$10.000 millones este año.
Tengiz ya es uno de los proyectos más rentables de los últimos 40 años. "Es un momento fantástico para este tipo de inversión", afirma Todd Levy, presidente de exploración y producción de Chevron en Europa, Eurasia y Medio Oriente.
Desde el inicio de 2015, Chevron y otras grandes petroleras han reducido sus presupuestos en 25%, por un total de más de US$30.000 millones, y han eliminado más de 30.000 puestos de trabajo para hacer frente al prolongado período de precios bajos.
Eso las ha obligado a buscar alrededor del mundo oportunidades que cumplan un estricto conjunto de criterios: tienen que impulsar la producción en los próximos años de modo que las empresas eviten reducir su tamaño y tienen que ser rentables con un barril de petróleo a US$50.
Desde que los precios empezaron a bajar, no han podido encontrar ese tipo de oportunidades con frecuencia. El año pasado, petroleras occidentales aprobaron apenas cuatro proyectos de envergadura, en el Golfo de México, Noruega, Egipto y Ghana. En lo que va de 2016, las empresas de energía se han arriesgado en seis desarrollos costosos y de gran tamaño, según Tudor Pickering Holt & Co., banco de inversión de Houston especializado en el sector.
De todas maneras, estos yacimientos tardarán años en empezar a producir. Por ejemplo, el primer crudo de la expansión de Tengiz se extraerá recién en 2022.
Exxon, Chevron, Royal Dutch Shell PLC y BP también están acudiendo a las formaciones de esquisto en EE.UU. Estas operaciones requieren menos inversión inicial para empezar a producir, pero tampoco se acercan a la escala o la oportunidad de varias décadas que ofrecen los grandes proyectos.
Productores de energía de esquisto como Pioneer Natural Resources Inc. han comenzado a añadir un pequeño número de plataformas en anticipación a precios más altos a fines de 2016. También han empezado a explotar una vasta reserva de yacimientos que fueron perforados pero no fracturados hidráulicamente, una forma de mantener activa la producción sin tener que gastar mucho dinero.
El miércoles, el precio del contrato Brent, la referencia global, se ubicó en US$48,80 el barril, un alza de 1,8% frente al día previo. El crudo estadounidense cerró a US$47,43 el barril, un aumento de 1,8% respecto del martes.
Barclays proyectó esta semana que el precio del Brent promediará US$57 el barril el próximo año, frente al precio proyectado para este año de US$44 por barril. Un exceso de suministros que ha pesado sobre la cotización por dos años se está aliviando gracias a interrupciones en la producción en Nigeria y Canadá, así como a una menor producción de las empresas de esquisto estadounidenses.
Algunas compañías pueden cubrir ahora sus costos con precios estables de unos US$50 el barril, dicen analistas. El recorte de gastos les permite cumplir con el pago de dividendos e invertir en nuevos proyectos, señala Gammel.
Eso "muestra que las empresas están en un punto donde pueden considerar invertir en proyectos a más largo plazo", dice.
Las petroleras se sienten normalmente más cómodas tomando grandes decisiones sobre inversión en la producción futura cuando los precios son estables. Tudor Pickering cree que más proyectos serán aprobados este año, incluyendo el enorme yacimiento en aguas profundas de BP en el Golfo de México conocido como Mad Dog II y el proyecto de gas natural licuado Coral de Eni en Mozambique. BP no quiso decir cuándo decidirá sobre Mad Dog II. Eni indicó que prevé tomar una decisión sobre Coral este año.
Tengiz es uno de los proyectos viables a los precios actuales. Sus costos de producción promediaron unos US$6,50 el barril durante los últimos cinco años, según Gammel. Algunos analistas estiman que le ha aportado a Chevron más de US$70.000 millones en ingresos, y US$40.000 en ganancias, desde 1993.
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