Las multinacionales le dan la espalda al sur de Europa
Durante más de una década, lasmultinacionales invirtieron grandessumas de dinero en los paísesdel sur de Europa a medida que lallegada del euro propulsaba el crecimientoeconómico. Pero la situaciónha cambiado.
El conglomerado estadounidense Kimberly-Clark Corp. anunció que cerrará la mayor parte de su negocio de pañales Huggies en Europa después de batallar durante años contra los bajos índices de natalidad, caídas en los precios y la competencia de las marcas propias. El fabricante estadounidense de aluminio Alcoa Inc. y el grupo minorista francés PPR SA están reduciendo su presencia o abandonando por completo el sur de Europa y no tienen planes para expandirse más adelante.
Los repliegues son parte de un éxodo empresarial que amenaza con succionar el capital, la innovación y la capacidad de gestión que la región necesita con urgencia para salir de la crisis de la deuda y de la recesión.
La caída del consumo interno y los programas de austeridad impuestos por los gobiernos son la raíz del problema y el caso de la alemana Putzmeister Holding GmbH sirve de ilustración.
Después de 10 años en que el fabricante de bombas de hormigón realizó fuertes inversiones, el estancamiento de Italia y la crisis inmobiliaria de España lo han obligado a dar marcha atrás. Putzmeister cerró una planta en Italia y redujo la producción de otra en España en los últimos tres años. La compañía reconoce que es posible que nunca alcance el nivel que alguna vez tuvo en Europa.
"Para que nuestro negocio se expanda en cualquier mercado se deben dar tres condiciones: un crecimiento de la población, un aumento de los ingresos de la población y países con presupuestos fiscales intactos", puntualiza el presidente ejecutivo Norbert Scheuch. En buena parte de Europa "no se cumple ninguna de esas condiciones y no habrá una mejoría en los próximos años", sentencia.
La farmacéutica alemana Merck KGaA recortó hace poco 20% de su fuerza laboral en España, en parte debido a las reducciones en los reembolsos que recibe del gobierno por sus medicamentos. La compañía británica Compass Group PLC cerró sus restaurantes ubicados en las carreteras de Portugal, una decisión que atribuyó a que el alza en los peajes ha alejado a los conductores de las autopistas.
Esta clase de medidas podría perjudicar a los negocios y a los gobiernos locales durante años. Marco Mutinelli, profesor de la Universidad de Brescia que se especializa en inversión extranjera, resaltó que aunque las multinacionales representan 10% del empleo en Italia, son responsables del 30% del gasto en investigación y desarrollo. Ello se debe principalmente a que las empresas familiares locales no cuentan con los recursos necesarios para invertir en I+D.
Decisiones como la reciente clausura de un centro de investigación de 500 personas de la farmacéutica Sanofi SA en Milán son particularmente dolorosas ya que los gobiernos del sur de Europa no cuentan con el dinero suficiente para volver a capacitar a sus trabajadores. El riesgo, advierten los economistas, es que la región afronte un aumento de largo plazo del desempleo parecido al que afligió al norte de Europa en los años 70 y 80 tras el declive de la otrora poderosa industria carbonífera.
"Las empresas extranjeras… tienden a invertir más en innovación", señala Marie Diron, economista de Oxford Economics. "Hay dudas sobre si las compañías locales podrán llenar el vacío y eso podría significar una reducción de la tasa de crecimiento del país a largo plazo", asevera.
Putzmeister está dirigiendo sus inversiones a mercados emergertes como Brasil y Turquía.
La compañía, que fue adquirida este año por la china Sany Heavy Industry Co., generaba 60% de sus ventas en Europa hace cinco años. Hoy, la región sólo representa 30% de las ventas. "Ahora, si la situación se deteriora en Europa, no nos afectará", dice Scheuch, el presidente ejecutivo.
La inversión extranjera directa ha descendido 38% desde 2007 en Portugal, España, Grecia e Italia, conforme los inversionistas optaron por los mercados emergentes. En el primer semestre de este año, los mercados emergentes absorbieron por primera vez la mitad del total de la inversión extranjera directa global, según la Conferencia de Naciones Unidas sobre Co-mercio y Desarrollo, Unctad, por sus siglas en inglés.
Los directores de Finanzas de las grandes multinacionales manifestaron en una reciente encuesta que era más riesgoso in-vertir en Grecia que en Siria, y que España constituía un mayor riesgo que Egipto. "Ha ocurrido una fuga hacia los activos más seguros", apunta Lawrence Evans, quien estuvo a cargo de la encuesta para la firma de contabilidad BDO International. "En Europa, sin embargo, no quedan muchos refugios seguros".