Las mujeres de la Bolsa: tienen más poder en la Argentina que en casi toda la región
Las mujeres de la Bolsa son pocas, pero hay cada vez más. Ganan terreno en la región y a diferencia de las variables que tienen que ver con la economía argentina, muestran al país en una mejor posición que casi todos sus vecinos de la región. Así surge de un estudio hecho por medios de comunicación y organizaciones de 15 países -entre los que estuvo LA NACION- que revisó la composición de los directorios y síndicos de todas las empresas latinoamericanas y de España que cotizan en las bolsas de comercio.
Los resultados fueron esclarecedores. En la Argentina, las mujeres sólo ocupan el 14,74% de las sillas de los directorios o desarrollan tareas de síndico (encargado de hacer controles legales y contables), que en su mayoría son para los hombres. Sin embargo, esos números le alcanzan al país para ocupar el 5° lugar.
El directorio es el mayor órgano de las compañías al momento de tomar decisiones. Si bien no se encarga de gestionar el día a día, algo que suele estar a cargo del gerente general o CEO y, en menor medida, de su presidente (el máximo referente del directorio), debe aprobar las decisiones importantes. Entre ellas, los balances y los planes de inversión.
Sobre un total de 1398 cargos, 1192 son de varones y 206, de mujeres. La buena posición local se debe en parte al mérito propio, pero más aún al letargo ajeno. Por caso, a nivel latinoamericano la Argentina sólo es superada por Colombia y escoltada por Bolivia, pero la ven de lejos naciones limítrofes como Uruguay, Brasil, Paraguay y Chile. Perú y México cierran la lista, con una participación de 8,7% y 7,1% en cada caso. Costa Rica lidera la lista.
Dicho de otra manera: mientras en el país hay casi seis hombres por cada mujer en los directorios, en México los representantes masculinos ascienden a casi 13.
Algunas empresas pueden sacar lustre de su trabajo por equiparar a los géneros. García Reguera es una de las compañías más chicas que cotizan en la Bolsa de Buenos Aires. Fue fundada en 1954 y se define así: "Tienda en general. Importadores, mayoristas y minoristas con sucursales múltiples". Vende guardapolvos y equipos de gimnasia, entre otro tipo de indumentaria relacionada con la escuela. Y está al tope de la lista entre las empresas que más mujeres tiene en su directorio con ocho participantes. Comparte podio con la Empresa de Telecomunicaciones de Bogotá (Colombia) y el Banco para el Fomento a Iniciativas Económicas de Bolivia.
Poco después en el ranking local aparece la petrolera YPF, la mayor empresa del país. Su presidente, Miguel Gutiérrez -llegó con el gobierno de Mauricio Macri-, impuso una agenda de género. Además de crear un departamento especializado para atender esas tareas, sentó en el máximo órgano de la empresa a una mujer. Ese lugar está hoy en manos de Lorena Sánchez, directora titular. Pero detrás de ella hay otras siete directoras suplentes y síndicas.
"Cuando interactúo no siento que lo haga como mujer, lo hago como profesional, lo cual incluye mis características propias, como las del resto de los miembros del directorio, cada uno con su formación, experiencia, historia y género, lo cual me permite actuar con naturalidad", le dijo la ejecutiva a LA NACION. Y completó: "Considero que la mirada y el aporte de la mujer en su trabajo y su entorno son distintos a los del hombre y eso es lo que hace la diferencia; suma y genera valor. No ser uno más entre los hombres que integran el Directorio, sino aportar lo distinto. Los hombres y las mujeres somos diferentes, no es una novedad, lo cual no quiere decir que no debamos tener acceso a iguales oportunidades ante similares circunstancias".
El vuelco en la cuestión de género en YPF ocurrió en 2017. Ese año se incorporó la diversidad a su Código de Etica y se formó el Comité de Diversidad, con lo que la mujer hizo el ingreso institucional al top management de la compañía. Ese mismo año, también, se les hizo una encuesta a todas sus empleadas y a algunos hombres. El objetivo era determinar obstáculos que enfrentan ellas y evitar, al mismo tiempo, sesgos en la observación. El resultado fue la creación de un plan que comenzó en 2018 y terminará el año próximo.
"El valor en la compañía es la meritocracia. Pero para que las mujeres puedan llegar primero tienen que alcanzar al menos una terna, por lo que debemos trabajar sobre los sesgos. Luego, se elige al mejor. Eso pasa en todos los puestos (no sólo en la gestión)", explica Anabel Perrone, directora ejecutiva de la Fundación y titular del Comité de Diversidad de la petrolera.
Otras empresas que integran los primeros lugares de la lista son la distribuidora eléctrica Edesur, con seis mujeres con capacidad de decidir en las altas esferas, Edesal, que cumple el mismo trabajo en Salta y Cablevisión.
Mónica Diskin está desde hace cinco años en el Directorio de Edesur. Llegó de la mano de un cambio de accionista. La italiana Enel se hizo cargo de la empresa y con ella impulsó una política de diversidad que incluye al género, pero también a las especialidades. Así, quiere que en su máximo órgano corporativo haya especialistas en finanzas, conocedores del negocio que desarrolla específicamente y abogados, como Diskin.
"El negocio de los fierros está conformado históricamente por ingenieros, que miran al abogado como quien pone palos en la rueda. Inicialmente, la mirada más soft que tengo como mujer me hizo difícil entrar. Una vez que lo hice, que generé confianza, siento que nos prestan mucha atención a la mirada que podamos tener como mujeres. La mirada distinta agrega valor. Hoy nadie tiene dudas de que eso es así", sostiene.
El camino potencial de las mujeres en las grandes compañías argentinas es prometedor. No sólo porque su participación es baja pese a que es mayor a la de otros países, sino porque aún hay 11 empresas cotizantes en las que todavía no han puesto un pie sobre un total de 85.
De la investigación participaron medios de países como la Argentina (LA NACION), Bolivia (Los Tiempos), Chile (El Desconcierto), Colombia (Cuestión Pública + Datasketch), Costa Rica (El Semanario Universidad), España (El País), Guatemala (Plaza Pública) y México (PODER), entre otras. El trabajo consistió en buscar juntas directivas de las empresas que cotizan en las bolsas de valores de Latinoamérica y España. Para este primer análisis se consultó específicamente la información de empresas que participan en los mercados de capitales de deuda variable donde se negocien acciones. La fuente de los datos utilizados son las páginas oficiales de las bolsas de valores y las bases de datos de las autoridades financieras.