Las industrias que están cambiando el presente se enfrentan a la escasez del talento
La falta de perfiles tecnológicos es un problema que están enfrentando las compañías que se transforman
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“Hablamos de negocios del futuro porque transforman un presente”, definió Rafael Soto, CEO de Modo. La implementación de pagos sin contacto, la revolución de las inversiones, la puja por el talento y la incorporación de la nube para que las tecnologías sigan escalando son algunas de las tendencias que ya están en el día a día, pero que cobrarán más relevancia de cara a los próximos años.
Durante el capítulo 7 de “Negocios del futuro”, organizado por LA NACION y transmitido por LN+ y las redes sociales del diario, los CEO de cuatro industrias innovadoras conversaron sobre los desafíos de establecer los paradigmas que marcarán la agenda del mañana.
Uno de los cambios de paradigma que atravesó la Argentina fue el pago sin contacto. Aunque se olvide la billetera en casa, hoy con un código QR es posible realizar casi cualquier compra. “Nuestra ambición es pagar en cualquier sistema: QR, contactless, biometría. En el país venía bastante avanzado el mundo de pago sin contacto, mientras que en el resto de América Latina crecían los pagos apoyando el celular. Por eso decidimos meternos en la industria del QR, acompañando todo esto. Ahora llega la interoperabilidad de los QR para darle más posibilidades a los usuarios y mejorar la competencia”, agregó Soto.
En Modo utilizan la infraestructura ya existente. Las API permiten conectar a las empresas para compartir información en sí y permiten no tener que desarrollar un producto ya existente, como un sistema de cobranzas. “Apostamos a integrarnos a un montón de proveedores del sistema y no desarrollar lo que ya está hecho. Nosotros lo que creamos fue un producto para los consumidores, para que puedan tener esa billetera”, explicó.
De la mano de las finanzas, desde Inviu buscan que la cultura inversora esté al alcance de todos y que los argentinos no solo “compren dólares y los pongan en una caja de seguridad”. En Brasil, el 17% de las personas que tiene una cuenta bancaria, invierte. En el resto de América Latina, la estadística ronda entre el 3% y el 5%. “Vivimos en una región con una penetración muy baja de inversiones”, remarcó Ignacio Sagués, CEO de Inviu.
“Las innovaciones hay que generarlas en torno al problema que queremos solucionar. Vimos un problema desde el lado de los inversores, no existía en la región una plataforma de inversiones que los latinoamericanos se merecen. Hoy, cualquier persona, con US$50.000 a un millón de dólares, viaja a Colonia, ve cuánta plata tiene, la saca y esa es toda su relación. O creer que poner dólares en una caja de seguridad es invertir. Las innovaciones son en torno a eso, a darle la posibilidad a los argentinos para que tomen el control de su dinero y proporcionarle los mejores activos del mundo, en una plataforma memorable”, dijo el ejecutivo, en diálogo con José Del Rio, secretario general de Redacción del diario.
Para Germán Borromei, gerente general de Oracle para la Argentina, Paraguay, Uruguay y Bolivia, en los próximos cinco a diez años la innovación pasará por el desarrollo de cinco plataformas tecnológicas que ya se están llevando a cabo en la actualidad: robótica adaptativa, blockchain, inteligencia artificial, la nube y la secuenciación del ADN. “Va a tener un pico de productividad en siete años y el impacto va a llegar a producirse hasta en 35 años inclusive”, acotó.
En un par de años, los camiones podrán manejarse de forma automática. Pero, para eso, se va a requerir de la robótica adaptativa, de la inteligencia artificial y de un software adaptativo. “En los últimos dos años se generó más información que en toda la historia. Esto lo podemos saber porque el 60% de los datos del mundo están sobre la tecnología. Imaginate un camión que se maneja solo: genera tanto volumen de información que necesitás cierto tipo de tecnología flexible, escalable y económica, como la nube”, completó.
En el último año, la utilización de la nube en la Argentina creció un 169%. De cara a futuro, el ejecutivo considera que será aún más. “Estos paradigmas y plataformas disruptivas dicen que son deflacionarias, porque ayudan a mejorar la productividad y reducir los costos de las compañías”, señaló.
Paradoja: falta talento, pero sube la desocupación
“Armar el equipo es lo más difícil, porque hay una competencia por el talento de tecnología. Todas las empresas han emprendido y acelerado sus caminos de transformación digital, entonces todas demandamos el mismo talento: gente que sepa de desarrollo tecnológico, programación, experiencia del usuario. En el caso de la Argentina este problema se agrava porque es un talento barato en términos internacionales y hay compañías en todo el mundo reclutando argentinos”, apuntó Soto.
Esta tendencia se respalda en datos. Según dio a conocer Luis Guastini, presidente de Manpower Argentina, el último estudio que hizo la compañía reveló que en la Argentina siete de cada diez empleadores tienen dificultades para encontrar el talento que están buscando. “Tal vez estemos atravesando la peor crisis de escasez de talento de la historia”, aseveró.
Se da una suerte de paradoja: crece el desempleo, pero las empresas no logran cubrir sus puestos. En la región, México lidera las expectativas de empleo con un 39%. En Colombia y Brasil esta cifra se reduce a un 15%. La Argentina ocupa el penúltimo lugar del ranking, con un 4%. Algo que también se justifica: 8 de cada 10 empleadores no tienen planeado que su dotación crezca o disminuya en el corto plazo, según el informe de Manpower.
“Pero hay una cara oculta de la digitalización, que es la bifurcación de la oferta de empleo. Tenemos mucho talento en la Argentina, producimos mucho talento que tiene habilidades para sumarse a la ola de la digitalización y adquirir mejores empleos, pero tenemos muchas personas que no tienen esas competencias y corren el riesgo de quedar fuera del sistema o tener trabajos mal calificados o de baja remuneración. El grueso de las inversiones de las empresas está destinado al personal que tiene alta calificación, solo el 14% piensa en programas de capacitación para personas que no tienen ese conocimiento”, observó Guastini.
Para Sagués, ha cambiado la relación con el trabajo y la puja por el talento seguirá siendo una de las tendencias más relevantes en el próximo tiempo. Para ganar esa batalla, la industria del talento tendrá que ofrecerle a los empleados autonomía para trabajar, sumar más gente talentosa, presentar desafíos, retribuir con una buena paga y otorgar “libertad”.
No obstante, Guastini agregó que el mundo laboral también está cambiando a partir de esta revolución y el principal cambio se dará en los perfiles a contratar. Años atrás las empresas buscaban trabajadores con habilidades “duras”, de conocimiento, porque eso le iba a permitir a la compañía tener un retorno de la inversión. Pero ahora se busca combinar las competencias duras con las más “blandas”, personas que tengan la capacidad de adaptarse a los cambios. “Los empleados se tienen que adaptar a las nuevas tecnologías para poder seguir siendo empleables a lo largo del tiempo”, completó.
“La gente es un activo importantísimo y hay un déficit muy grande. En la Argentina, hay menos de 5000 puestos de los que necesitamos cubrir y se espera que en 2030 haya una vacante de 15.000 perfiles de tecnología. Lo voy a anunciar: en noviembre estamos lanzando un programa que apunta a capacitar a gente que recién salió del secundario y quizás no tenga acceso a las universidades. Queremos capacitarlos en seis meses para que sepan programar a costo cero. Con clientes, socios, les haremos llevar los CV a las empresas para que los puedan contratar”, adelantó Borromei.
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