Las ideas de David Ricardo: valiosas y peligrosas
Al complirse dos siglos y medio del nacimiento del economista, sus pensamientos siguen siendo materia de análisis
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Mañana se cumplirán 250 años del nacimiento de David Ricardo, el único de los padres fundadores del análisis económico que no fue alumno ni profesor universitario. Pero fue el más riguroso de todos. Se casó por amor, superando las resistencias de su familia; lo cual no le causó ningún perjuicio económico, porque la riqueza de la familia Ricardo –judíos, migrados de Holanda– consistía en capital humano. Su amistad con Thomas Robert Malthus es un ejemplo de que las diferencias de opinión no deben afectar las relaciones personales. Planteó ideas valiosas que, mal aplicadas, pueden ser muy peligrosas.
Para saber más sobre esto consulté al holandés Peter Diderik Groenewegen (1939-2018), con cuya familia migró a Australia en 1952, porque su padre, sacerdote de la iglesia reformista holandesa, viajó para asistir a las necesidades espirituales de la creciente comunidad de ese origen en dicho país.
–Usted se especializó en Alfred Marshall y publicó, en 1995, “la” biografía, titulada Un águila que vuela muy alto. ¿Por qué hizo esto, dado el obituario que John Maynard Keynes publicó en 1924?
–Porque la monografía escrita por Keynes, brillante desde el punto de vista de su redacción, es demasiado breve (¡70 páginas!) y contiene errores. No le quito méritos, Marshall falleció a mediados de julio de 1924 y el referido obituario fue publicado en el Economic journal en setiembre de dicho año. Una cuidadosa lectura de los escritos de Marshall muestra la importancia que tiene la historia para los economistas.
–Háblenos de Ricardo.
–En lo personal, un hombre corajudo. Desafió a su familia cuando se casó con Priscilla Ann Wilkinson, cuáquera, con quien tuvo 8 hijos. Pero como usted bien dice, la riqueza de la familia Ricardo no consistía en campos, sino en el desarrollo personal. Aprendió de su papá el oficio de comisionista de bolsa, pero también fue operador bursátil, terrateniente y miembro del Parlamento.
–Su vida como economista duró solo 14 años.
–Así es, pero sus obras y su correspondencia fueron publicadas en 11 tomos, en la monumental labor encarada por Piero Sraffa, quien afirmó: “El caso de Ricardo es quizás el único en la historia de la literatura económica en que los documentos, cartas y discursos de un pensador tienen una unidad temática tal que permite su reproducción integral sin mermar su interés para el economista, a pesar de que sus obras y correspondencia se conservan casi en su integridad”. A propósito: A pesar de sus opiniones sobre Ricardo y Malthus, Keynes resultó fundamental en posibilitar la tarea encarada por Sraffa.
–Publicó un solo libro, Principios de economía y tributación, que vio la luz en 1817.
–Gracias a la presión ejercida por su gran amigo, James Mill. Se trata de un escrito breve (alrededor de 300 páginas), que sorprende por su estilo “moderno”, es decir, compacto, preciso y riguroso, aunque sin gráficos ni ecuaciones. La obra comienza textualmente así: “El producto de la tierra –todo lo que se obtiene de su superficie mediante la aplicación aunada del trabajo, de la maquinaria y del capital– se reparte entre tres clases de la comunidad, a saber: el propietario de la tierra, el dueño del capital necesario para su cultivo, y los trabajadores con cuya actividad se cultiva. Pero en distintas formas de sociedad, las proporciones del producto total de la tierra serán esencialmente diferentes, dependiendo de la fertilidad del suelo, de la acumulación de capital y de población, y de la habilidad, del ingenio y de los instrumentos utilizados en la agricultura. La determinación de las leyes que rigen esta distribución es el problema primordial de la economía política”.
–En una palabra, el PBI siempre es de pleno empleo, y lo que importa no es la evolución estacional o cíclica, sino la tendencial.
–Junto a lo cual cabe enfatizar que la preocupación distributiva planteada por Ricardo tiene que ver con la dinámica del sistema económico, no con un esquema de impuestos y subsidios.
–En este contexto planteó algunas cuestiones específicas.
–Así es, por ejemplo, la relación inversa entre salarios y beneficios, pero, como bien puntualiza Paul Anthony Samuelson, en un mundo de tres factores productivos. Esto deriva del hecho de que, para Ricardo, la renta de la tierra es intramarginal. No es que el precio de los productos agropecuarios es relativamente alto porque la renta es elevada, sino al contrario.
–También planteó la teoría del comercio internacional, basada en las ventajas comparativas.
–Inventó un ejemplo numérico entre dos países, Portugal e Inglaterra, y dos bienes, paños y vino. En dicho ejemplo la productividad absoluta en la producción de ambos bienes es mayor en Portugal que en Inglaterra. Una genialidad desde el punto de vista del marketing, porque su idea era convencer a sus compatriotas, de las ventajas del comercio internacional, a pesar de la mayor productividad laboral en Portugal.
–Fundamentando las ventajas de comprar granos en la Argentina.
–En Polonia. Recuerde que la obra es de 1817 y, hasta mediados de la década de 1870, la Argentina importaba granos. Recién en el último cuarto del siglo XIX se transformó en el granero del mundo.
–La teoría de las ventajas comparativas generó entusiasmos, pero también reparos.
–Javier Rafael Villanueva mostró la reacción que produjo en Estados Unidos. Los críticos de Ricardo apuntaron que la teoría basada en la inmovilidad internacional de factores productivos y movilidad internacional de bienes podía ser relevante en Inglaterra, pero que Estados Unidos requería complementar la tierra existente, con migración de mano de obra e inversiones extranjeras. Como también Canadá, Australia y… la Argentina.
–El capítulo 31, que recién aparece en la tercera edición de los Principios, se titula: “Sobre la maquinaria”.
–Donde corrigió un error contenido en la primera edición. Admitió que la introducción súbita y significativa de nueva maquinaria puede deteriorar la ocupación y los salarios; pero aclaró que este resultado surge del análisis de estática comparativa, mientras que la historia muestra que la incorporación de maquinaria es un proceso gradual, complementario de la mayor calificación de los trabajadores. De manera que Ricardo en modo alguno estaba en contra de la mecanización.
–Joseph Alois Schumpeter alertó contra el vicio o pecado ricardiano. ¿En qué consiste?
–En aplicar las recomendaciones que surgen de esquemas simplificados a realidades complejas. El peligro consiste en la nitidez que tienen las ideas ricardianas, en el contexto en el cual fueron formuladas. Por ejemplo: abrir una economía sin eliminar, simultáneamente, las distorsiones internas. La culpa no es de Ricardo, sino de quienes lo leen sin entender.
–Don Peter, muchas gracias.
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