Las grandes mineras apuestan al largo plazo
Pese a un mercado adverso, expanden su capacidad
La industria minera parece tener las manos llenas. Los precios de muchas materias primas se han desplomado en los últimos meses. Los costos de producción han subido en forma pronunciada. Las economías de dos de los principales clientes del sector, China y Estados Unidos, parecen encaminadas a una desaceleración y, en el caso de EE.UU., tal vez una recesión.
Pero las mayores mineras del mundo ni se inmutan y siguen volcando miles de millones de dólares en proyectos para expandir su capacidad de producción.
Ello se debe a que esperan que, a la larga, la demanda sea mucho mayor que en la actualidad o del nivel que podría alcanzar en los próximos dos años. A diferencia de sus competidores pequeños, que podrían tener que reducir sus operaciones o cerrarlas si las presiones sobre el sector no merman pronto, las grandes mineras parecen tener márgenes de ganancia suficientemente amplios y reservas de efectivo suficientemente grandes como para capear una tormenta.
A algunos inversionistas les preocupa que si las compañías siguen inflando la oferta de cara a una demanda incierta, los precios de las materias primas caerán más y las ganancias se desmoronarán. Tales inquietudes se reflejan en el descenso en los precios de las acciones mineras. Otros, no obstante, prefieren comprar selectivamente, con la creencia de que la estrategia de largo plazo de los grandes conglomerados mineros es acertada.
Los altos costos "hacen muy difícil traer nuevos suministros", dice Ian Ashby, presidente para mineral de hierro del gigante minero australiano BHP Billiton Ltd. "Hay una escasez de trabajadores calificados y cuellos de botella para neumáticos, camiones e insumos".
La inflación promedio para equipos y maquinarias para la explotación de mineral de hierro ha promediado 11% al año desde 2002, según la consultora McKinsey & Co. El costo de los enormes neumáticos empleados en la minería, por ejemplo, ha trepado a más de US$70.000 cada uno, dicen los ejecutivos de la industria, y apenas duran unos cuatro meses.
Entretanto, las restricciones laborales han hecho subir los salarios a más de US$100.000 al año para trabajadores como Wayne Rider, de 26 años. Hace tres meses, Rider ordenaba cajas en un depósito en Perth, Australia, ganando unos 40.000 dólares australianos al año, cerca de US$41.000. Ahora conduce camiones para la firma de servicios mineros NRW Holdings Ltd. por 120.000 dólares australianos al año. De todos modos, no es una labor que mucha gente quiera hacer, o al menos no la suficiente cantidad como para mantener bajos los salarios. Y conforme las mineras siguen expandiendo sus operaciones, crece la presión alcista sobre los salarios.
Algunas mineras están experimentando, o planean hacerlo, con camiones, trenes y perforadoras automatizados para controlar los costos de la mano de obra. Pero, a estas alturas, tales iniciativas son demasiado incipientes y de pequeña escala como para tener mucho impacto o ser consideradas prácticas o no.
Los costos de la energía, como la electricidad y el combustible, son otro gasto importante para las mineras. El alza en los precios de la energía, comparados con el año anterior, restaron US$95 millones a las ganancias de Rio Tinto PLC en los seis primeros meses del año.
Los mayores costos de producción son más difíciles de absorber cuando las compañías reciben menos por lo que venden. Los precios para entrega inmediata del mineral de hierro, empleado en la siderurgia y motor clave de ganancias para las grandes mineras, han caído 24% desde comienzos de septiembre, en gran parte debido a un descenso en la producción de acero de China. Otras materias primas industriales han experimentado declives de precios similares en meses recientes.
Las grandes mineras, sin embargo, tienen abundante efectivo para financiar su expansión. BHP planea invertir US$20.000 millones en grandes proyectos y exploración en el año fiscal que comenzó el 1 de julio, y más de US$80.000 millones para 2015. Rio contempla invertir US$14.000 millones en nuevos proyectos en 2012, frente a US$12.000 millones este año. Ambos gigantes dicen que necesitan expandirse para satisfacer la demanda de sus productos.
Tanto Rio Tinto como BHP prevén grandes incrementos en la demanda de China y otras economías emergentes en los próximos 20 años, a medida que progresan la industrialización y la urbanización en tales países.
BlackRock Inc. está aprovechando la debilidad en los precios de las acciones para aumentar su participación en ambas mineras. Evy Hambro, codirector de inversiones del equipo de recursos de BlackRock, critica el "cortoplacismo" de algunos inversionistas. En el caso de la minería, asegura, el largo plazo puede ser muy rentable.
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