Las ferreterías se suman al reclamo por falta de insumos por las trabas a las importaciones

Cada vez son más los sectores que se ven perjudicados por la falta de productos importados en la economía argentina. De hecho, según un estudio de la Cámara de Comercio (CAC), el 93% de las empresas asegura que se redujeron sus ventas e inventarios por este motivo. Y las ferreterías no son la excepción.

“Estamos sufriendo una crisis por falta de productos”, afirmó a LA NACION Sergio Raúl Angiulli, presidente de la Cámara de Ferreterías y Afines de la República Argentina (Cafara). Desde hace un año, las ferreterías vienen atravesando una “grave situación” ante el faltante de artículos importados que no pueden ser sustitutos en el mercado local, y así lo manifestaron en un comunicado a fines de 2022. Pero, en el último tiempo, el contexto empeoró, dejando al sector en un “estado crítico”, según explican.

El Sistema de Importaciones de la República Argentina (SIRA), creado por el Gobierno para administrar las compras al exterior dada la escasez de dólares, continúa generando demoras e inconvenientes que llevan al desabastecimiento de productos finales en los mostradores. Pero también tiene consecuencias negativas sobre la producción local, ante la dependencia de bienes intermedios del exterior para la industria nacional.

“El sector atravesó varias etapas desde mediados del año pasado, en octubre se agravó con el cepo a las importaciones, que generé que se acumulen pedidos y se retrasen las entregas. Pero con la implementación del SIRA se triplicaron por diez los problemas, pasan meses enteros en que a nuestros proveedores no les aprueban las solicitudes”, afirmó Hugo Said, dueño de la empresa Segufer, una ferretería con casa central en Barracas y con sedes en cuatro provincias.

Clavos, tornillos, alambres, máquinas eléctricas, cerraduras de alta calidad, herrajes, acero, titanio, adhesivos industriales, caños de cobre, soportes para televisores, herramientas manuales, repuestos para máquinas son algunos de los insumos que faltan en el sector. En el último relevamiento realizado por Cafara entre sus miembros, el 60% de los encuestados aseguró tener entregas “acotadas, en cuotas o falta de reposición”.

Desde la cámara encuentran el principal motivo en la escasez de divisas extranjeras de la economía y las consecuentes trabas que establecidas desde el Gobierno. “Los importadores no pueden hacerse de los dólares oficiales, por lo que se ven obligados a recurrir al mercado paralelo, cuentas en el exterior u otros ardides para poder traer mercancías a la Argentina”, aseguró Angiulli.

Las complicaciones que enfrentan los importadores y los distribuidores se trasladan, además, al precio final de los productos. Según información de Cafara, el consumidor final y el industrial, además del ajuste por inflación del 98,4% del 2022, paga un 20% más cara por las mercancías.

Para Said, la habilitación que otorgó el Gobierno que permite a los importadores adquirir mercadería con divisas extranjeras propias promovió el alza de precios, al tratarse de divisas extranjeras que fueron adquiridas al valor del dólar CCL y MEP, que presentan una gran brecha con el oficial. “Tenemos un desorden y caos, el ferretero industrial no tiene un precio de mercado para sus productos, todos los contratos que daban estabilidad y ritmo al negocio se han caído”, agregó.

Las continuas modificaciones en las política de importación generan desincentivos para los ferreteros, dicen en el sector. “Los proveedores nos comentan que les cambian las reglas de juego con el barco en camino a la Argentina, lo que nos frena las operaciones de compra y quita las ganas de incursionar en el negocio”, comentó Juan Manuel Onorato, dueño Ferretería JF, ubicada en Glew y con una sucursal en Lomas de Zamora.

Pero las complicaciones también aparecen en el mercado local. “Algo que es tan simple como el clavo y el alambre, que lo fabrican en San Nicolás, también está faltando”, afirmó Silvia Zonta, dueña de una ferretería familiar con más de 35 años de la localidad de Villa Gobernador Gálvez, en Santa Fe. Y aseguró que el faltante de productos nacionales se debe a que, a pesar de la brecha cambiaria, a los fabricantes les conviene exportar la mercadería que venderla en el país.

Frente a los elevados, fuentes oficiales de la Secretaría de Comercio afirmaron a LA NACION que recibieron las consultas de las cámaras de todos los sectores y que se encuentran trabajando sobre los casos que presentan inconvenientes de faltantes de insumos importados.

Sin embargo, Angiulli aseguró que aún sigue esperando la reunión con el secretario de Comercio, Matías Tombolini. “Hace dos meses le escribí un correo electrónico, pero ni siquiera recibí una respuesta de que no nos puede atender. En otras oportunidades hemos tenido contacto, pero siempre sucede cuando los problemas no son tan graves”, comentó.

Aseguró que el sector tiene posibles soluciones para presentarles al secretario de Comercio. “Al Gobierno le faltan dólares y en la cadena de valor ferretera hay guardados, que se podrían volcar al mercado para traer los insumos que faltan. Estarían dispuestos a realizar esa inversión para traer la mercancía que van a vender, pero con la garantía de poder recuperarlos”, aseguró.

Ante la prolongación del faltante de insumos, y con el objetivo de mantener los niveles de venta, el sector se vio en la necesidad de anexar nuevos rubros. “Nuestro negocio es amplio y nos permite sumar nuevos productos. La última vez incorporamos dos líneas de artículos importados de herramientas de alto y bajo costo, para apuntar al consumidor de menor poder adquisitivo”, explicó Zonta.

Faltantes que podrían golpear a un sector clave

Los insumos importados que faltan de las ferreterías también escasean en corralones de materiales y esto impacta en la construcción. Es un sector clave para la reactivación económica esperada en el año electoral.

“El problema central es la escasez de dólares de la economía que hace que el Gobierno imponga una serie de medidas restrictivas que impiden que se importen los materiales necesarios”, afirmó el presidente de la Cámara Argentina de la Construcción (Camarco), Gustavo Weiss.

Desde la cámara afirman, desde mediados de 2020 hasta el año pasado, el sector tuvo una tendencia de crecimiento. Sin embargo, en los últimos cuatro meses presentó una caída en el nivel de la actividad. El último Informe de Sintético de la Actividad de la Construcción (ISAC), publicado en enero por Indec, mostró que en noviembre de 2022 hubo una baja interanual de 1,5% y que versus octubre cayó 0,5%.

Weiss afirmó a LA NACION que la semana pasada mantuvo una reunión con el secretario de Comercio en donde acordaron que la cámara presentaría la problemática que afronta el sector para que el Gobierno “se ocupe en función de las prioridades, gestionando el SIRA para que funcione con mayor dinamismo”. Y destacó que, a pesar de la buena voluntad del Gobierno, muchas de las promesas “no se han llegado a implementar y son motivo de discusión permanente”.

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