Las estrategias de las empresas para sobrevivir al cambio constante
En un encuentro organizado por LA NACION, ejecutivos de compañías de diferentes rubros y referentes de la creatividad compartieron sus puntos de vista y sus experiencias al frente de los procesos de transformaciones
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Para dar un paso al costado de la coyuntura argentina, para conocer a quienes rompen los moldes en el desarrollo de los negocios y aplican nuevas fórmulas, y para descubrir qué puede adoptarse de las nuevas ideas que recorren el mundo, LA NACION reunió a referentes de diferentes ámbitos en su octava edición del encuentro sobre Innovación.
En forma contraria a la creencia popular de que para innovar hay que tener un proyecto magistral, el presidente y CEO de KPMG Argentina, Néstor García, dijo que se trata de descubrir que hay “procesos que uno puede hacer de manera diferente, más eficiente”, logrando que las personas que trabajan “se sientan más contentas haciendo” sus tareas. Consideró también que estas dinámicas de cambio llegaron “para quedarse y mantener vivas a las organizaciones”. Por otro lado, desterró otro mito urbano relacionado con la innovación: “No todo está atado a la tecnología”, sostuvo, en un diálogo con José Del Rio, secretario general de Redacción de LA NACION.
En otro plano, el ejecutivo analizó que “al principio de la pandemia hubo desequilibrios, porque las industrias que estaban más preparadas sacaron ventaja”. Pero ahora, agregó, “todas las industrias están trabajando en el tema”. Entre los sectores destacados, mencionó el caso de algunos servicios financieros y e de la industria energética, dos rubro que, según consideró, están a la vanguardia de los cambios.
Martín Sciarrillo, director de Tecnología y CTO de Microsoft Argentina, compartió la experiencia que, en materia de reforzar el uso de tecnologías, significó la pandemia para la firma. “En Microsoft estábamos acostumbrados al trabajo remoto, pero en la relación con los clientes se generó una base tecnológica fuerte [a partir de la llegada del Covid]. Los clientes que no tenían noción del trabajo remoto tuvieron que migrar sus formas de operar de la noche a la mañana. Estamos acompañándolos a acomodar esos cambios que ocurrieron rápidamente”, explicó.
La empresa, que tiene clientes de diversos tamaños, tiene el desafío de adaptarse a diferentes necesidades. “La nube está pensada para que sea capitalizada por las pymes y uno de dos empleados ahora tiene acceso a las mismas herramientas que una multinacional”, contó.
En la empresa Natura, el trabajo remoto transformó los canales de venta de productos, dada la costumbre de usar catálogos físicos que llevaban a los domicilios de los potenciales compradores. Santiago Del Giudice, gerente de E-commerce, contó cómo ayudó al negocio la digitalización de los folletos por la pandemia: “Fue un crecimiento exponencial, pudieron vender a cualquier punto del país. Ahora, cada revendedor crea su sitio de manera gratuita y mantiene las ganancias del negocio tradicional. Pasamos de 50.000 a 130.000 personas”.
Probar nuevos canales de venta y reinventarse
Del Giudice introdujo el concepto de omnicanalidad. “Es estar en donde el consumidor quiere. Cuando hablamos de Natura tenemos la venta directa tradicional, la expansión al e-commerce y también las tiendas para quienes quieren esa experiencia e inmediatez”, dijo.
Por su parte, Esteban Lypynskyj, gerente de Proyectos e Innovación de Mirgor, describió los dos ingredientes que considera fundamentales para un proceso de innovación como el que vivieron. “Por un lado, la organización tiene que comprender su tolerancia al fracaso. Por el otro, es importante que el equipo tenga ganas de desafiar el status quo”, dijo. Además, explicó los cinco pasos que sigue Mirgor para la elaboración de una nueva solución. El primero consta de explorar y comprender lo que se está abordando. Luego se genera una definición. En tercer lugar, se crea un prototipo de esa idea, para ver si responde a la solución que se está buscando, que por último se somete a un caso de negocio, y se la implementa.
A su turno, Martín Ticinese, presidente de la Cervecería y Maltería Quilmes, una compañía con 130 años en el país, comentó que el objetivo propuesto es “dejar de ser una compañía unidireccional, para pasar a un esquema de plataforma abierta y llegar a nuestros clientes y consumidores de una manera distinta y digitalizada”.
Según el ejecutivo, “la mirada colaborativa es esencial para poder innovar”. Al corto plazo, dijo que la empresa trata de invertir solo cuando tiene soluciones probadas: “No hay que enamorarse de una sola solución; hay que tener un set de soluciones”.
Apuntes en la agenda del futuro
Según la bióloga e investigadora del Conicet Marina Simian, a nivel mundial hay una revolución de la biotecnología que está llegando a nuestro país.
“En la Argentina tenemos una tendencia a dejar todo en papers, que son muy buenos, pero tenemos dificultad para transferir lo que dicen a la sociedad”, contó la investigadora. La CEO del laboratorio Oncoliq hizo memoria de los primeros tiempos del proyecto, que cofundó para llevar una teoría a la práctica. En 2014, contó, la convocaron de un laboratorio y le ofrecieron la misión de confeccionar un kit para detectar cáncer de mama, de próstata y otras enfermedades oncológicas en forma temprana, a partir de un examen clínico. Con esfuerzo, consiguieron financiamiento de diferentes fuentes, como la Fundación Williams, el fondo de Bioceres, la provincia de Santa Fe y el Ministerio de Ciencia y Tecnología.
Por su parte, Diego Bleger, socio líder de Advisory en KPMG Argentina, observó que hay mucha innovación en biotecnología y en educación. “Después de la pandemia, la gente está buscando calidad de vida y quiere llegar a una edad avanzada de una buena forma”, expresó, en relación con el objetivo que tienen muchas de las nuevas investigaciones
La innovación implica enfrentarse al desafío del cambio. El ejecutivo de KPMG aplaudió la gran capacidad de los argentinos: “Somos dúctiles y resilientes a los cambios de la macro”. Y en eso se basó para decir que todas las startups argentinas tienden a sobresalir a nivel mundial.
A Javier Anaya se le prendió la lamparita, para poder concretar luego una innovación, cuando en un viaje en colectivo vio a una mamá calmar a su bebé con el teléfono. Después de estudiar el mercado en español, se encontró con que no había mucho desarrollado sobre el tema, y decidió emprender. Creó Sense of Wonder, un hub de contenidos para público familiar, infantil y juvenil de Iberoamérica. Su producto estrella, “Leoncito Alado”, es un canal de dibujos animados en YouTube, que logró más de 1,5 billones de vistas y 3,7 millones de suscriptores, que ya llegó a Netflix y próximamente estará en Amazon Prime.
Respecto de los futuros proyectos, Anaya contó sobre los podcast basados en la práctica del mindfulness para chicos, que les enseñen a respirar, algo que considera muy importante en el marco de la pospandemia. “Me encanta que todo lo que hago sea gratuito y democrático, para que más personas puedan acceder a estos contenidos; eso es innovar”, sentenció.
Preparase para un mañana que, en realidad, ya llegó
La movilidad es uno de los rubros en los cuales más se innova en el mundo. En el caso de Volkswagen, lograron que el contacto del cliente con los concesionarios sea completamente virtual, de principio a fin. Para facilitar la interacción, crearon una aplicación que asiste con la selección de los productos.
“Volkswagen Experience es una app que puede descargar el cliente y conocer los últimos lanzamientos, verlos vía streaming, manejar el auto, decidir de qué color lo quiere, probar las distintas combinaciones desde su casa”, detalló María Ángela Stelzer, directora de Asuntos Corporativos, Legales y Públicos de la empresa en Argentina.
La compañía que camina hacia un futuro eléctrico, autónomo, amigable con el medio ambiente, invirtió más de US$73.000 millones a nivel global para producir autos 100% eléctricos, llegar a ser carbono neutral para 2050 y tener 70 modelos de vehículos completamente eléctricos para ese mismo año.
Mientras tanto, en un mundo tradicionalmente estático como el del real estate, algunas empresas buscan destacarse con innovación. “En la medida en que los gestiones de la mejor manera, los datos van a generar menor incertidumbre, evitar riesgos y lograr un negocio más eficiente, siempre hablando en relación al cliente”, definió Alejandro Winokur, socio y director del Área Industrial de la firma Newmark Argentina. Sin embargo, el desafío radica en cómo procesar las enormes bases de información. “Necesitás customizar en base a las necesidades del cliente, en base a su ADN”, resolvió.
En los últimos años, el futuro del mercado de espacios instaló nuevos términos, como “flexible” e “híbridos”. Para Winokur, “el recurso humano dejó de ser un commodity y ahora tenemos la necesidad de interactuar, de dejar el lugar histórico para tener experiencias de trabajo”, concluyó.
En la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, un proyecto busca la innovación desde su nombre. El Parque de la Innovación es un proyecto oficial de 12 hectáreas ubicado en el barrio de Núñez –el 60% de ese espacio ya está subastado y vendido–, que se inaugurará en 2023.
En el marco de una búsqueda de espacios para estar a la vanguardia, se busca armar un hub donde haya un ecosistema en el que puedan cumplirse diferentes objetivos, según describió Luis Bullrich, titular de la iniciativa desde el año pasado: “Que los vecinos tengan un espacio público al cual ir, que puedan asistir a charlas, que lo puedan usar los emprendedores, que éstos tengan un espacios para trabajar, un laboratorio donde poder probar, y que los docentes puedan enseñar”. Al participar en un panel, contó que uno de sus objetivos es “que ahí se gesten los principales desafíos de la Ciudad, del país y de la región”.
Bullrich también comentó que se está trabajando en un proyecto “para tener un showroom en el metaverso, al cual entendemos como una enorme oportunidad”. Ese desarrollo sería una alternativa para asistir a las distintas actividades que se realicen en el parque de forma virtual, a través de avatares.
En el aire, la innovación también está presente. En la empresa de viajes Despegar, para tratar de entender las necesidades del cliente se analizan millones de datos diariamente “con procesos de machine learning y big data, para hacer la propuesta de valor y buscar el vuelo para cada persona”, según afirmó Josefina Schaer, gerente Regional de Relaciones Institucionales de la compañía. Parte del incentivo que llevó a hacer esa tarea es que la competencia a nivel mundial está “a la distancia de un clic”, por lo que se ve como algo clave la customización de sus propuestas de valor.
Por eso, agregó Schaer, se apuesta por un programa de fidelización para lograr que los clientes vuelvan a contratarlos. “La innovación es relevante, porque no es solamente qué producto vendemos, sino también cómo lo vendemos, cómo hacemos accesibles los viajes, buscar formas de financiarlos y presentarlos”, concluyó la ejecutiva.
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