Las empresas tecnológicas redoblan su cortejo a los ‘nerds’
En los campus universitarios de Estados Unidos, los más nerds están siendo tratados como deportistas estrella.
Para Maxwell Hawkins, que estudia informática y arte en la Universidad Carnegie Mellon, la ocasión tuvo lugar en marzo. Una firma de reclutamiento del sector tecnológico le envió una carta instándolo a abandonar su segundo año de estudios y llevar sus talentos a una nueva empresa.
"Trabajo para el fundador e inversionista de capital semilla de PayPal, Palantir y Facebook", escribió Paterson Conway, un reclutador de Goodwyn/Powell, con sede en California. "Me pidieron ayuda para identificar el equipo fundador de una nueva empresa".
El auge de la tecnología ha creado una escasez aguda de ingenieros y desarrolladores de software. La industria ha respondido siguiendo el manual de los profesionales del deporte: identificar jugadores prometedores y luego extenderles la alfombra roja para ganárselos.
Con el frenesí de las redes sociales en pleno desarrollo, los estudiantes prometedores ahora enfrentan el dilema de si permanecer en la universidad o convertirse en profesionales. Entretanto, quienes siguen en el campus disfrutan de comida gratis y otros regalos con que las empresas buscan conquistar sus corazones y mentes.
"Francamente, es muy bueno para mi ego", dice Hawkins, que decidió quedarse en la universidad y aceptar una invitación a hacer una pasantía en YouTube.
Los salarios iniciales de las compañías líderes para los graduados de informática de las mejores universidades van desde US$75.000 a US$100.000 al año, más bonificaciones de entre US$5.000 y US$15.000, según los reclutadores. Los nuevos empleados también reciben acciones y las estrellas hasta 1% de la nueva empresa.
La decepcionante salida a bolsa de Facebook demuestra que el mercado de las nuevas empresas de tecnología podría no ser tan lucrativo como todos creían. Pero muchos estudiantes piensan que vale la pena asumir el riesgo, dado el enorme potencial de crecimiento.
Stephen Poletto, que cursa su último año en la Universidad de Brown, cuenta que en la mitad de su tercer año comenzó a recibir llamadas de cazatalentos, reclutadores y ex alumnos que trabajan en tecnología. Agrega que las empresas usualmente invitan a los estudiantes a cenas en restaurantes de lujo, los transportan en limusinas, les dan efectivo e incluyen en rifas de iPads.
Google Inc. es particularmente activa en el campus. Brian Yee, un estudiante de maestría de la Escuela de Ciencias de la Computación de Carnegie Mellon, es uno de los 400 "estudiantes embajadores" del gigante de Internet en las principales universidades de todo el mundo que recibe un salario por ayudar a reclutar y difundir los productos de Google. En febrero, Yee invitó a 100 estudiantes a comer pizza y escuchar una charla sobre YouTube, que es propiedad de Google.
A partir del último trimestre, Google elevará el número de embajadores a más de 1.000 estudiantes en todo el mundo.
Mark Stehlik, vice decano de la Escuela de Ciencias de la Computación en Carnegie Mellon, dice que en algunos casos le conviene a un estudiante tomar una licencia para incorporarse a una nueva empresa. Sin embargo, para la mayoría es mejor terminar sus estudios, opina.
Las grandes firmas no son las únicas que cortejan a los estudiantes. Peter Thiel, inversionista multimillonario de Facebook, ofrece becas de US$100.000 a 20 estudiantes para que dejen la universidad y trabajen en proyectos revolucionarios.
Las pequeñas empresas también están aumentando sus esfuerzos de reclutamiento, aunque están lejos de participar de una pelea justa. En febrero, la firma de capital de riesgo Highland Capital Partners, envió ejecutivos para entrevistar candidatos en la Universidad de Michigan. Después de reunirse con 100 estudiantes, cinco aceptaron ofertas.
Algunas empresas se apoderan de talentosos programadores incluso antes de que lleguen a la universidad. Luke Weber apren-dió por sí sólo a diseñar juegos de computadora en la escuela secundaria y se convirtió en uno de los colaboradores más populares de Roblox Corp., una empresa que permite a sus suscriptores jugar títulos desarrollados por sus usuarios. En junio pasado, después de graduarse, Roblox le preguntó si quería grabar algunos videos para enseñar a la gente cómo hacer juegos. Los videos se convirtieron en un trabajo de diseño y Weber es a los 18 años el empleado más joven de la compañía.