Las empresas se preparan por si acaso
Evalúan hacer nuevas reestructuraciones y ajustarse a un crecimiento más moderado
A pesar de registrar un nuevo trimestre de robustas ganancias, numerosas grandes empresas preparan el camino para emprender reestructuraciones.
En una señal de que los ejecutivos advierten un sendero pedregoso por delante, muchos fabricantes provisionan dinero para financiar medidas destinadas a reducir costos y optimizar operaciones. Tales iniciativas podrían incluir despidos y cierres de fábricas, en momentos en que las empresas tratan de recortar gastos de cara al lento crecimiento de los ingresos que prevén para 2012.
El grupo industrial y de salud Danaher Corp. anunció la semana pasada que planea duplicar a US$100 millones su presupuesto de reestructuración para el cuarto trimestre puesto que "es probable que el entorno sea más difícil en el futuro". United Technologies Corp. añadió recientemente US$100 millones a su presupuesto de reestructuración para este año, que ascendió a US$300 millones. Honeywell International Inc. reveló que destinará cerca de US$300 millones en ganancias provenientes de la venta de activos para financiar una nueva reorganización.
"Todos leemos los titulares", expresó la semana pasada Larry Culp, presidente ejecutivo de Danaher. Ante la incertidumbre en torno a 2012, es "mejor estar preparado para lo que pueda ocurrir que posponer la que consideramos una acción muy prudente", añadió Culp en una conferencia telefónica con analistas.
El peligro, según los especialistas, es que en una economía frágil, las precauciones que están tomando las empresas para capear las débiles ventas podrían ahuyentar al mercado, lo que atentaría, a su vez, contra la recuperación económica en los precisos momentos en que empiezan a surgir señales de mejoría.
"El consumo no da señales de vida, la construcción no da señales de vida, de modo que el sector industrial se repliega, así que no tenemos mucho en que apoyarnos", opina Jeff Sprague, director ejecutivo de Vertical Research Partners, una firma independiente de investigación.
No obstante, Sprague advierte que no es hora de sacar conclusiones demasiado amplias sobre los planes empresariales, puesto que las grandes compañías se enorgullecen de no ser tomadas por sorpresa. Además, siguen invirtiendo en investigación y desarrollo y realizando gastos de capital.
Hasta el momento, hay pocos indicios de que se avecinan despidos masivos, excepto en el sector financiero, donde empresas que van desde Merrill Lynch a HSBC Holdings PLC, han anunciado miles de recortes de empleos.
Entre las empresas industriales, General Electric Co. procura hacer más eficientes sus operaciones administrativas, en particular fuera de Estados Unidos, a pesar de que no tiene en curso una amplia reestructuración.
Tras el lento proceso de recontratación que tuvo lugar luego de los despidos realizados durante la recesión, las empresas estadounidenses ya no tienen tanto donde recortar. Sin embargo, todavía buscan maneras de optimizar sus operaciones y exprimir la rentabilidad, lo que podría implicar altos costos iniciales, tales como paquetes de indemnización por despido.
La prisa para reservar más fondos de reestructuración tiene lugar durante la temporada de ganancias, que parece marchar bien. Entre las 135 empresas del índice S&P 500 que ya han divulgado los resultados del tercer trimestre, 69% han superado las expectativas, según Thomson Reuters. Las utilidades han aumentado un promedio de 14,7% en relación con el mismo lapso del año anterior, y los ingresos lo han hecho 9,8%, gracias a las ganancias de las empresas de energía y materiales.
Howard Silverblatt, analista de S&P, prevé que las ganancias de las empresas estadounidenses en el cuarto trimestre se acerquen a los resultados del segundo, el mejor de la historia.
Sin embargo, las compañías que hacen pronósticos para los últimos tres meses del año han mostrado un tono más bien negativo. De las 27 firmas que han entregado previsiones, 19 esperan un cuarto trimestre más débil, según Thomson Reuters.
David Anderson, director financiero de Honeywell, sostiene que la estrategia de su empresa es ajustar sus gastos a un crecimiento más moderado. "La mayor parte de lo que estamos haciendo es realinear nuestra huella de fabricación en varias de nuestras empresas para mejorar su estructura de costos", expresó Anderson en una entrevista. "Pensar en eso como una oportunidad para hacer más con menos", añadió.
Honeywell, que cuenta con 30 plantas de ventas y centros de servicio al cliente en todo el mundo, planea reducir el número a menos de ocho, y el resto localizado cerca de mercados clave, como India, China y Europa occidental. El cierre reducirá el gasto de la empresa en computadoras, así como su necesidad de personal de apoyo administrativo.
La medida eliminará 1.500 empleos, que se suman a los 5.500 puestos que Honeywell Hasta el momento, a pesar de todos sus problemas, la economía de EE.UU. ha demostrado ser sorprendentemente resistente. Sin embargo, hasta los mejores luchadores pueden resistir hasta cierto punto antes de ser paralizados.
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