Las empresas industriales se ajustan el cinturón en Europa
Las turbulencias financieras que sacuden a los gobiernos y los bancos europeos también nublan un panorama de por sí sombrío para las empresas que operan en la región.
A pesar de que el último paquete de medidas para contener la crisis, acordado la semana pasada por los gobiernos de la zona euro, parece haber evitado de momento un colapso financiero, muchas compañías ya habían empezado a sufrir daños. La creciente incertidumbre sobre cómo se resolverá esta situación, sumada a la crisis financiera y una recesión global, hace que los consumidores lo piensen dos veces antes de abrir la billetera.
Como resultado, muchas empresas locales y multinacionales que operan en Europa están reduciendo la producción, recortando costos y reorganizando su estructura. Estos cambios reflejan una preocupación muy extendida de que Europa Occidental podría caer en un período prolongado de postración económica. Esto complica los planes de las empresas para aumentar sus ventas a los niveles a los que se habían acostumbrado.
La recuperación económica de Europa ha sido desigual desde la crisis financiera de 2008. Los países con los mayores niveles de deuda o que tuvieron burbujas crediticias o inmobiliarias, como Grecia, Irlanda y España, están pasándolo peor, mientras que las principales economías de la zona euro han mostrado un desempeño más sólido.
Sin embargo, las últimas encuestas empresariales sugieren que lo mejor de la recuperación ya quedó atrás, incluso en Alemania y Francia, a medida que las empresas, las familias y los gobiernos recortan sus gastos.
Los economistas pronostican una nueva desaceleración del crecimiento, tras la pérdida de impulso de hace unos meses. Morgan Stanley prevé que el Producto Interno Bruto en la zona del euro crezca 1,7% este año y un anémico 0,5% en 2012. El banco de inversión estadounidense vaticina, en cambio, una expansión de 2% para Estados Unidos el próximo año.
Los principales fabricantes de camiones de Europa ya están implementando planes para frenar la producción en los próximos meses de cara a un crecimiento más lento. En las últimas dos semanas, ejecutivos de Volvo AB, AB Scania y Daimler AG han señalado que sus grandes clientes corporativos en el continente están dudando si hacer nuevos pedidos.
Scania planea disminuir su producción hasta en 15% a partir de noviembre. Volvo, a su vez, considera reducir su producción de camiones a partir de principios del próximo año, después de que su presidente ejecutivo, Olof Persson, pronosticó que las ventas de vehículos caerán 10% en Europa en 2012.
Las automotrices también están sintiendo los efectos de la menor actividad económica. Volkswagen AG, el mayor fabricante de autos de Europa, advirtió el jueves que la industria podría sufrir un declive mayor en Europa Occidental. "La precaria situación de la deuda en algunos países de la zona euro y el fin de los programas de subsidios tendrán un impacto negativo sobre la demanda de vehículos nuevos en muchos mercados de Europa Occidental", dijo su presidente ejecutivo Martin Winterkorn.
Si bien Volkswagen ha compensado el menor crecimiento en Europa con su presencia en China, Brasil, Europa del Este y otras economías emergentes, a las automotrices más orientadas al mercado local les va mucho peor. La francesa PSA Peugeot Citroën SA, que depende en gran medida de los mercados de Francia, Italia y España, anunció la semana pasada la suspensión de la producción en una planta en Eslovaquia. La segunda automotriz de Europa despedirá a 6.000 trabajadores, la mayoría en Francia, como parte de un plan para reducir 800 millones de euros (US$1.1300 millones) en costos.
"Las empresas nos dicen que sienten que va a ser una recuperación larga y dolorosa", explica Nicholas Schott, ejecutivo de de Lazard Ltd a cargo de banca de inversión en Europa y el Reino Unido.
Con todo, no todo es pesimismo y problemas en Europa. Durante los primeros nueve meses de 2011, los consumidores en Alemania, la economía más grande y fuerte del continente, mostraron que todavía tienen mucho dinero ahorrado, al registrar 2,2 millones de autos nuevos, un alza de 10,8% frente al mismo lapso de 2010. La demanda por muchos productos caros sigue siendo robusta. Barco NV, fabricante belga de pantallas para estadios, equipos de mamografía y otros fines registró la semana pasada un alza de 9,2% en los pedidos del tercer trimestre respecto de igual lapso de 2010.
El estado de ánimo de las empresas en Europa no es de extrañar dado el débil panorama macroeconómico de la región. Incluso antes de que se agravara su crisis de deuda soberana, las compañías ya estaban pasando apuros para impulsar el crecimiento en un abanico de mercados maduros, muchos ya saturados.
The Wall Street Journal