Las dudas sobre los bancos españoles sacuden los mercados
LONDRES—Los temores de que España no sea capaz de rescatar a su atribulada banca ahuyentó a los inversionistas de los bonos del país y precipitó una caída generalizada de las bolsas y el euro, lo que dejó a la moneda común en su estado más precario en meses.
Las preocupaciones de que la cuarta economía de la zona euro sucumba a una crisis bancaria intensificaron la percepción de que a las autoridades, desde líderes gubernamentales a banqueros centrales, se les están agotando las opciones para contener la crisis.
Los principales mercados bursátiles de Europa cayeron. La Bolsa de Atenas perdió 3,2% y el índice de referencia de la Bolsa de Madrid cerró con una baja de 2,6%. El euro, mientras tanto, descendió a US$1,23.
La pérdida de las bolsas y del euro fue la ganancia de los activos más seguros, donde se refugian los inversionistas cuando arrecia la tormenta. Los precios de bonos del Tesoro alemán y del Tesoro estadounidense registraron grandes alzas, ante la mayor demanda de los inversionistas, lo que hizo caer sus rendimientos. La tasa del bono estadounidense a 10 años cayó a 1,627%, un mínimo histórico; la del bono alemán de igual plazo descendió a 1,273%.
Lo más preocupante es que el rendimiento de los bonos españoles a 10 años se disparó y alcanzó los niveles de noviembre, antes de que el Banco Central Europeo interviniera con un gigantesco paquete de créditos para los bancos para aliviar la crisis. El retorno de la deuda de España a 10 años se ubicó en 6,66%, según Tradeweb.
En otras palabras, el billón de euros (millón de millones) que el BCE prestó a los bancos de la zona euro no pudo revertir la fuga de la deuda española que amenaza el futuro de la zona euro. El brazo ejecutivo de la Unión Europea propuso el miércoles una "unión bancaria" para facilitar la carga que los rescates bancarios imponen a los países con problemas financieros, pero Alemania inmediatamente se opuso (ver nota relacionada).
Incluso Italia, que había visto una mejoría de la confianza tras la intervención del BCE, se está debilitando. El país realizó el miércoles una emisión de deuda de 5.700 millones de euros en medio de una demanda más bien tenue. En la subasta de bonos a 10 años, Italia pagó 6,03% , una tasa más alta que en la subasta del mes previo.
La estampida en los mercados de renta fija es particularmente inquietante debido a que el programa de préstamos del BCE fue la medida más audaz adoptada por las autoridades en más de un año. Hay poca evidencia de que los países europeos o los banqueros centrales hayan preparado otras medidas.
"Los mercados financieros se preguntan qué es lo que les queda en su arsenal", dice Bill Gross, fundador y codirector de inversiones del fondo especializado en renta fija Pacificic Investment Management Co. (Pimco), una filial de la aseguradora alemana Allianz SE.
Grecia, el principal problema de la zona euro, se alista para celebrar elecciones clave el 17 de junio, y un nuevo sondeo mos-tró el miércoles que Syriza, un partido de izquierda, sigue a la cabeza. Syriza ha criticado las severas medidas de austeridad impuestas por la zona euro como condición de un rescate. Muchos inversionistas creen que una victoria de Syriza podría precipitar un enfrentamiento entre Grecia y la zona euro y desembocar, en última instancia, en un divorcio de la unión monetaria.
Los inversionistas se están retirando de los países débiles como España e Italia para ingresar a los más sólidos, en una fuga de capital y depósitos bancarios que parece inexorable. Sin compradores para su deuda soberana, países como España e Italia se quedarán sin fondos. Hasta ahora, el BCE había provisto a los bancos el dinero para comprar la deuda de sus respectivos gobiernos. Pero esto también está dando muestras de agotamiento.
En cierto sentido, los préstamos del BCE han financiado la venta de deuda soberana española de los inversionistas extran-jeros a los bancos locales. Esto estrecha la interdependencia entre las instituciones financieras y sus gobiernos.
Los riesgos de una relación tan cercana están a la vista. España anunció la semana pasada una inyección de 19.000 millones de euros en Bankia SA. Inicialmente, la medida animó los mercados, pero las preguntas sobre cómo se financiaría la operación no demoraron en llegar.
El martes, funcionarios del BCE sugirieron que se opondrían a cualquier intento de financiar la recapitalización de Bankia a través de las líneas de crédito del banco central de España, según personas al tanto de la situación. El miércoles, el BCE dijo que no había sido consultado por el gobierno español, pero que estaba "dispuesto a ofrecer asesoría". Los mercados no están muy convencidos. La acción de Bankia cayó 8,6% el miércoles.