Las claves del paquete fiscal para que el Gobierno alcance el superávit
Los cambios en Ganancias y Bienes Personales le permitirán al Ejecutivo restituir ingresos por 0,3% del PBI a las provincias y por 0,2% al Tesoro, según la consultora económica Equilibra
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Cambios en el monotributo, moratoria fiscal, blanqueo de capitales y restitución del impuesto a las Ganancias a la cuarta categoría. Esas son algunas de las modificaciones que el Gobierno está intentando llevar adelante con el nuevo proyecto de reforma fiscal, que presentó ante el Congreso la semana pasada y tuvo dictamen ayer. Es una iniciativa que le permitirá al Estado Nacional recaudar más impuestos y así intentar alcanzar superávit fiscal en los meses siguientes.
El lunes por la noche, el Presidente decidió contar por cadena nacional que el Sector Público tuvo en marzo un superávit financiero (es decir, el resultado tras el pago de intereses) de $276.638 millones. Se trató de una desaceleración frente a los $338.112 millones de “ahorro” que dejó febrero y los $518.408 millones de enero, meses que suelen tener una estacionalidad favorable para el Gobierno. Así, en el primer trimestre del año hubo superávit fiscal financiero por $1,13 billones (equivalente al 0,2% del PBI), el mejor balance fiscal desde 2008.
De acuerdo con la consultora económica LCG, la base de la mejora del resultado fiscal respondió enteramente al ajuste del gasto, con una caída del 35% anual en términos reales. Este número multiplica por más de siete el deterioro que vienen registrando los ingresos, afectados por el contexto recesivo y por la eliminación del impuesto a las ganancias para la cuarta categoría, ya que cayó un 5% anual real.
“Si bien destacamos el compromiso del equipo económico con el objetivo de alcanzar el equilibrio financiero en 2024, la estacionalidad del gasto y los ingresos juega a favor en el primer trimestre. Dicho de otro modo, era necesario obtener un superávit en el primer trimestre para contrarrestar los eventuales y típicos déficits de la segunda mitad del año”, advirtieron los analistas de Portfolio Personal de Inversiones (PPI).
La pelea con los gobernadores
En el primer trimestre del año, hubo dos impuestos que ayudaron a apuntalar la recaudación: los derechos de exportación (más conocidas como retenciones) y el impuesto PAIS. Ambos tributos, los cuales no se coparticipan con las provincias, aportaron más de cuatro puntos de suba real de los ingresos totales del Gobierno Nacional, de acuerdo con la consultora económica Equilibra.
Sin embargo, en el panorama general, la recaudación sufrió una contracción real del 9,2% interanual; en tanto, los giros a las provincias se redujo 15,2% anual. Pero con el nuevo paquete de reformas fiscales en el Congreso, el Gobierno busca poder cambiar la situación de cara a los próximos meses. “Esto permitiría restituir en 2024 ingresos por 0,3% del PBI a las provincias y por 0,2% al PBI Nacional”, estimaron desde la consultora económica.
Uno de los puntos claves del proyecto es la restitución del impuesto a las ganancias para la cuarta categoría. Luego de que el Congreso aprobara a finales de septiembre último una nueva reforma para que el tributo alcance únicamente a los trabajadores en relación de dependencia que superen los 15 salarios mínimos, vitales y móviles ($4.249.150 actuales), el universo de empleados y jubilados abarcados se redujo abruptamente. En ese entonces, se calculó un costo fiscal anual de 1 punto del PBI, el cual el 60% sería absorbido por las provincias.
Ahora, el proyecto que se debatirá en el recinto el lunes busca restituir el impuesto y fijar un mínimo no imponible (MNI) en $1.800.000 brutos (1.494.000 netos) para empleados solteros, y de $2.300.000 brutos ($1.981.278 netos) para empleados casados con dos hijos. El MNI volvería a niveles de agosto de 2023 en pesos constantes (cuando el entonces ministro de Economía y candidato presidencial, Sergio Massa, impulsó la primera reforma). No obstante, señalaron que no todos los trabajadores que pagaban entonces volverán a hacerlo, debido a que los salarios no acompañaron la inflación.
“La restitución del impuesto permitiría recaudar 0,7 puntos del PBI adicionales por año, de los cuales solo 0,3 puntos iría a las arcas del Tesoro Nacional. Dado que el proyecto aclara expresamente que la reforma no es retroactiva, la recaudación de ganancias solo sumaría 0,5 puntos del PBI adicionales en 2024, y los ingresos totales del Sector Público apenas un 0,2% del PBI en comparación al escenario en el que impuesto no se restituye”, calculó la consultora económica.
La reforma fiscal también se centra en los monotributistas. Busca aumentar tanto los niveles de facturación como la cuota mensual a pagar para quienes estén adheridos al régimen simplificado. Asimismo, se extienden los límites de facturación de locación y servicios, con nuevas categorías.
“Si bien el Estado aumentaría su recaudación producto de las mayores cuotas mensuales, estos cambios van a permitir que muchos monotributistas eviten pasar al régimen de responsable inscripto, que implica un costo entre seis y siete mayor al del monotributo. Es decir, en el agregado, no prevemos un significativo impacto fiscal de esta medida”, agregó el análisis.
Por último, habrá una fuerte baja de Bienes Personales, en caso de que se apruebe el proyecto oficialista. El Ejecutivo quiere eliminar el tratamiento de alícuotas diferenciales entre bienes locales y en el exterior, que se había incorporado durante la administración de Alberto Fernández, y modificar a escalas más progresivas. Las mismas se reducirían anualmente, hasta alcanzar una única alícuota del 0,25% para el período fiscal 2027.
“Si bien estas modificaciones tienden a impactar negativamente la recaudación del impuesto, se contrarrestaría de la mano de un potencial blanqueo de capitales y moratoria impositiva (también incluidas en el proyecto), a través de los cuales el Gobierno planeaba inicialmente recaudar 0,5 puntos del PBI adicionales”, cerró.