Las cadenas de electrodomésticos podrían sumarse a la tarjeta de Moreno

La Secretaría de Comercio Interior aseguró ayer que las principales cadenas de electrodomésticos "se sumaron" a la posibilidad de implementar una tarjeta de crédito "oficial" para realizar compras que impulsa esa dependencia.

"Las cadenas de electrodomésticos se sumaron a la tarjeta", indicaron desde la Secretaría de Comercio Interior a la agencia DyN, aunque no aclararon si se tratará de una tarjeta única "excluyente", como parece ser la iniciativa que el titular de esa secretaría, Guillermo Moreno , les comunicó a las cadenas de supermercados el viernes pasado.

Consultadas por LA NACION, las principales empresas de electrodomésticos prefirieron no pronunciarse oficialmente sobre el tema, aunque reconocieron que están dispuestas a aceptar nuevos medios de pago.

"Vamos a aceptar cualquier nuevo medio de pago", explicaron en una compañía del rubro.

El proyecto de tarjeta oficial fue anunciado por Moreno el último viernes, durante la reunión semanal que mantiene con varios sectores del comercio (la llamada "escuelita") y en un principio contaría con el apoyo de las cadenas de supermercados que buscan renegociar las comisiones que les cobran los grandes bancos en las operaciones con sus tarjetas de crédito y de débito.

Sin embargo, aún no se conocen los detalles de implementación de la medida, como por ejemplo si operará como una tarjeta única excluyente o si el nuevo plástico competirá con el resto de las tarjetas de crédito de los bancos o las de los propios supermercados.

Fuentes del sector de los supermercados consultados por DyN admitieron que "no está muy claro" aún el mecanismo, y señalaron que hasta el momento no hay fijada una fecha de reunión para analizar el tema.

Críticas

El proyecto ya despertó más de una polémica en el sector. La Federación de Almaceneros, Autoservicios y Polirrubros de Buenos Aires (FABA) rechazó la posibilidad de instrumentar la obligatoriedad de operar con una sola tarjeta de crédito en los hipermercados y supermercados y pidió que se bajen el gasto público y la presión fiscal.

"Esta imposición, además de ser excesiva en cuanto a la facultad reglamentaria que otorga la Constitución para el ejercicio del comercio, traería como consecuencia distorsiones perjudiciales a distintos sectores económicos y sociales", expresó la entidad en un comunicado de prensa.

La iniciativa también fue criticada por el ex diputado Héctor Polino, que es el autor de proyecto de la actual ley de tarjetas de crédito, sancionada en 1997 y modificada en 2004. Esta ley establece, entre otras disposiciones, que las comisiones aplicadas por emisores de tarjetas de compra y de crédito no deben exceder el 1,5 por ciento (en el caso de las tarjetas de débito) y 3 por ciento (para las de crédito).

"En lugar de avanzar por el camino del trámite tan engorroso de imprimir una nueva tarjeta y distribuirla en todo el país, sería mucho más útil que directamente el Poder Ejecutivo enviara al Congreso nacional un proyecto de ley modificando la ley de tarjetas y estableciendo un porcentaje menor, para que todas las tarjetas estén en un mismo pie de igualdad. Así, el consumidor se beneficiaría porque tendría mayores opciones", argumentó Polino.

Osvaldo Cornide, presidente de la Confederación Argentina de la Mediana Empresa (CAME), expresó: "Hay que buscar un mecanismo para que bajen las comisiones de las tarjetas hacia el sector productivo.El Estado, a través del Banco Nación, podría tener una tarjeta bien difundida, testigo, que en la competencia obligue a las tarjetas privadas a replantear sus comisiones".

CAVALLO JR. CRITICÓ EL CONGELAMIENTO
El investigador del MIT Alberto Cavallo reveló que una comparación que realizó durante cuatro años entre los índices oficiales de inflación de cinco países de América latina con los precios online de los principales supermercados, que releva diariamente en su sitio de Internet (www.inflacionverdadera.com), muestra un "desvío significativo" de casi 12% en el caso argentino. Sobre el congelamiento de precios dispuesto por Guillermo Moreno para frenar los aumentos, el economista, hijo de Domingo Cavallo, señaló que el Gobierno está intentando llevar adelante "una política fracasada en una escala más grande. Esto no es más que una táctica dilatoria".

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