LabPax se fue de aeroparque y mudan todos los vuelos regionales a Ezeiza

Dice la creencia popular que desarmar es más fácil que armar. Pero el Gobierno, Aeropuertos Argentina 2000 y LabPax desafiaron ese paradigma. Esa trilogía tardó casi 20 días desde que LA NACION publicó las irregularidades que se escondían detrás de los hisopados en Ezeiza para desarmar el sistema de testeos obligatorios que existía en el aeroparque porteño. Sólo para referencia del lector: se armó en horas, después de la decisión administrativa que firmó el jefe de Gabinete, Santiago Cafiero, a fines de marzo.

Pero, la imposibilidad de resolver las cosas no parece terminar en el cese de la actividad de LabPax. En esos 20 días entre el Gobierno y el concesionario no pudieron resolver quién y cómo hará aquellos estudios. Entonces cerraron Aeroparque para los vuelos internacionales y a falta de laboratorio, mandaron la operación a Ezeiza.

Detrás quedó la pista nueva, remodelada durante la pandemia, que se construyó para que sea apta para recibir aviones mucho más grandes y permitir tener más servicios regionales. Al menos por ahora, volverá a ser para vuelos internos.

“Desde las 00 de hoy, el laboratorio de testeos que funcionaba en Aeroparque, ha cesado su operación”, comunicó la concesionaria.

Y entonces agregó: “Para garantizar el control sanitario al ingresar al país y poder cumplir con la decisión administrativa 268 del 25 de marzo de 2021, las líneas aéreas que cuentan con vuelos regionales en esta terminal, trasladarán su operación al aeropuerto Internacional de Ezeiza con la aprobación de las autoridades aeronáuticas”.

Se enterró así, al menos por ahora, la regionalización del aeropuerto porteño, una decisión que empujó como nadie Aerolíneas Argentinas y que fue una de las primeras decisiones que tomó el exministro de Transporte, Mario Meoni, cuando asumió y empezó a desandar el camino que había marcado su antecesor, Guillermo Dietrich.

“El aeroparque Jorge Newbery recibe un promedio de dos vuelos regionales diarios, de Aerolíneas Argentinas, JetSmart y ParanAir. Stamboulian Servicios de Salud se encuentra realizando los procesos administrativos para asumir la Dirección Técnica de la operación de testeos para pasajeros internacionales también en Aeroparque. Una vez operativo el nuevo laboratorio, los vuelos regionales volverán al Aeroparque”, termina la comunicación de AA2000.

Ayer, varios empleados taparon con una lona blanca todos los logos de la carpa de LabPax que se ubica en un sector exclusivo para pasajeros que tienen que abordar vuelos nacionales o internacionales. Ahí, el precio del antígeno era de 4000 pesos y el PCR, rápido, de dos horas, de 6000. Varios destinos del interior del país piden esos estudios al llegar a la provincia.

El otro dispositivo de testeo estaba dentro del aeropuerto, después de hacer migraciones. En ese lugar, el test era obligatorio. Luego de pagar 2500 pesos, los pasajeros eran hisopados y, finalmente, se les colocaba una etiqueta de papel en la mano para identificar a los que ya habían pagado y se habían hecho el test. El último eslabón era esperar en una sala el resultado en el teléfono.

El domingo pasado, LabPax se despidió. Llegó un vuelo de Lima e hisoparon 106 pasajeros. Recaudaron 265.000 pesos. Un día después, guardó sus hisopos.

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