La Unión Europea se queja ante la OMC por las leyes de importación de Argentina
BRUSELAS—La Unión Europea tiene planes de presentar hoy viernes una queja ante la Organización Mundial del Comercio contra las regulaciones argentinas a las importaciones, como parte de un plan para presionar a la presidenta Cristina Fernández de Kirchner por las políticas económicas que ha implementado recientemente y que han causado la ira de las mayores economías del mundo.
Funcionarios de la UE aseguran que la decisión de Argentina el mes pasado de nacionalizar al productor de gas y petróleo YPF SA, una unidad de la petrolera española Repsol YPF SA, fue la más reciente de una serie de medidas del gobierno de Fernández de Kirchner que han afectado a los inversionistas y fabricantes extranjeros.
La queja que la UE presentará ante la OMC, el árbitro de las disputas comerciales, no mencionará la nacionalización de YPF, la cual no infringe las reglas de la organización, con sede en Ginebra, Suiza, según indicaron dos funcionarios europeos. No obstante, la nacionalización ha convencido a los funcionarios del bloque que se necesita tomar medidas más firmes para mejorar la deteriorada relación económica entre Europa y Argentina.
"Repsol fue la gota que derramó el vaso", dijo un funcionario de la UE al tanto de la queja y quien prefirió no dar su nombre debido a que el documento aún no es público.
La queja, que según el funcionario será interpuesta por la Comisión Europea, el brazo ejecutivo de la UE, dará inicio a un largo proceso en la OMC. El primer paso convoca a las dos partes a negociar. Si después de 60 días no logran llegar a un acuerdo, la OMC designará un panel de jueces para que escuchen los argumentos. Una decisión del panel podría tomar años. Después de esto, ambas partes tendrán la oportunidad de apelar.
Si la UE gana el caso en la instancia final, las reglas internacionales de comercio le permitirían imponer aranceles a los bienes argentinos. Eso tendría un poderoso impacto en el país austral: los 27 países de la UE son el segundo mercado para las exportaciones argentinas después de Brasil. La soya y otros productos agrícolas son los principales componentes de esta relación comercial.
La queja cuestionará las regulaciones y políticas que según la UE cierran el mercado argentino a las importaciones de bienes, dijo el funcionario europeo. Argentina requiere que los importadores obtengan una licencia del gobierno, la cual no se renueva automáticamente, para productos que van desde autos hasta electrónicos, un complicado proceso que según la UE desalienta a las empresas a comprar productos extranjeros.
Los importadores también deben registrarse con el gobierno argentino, el cual usa estos procedimientos para escrutar las actividades comerciales de los importadores y posiblemente presionarlos para que no importen más de lo que exportan, según el funcionario de la UE. El proceso es arbitrario, poco transparente y parece infringir las reglas de la OMC, aseguró el representante europeo.
En febrero, la comisión dijo que el sistema de licencias de importación de Argentina le costó US$147 millones a las empresas europeas entre enero y septiembre del año pasado. El gobierno de Fernández de Kirchner dice que las firmas se someten voluntariamente a limitar sus importaciones bajo el acuerdo de licenciamiento, aunque sus socios comerciales son escépticos al respecto. Es más, Argentina asegura que las reglas del comercio internacional, vigiladas por la OMC, dejan en desventaja a los países en desarrollo.
El ministro de Relaciones Exteriores de Argentina, Héctor Timerman, dijo en un comunicado después de una reunión el jueves con el director general de la OMC, Pascal Lamy, que los países más desarrollados mantienen prácticas proteccionistas en agricultura que "afectan seriamente al mundo en desarrollo", incluso a medida que caen los aranceles sobre los bienes industriales, para el beneficio de los países más ricos.
En marzo, la UE, Estados Unidos, Japón, Australia, Canadá y otros 10 países presentaron una fuerte declaración ante la OMC en la que criticaban las políticas de control de importaciones de Argentina.
Aunque la disputa por la nacionalización de YPF no será mencionada en la queja, la UE espera que eleve la presión sobre Argentina para que reconsidere la decisión. España y Argentina están librando su propia batalla legal bajo los términos de un acuerdo de inversión independiente entre los dos países.