La turbulencia hunde las bolsas y loscapitales buscan refugio en los bonos
Los mercados globales vivieron el miércoles una jornada no apta para cardíacos en la que el Promedio Industrial Dow Jones llegó a caer 460 puntos antes de repuntar parcialmente y los inversionistas se abalanzaron sobre los bonos del gobierno estadounidense, considerados una inversión de refugio.
El rendimiento del bono del Tesoro de EE.UU. a 10 años, referencia del mercado, cayó momentáneamente por debajo de 2%, su nivel más bajo en 16 años en lo que los operadores caracterizaron como su movimiento más violento en años. En tanto, el índice S&P 500, que agrupa a las mayores empresas que cotizan en EE.UU., borró todas las ganancias que había acumulado en 2014, antes de que el mercado revirtiera la tendencia y emprendiera un repunte parcial. Los precios del petróleo prosiguieron el miércoles la caída de los últimos cuatro meses. La cotización cerró a US$81,78 el barril en Nueva York y acumula un retroceso de 24% desde junio.
Las malas noticias económicas provenientes de Europa y EE.UU. sirvieron como telón de fondo del día más turbulento de Wall Street desde 2011, cuando arreciaba la crisis de la deuda europea. Los operadores indicaron que las violentas oscilaciones fueron magnificadas por los intentos de los fondos de cobertura e inversionistas de corto plazo por cerrar posiciones que estaban generando pérdidas
La jornada, que fue acompañada de un enorme volumen de transacciones tanto en acciones como en bonos, dejó atónitos a los operadores. "Muchos inversionistas, incluso los más avezados parecen obnubilados por las oscilaciones en los precios", reconoció Michael Purves, director de estudios de derivados de acciones para Weeden & Co.
Las ventas de acciones y la carrera para comprar bonos sólo acentuaron la tendencia de los mercados en las últimas semanas,
El Promedio Industrial Dow Jones retrocedió 173,45 puntos, 1,1%, y se ubicó en 16.141,74 en una sesión en que la llegó a perder 2,8%. El indicador registra un descenso de 852,48 puntos, un 5%, en las últimas cinco jornadas. La caída ha ido de la mano de una mayor volatilidad: el Dow Jones ha registrado movimientos de más de 1%, en ambas direcciones, durante siete ocasiones en lo que va de octubre, la mayor cantidad en casi dos años.
La desaceleración de la economía global, el riesgo de que Europa caiga en deflación y los coletazos de la brusca caída en los precios del petróleo (ver nota relacionada) han contribuido a poner fin a un largo período de relativa tranquilidad en los mer-cados globales.
Entre las causas inmediatas de las caídas del miércoles figuran un descenso de 0,3% en las ventas minoristas en EE.UU. durante septiembre y los bajos niveles de inflación en Alemania, que han intensificado los temores de que Europa caiga en deflación. El índice DAX, que abarca a las principales empresas alemanas que cotizan en bolsa, declinó 2,99% y el CAC 40, que agrupa a las empresas líderes de la Bolsa de París, perdió 3,6%.
La buena noticia es que después de varios días de ventas persistentes, hacia el final de la jornada aparecieron compradores. "Avanzado el día hemos observado posiciones más sólidas basadas en las valuaciones", dijo Eric Schlanger, responsable de renta variable en las Américas del banco británico Barclays.
El S&P 500 cedió 0,8% y el Índice Compuesto Nasdaq 0,3%. El S&P 500 acumula un descenso de 7,4% tras alcanzar un máximo histórico el 18 de septiembre.
Phil Orlando, estratega jefe de acciones de Federated Investors, que gestiona cerca de US$350.000 millones, les dijo a algunos de sus mayores clientes que las recientes caídas no eran motivo para entrar en pánico. "Hay que entender el panorama más amplio", señaló. "Si uno es un inversionista de largo plazo con la capacidad de mirar más allá de algunos años… esta es una oportunidad para comprar acciones que habían subido demasiado".
Las acciones de las aerolíneas se desplomaron luego de que trascendiera de que la segunda enfermera de Texas fue diagnosticada con el virus del ébola viajó desde Cleveland al Aeropuerto Internacional de Fort-Worth, Texas, la noche antes de que reportara los síntomas. Las acciones de United Continental Holdings Inc. cayeron 1,4% mientras que las de Delta Air Lines Inc. lo hicieron 2,1%.
Los inversionistas habían dicho en las últimas semanas que esperaban que los resultados de las empresas del tercer trimestre desviaran la atención del mercado del debilitamiento de la economía global, las preocupaciones de la Reserva Federal de EE.UU. y los titulares sobre la propagación del ébola o los problemas en Medio Oriente.
La caída en los rendimientos en los mercados de deuda está relacionada con los intentos de los fondos de cobertura por revertir una apuesta fallida: que los precios de los bonos descenderían y los retornos aumentarían conforme la Fed se disponía a elevar las tasas de interés de corto plazo, lo que no se espera que acontezca sino hasta el próximo año.
"Fue una movida rápida y furiosa", dijo Chris Bury, director de tasas de EE.UU. de la firma de Nueva York Jefferies LLC.
El rendimiento del bono del Tesoro a 10 años tocó 1,873% durante la jornada, su menor nivel desde mayo de 2013, según la proveedora de datos Tradeweb. Durante el punto más bajo del desplome, el rendimiento había caído 0,3 punto porcentual, un descenso colosal en los mercados de crédito.
"Los fondos de cobertura han sido grandes vendedores… debilitando el mercado", aseveró Troy Gayeski, socio de SkyBridge Capital, que supervisa más de US$11.000 millones invertidos en fondos de cobertura.
— Greg Zuckerman y Min Zeng contribuyeron a este artículo
The Wall Street Journal