La tormenta global seguiría castigando a las bolsas de América Latina este año
Los países latinoamericanos han logrado aislar sus economías relativamente bien de la volatilidad global. En cuanto a sus mercados bursátiles, sin embargo, otra fue la historia en 2010, y parece que tendrán otro año difícil durante 2012.
Se prevé que las mayores economías de la región reporten un crecimiento saludable en 2012, ya que los altos precios de las exportaciones minerales y agrícolas en los últimos años impulsaron las reservas en moneda extranjera y reglas conservadoras dejaron bien capitalizados a los bancos. Eso les da a los gobiernos margen para implementar medidas de estímulo y, como señala la firma de calificación Fitch Inc., "más capacidad de recuperación ante sorpresas externas adversas". Además, cuando en América Latina hay una clase media ansiosa por gastar sus flamantes nuevos ingresos, es probable que los consumidores sostengan el crecimiento durante un tiempo.
Pero cuando Europa lidia con problemas de deuda que no ceden y China enfrenta un crecimiento más lento, los analistas son cautos sobre las perspectivas de América Latina. Las economías internas dependen mucho de los commodities y los flujos de inversión de países desarrollados hoy en problemas.
Brasil, la mayor economía de la región, quizás sea el mejor ejemplo de la dinámica del crecimiento interno socavado por los problemas globales. Luego de perder más de 18% en 2011, es improbable que Ibovespa recupere sus pérdidas este año incluso cuando el gobierno tiene margen para recortar tasas y eliminar los impuestos sobre el crédito, sostienen los inversionistas.
En la región, Brasil tiene "probablemente el mayor margen para recortar tasas. Por lo tanto, es de cierta forma la economía ideal para invertir durante la crisis", escribieron hace poco Frederick Searby y Francisco Schumacher, estrategas de Deutsche Bank.
Las tasas de interés de Brasil podrían caer por debajo de 10% en 2012 luego de alcanzar 12,5% el año pasado, indica el economista de Deustche Bank José Carlos Faria, lo que generaría algunas de las más bajas tasas de interés reales —la diferencia entre tasas de interés e inflación— en la historia de ese país. Esto contrasta con Estados Unidos y la Unión Europea, donde las bajas tasas ya dificultan un estímulo monetario extra.
El año pasado, el mercado brasileño, como muchos otros, fue castigado por temores de que la carga de deuda de Europa desataría una segunda recesión global. Los mercados también fueron perjudicados por temores sobre el crecimiento global cuando Japón sufrió el terremoto y tsunami, y protestas derrocaron gobiernos en Medio Oriente y el norte de África.
A eso se sumaron las propias circunstancias de Brasil. El banco central subió lo que ya eran tasas de interés altas durante el primer semestre del año a 12,5% en julio luego de que un crecimiento del Producto Interno Bruto de 7,5% en 2010 generara preocupación sobre una economía y una inflación que se sobrecalentaban.
Incluso luego de que el Ibovespa cayó durante la primera mitad de 2011, los inversionistas no perdieron el optimismo sobre el segundo semestre. Algunos bancos incluso proyectaron que el índice terminaría el año sólido en 89.000 puntos, frente a alrededor de 62.000 a fines de la primera mitad. Luego la crisis europea se profundizó y todas las apuestas se cayeron.
El Ibovespa cayó 22% a 48.668 en agosto y, junto con un descenso de 13% en el índice IPC de México, ayudó a derrumbar el indicador MSCI para América Latina más de 18% en sólo cinco semanas. El Ipsa de Chile encontraría su piso más tarde, al caer en octubre a su nivel más bajo desde 2009, mientras el IGBC de Colombia profundizó una caída libre que comenzó en noviembre de 2010.
"Nuestro pronóstico para 2011 no era el más esperanzador, pero la realidad fue cruel", dice José Francisco Gonçalves, economista jefe de la corredora Banco Fator.
Para mantener la economía en expansión, el banco central de Brasil cerró 2011 con una tasa reducida a 11% y eliminó los impuestos a la inversión. Aun así, el organismo estima que la economía se desaceleró cerca de 3% el año pasado. Los inversionistas creen que Brasil tiene más margen para más recortes de tasas, y no sería el único país.
Según Deustche Bank, otros gobiernos gozan de "sólidos" balances soberanos que brindan cierto margen para soportar una caída global. Sin embargo, los analistas señalan que la capacidad en la región de recortar tasas no es universal, ya que la inflación sigue haciendo sombra en algunas economías. En Colombia, es probable que las tasas suban el año próximo.
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