La tercera semana de enero mostró una desaceleración en el aumento de los precios, según economistas privados
Aunque todavía faltan acomodar las tarifas de servicios, las proyecciones estiman que la inflación general del mes podría estar cerca del 20%
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Luego de los fuertes aumentos de precios registrados en diciembre, tras la asunción de Javier Milei y las medidas económicas impulsadas por el nuevo gobierno, la tercera semana de enero mostró una desaceleración en el ritmo de la inflación, de acuerdo con los últimos estudios de las consultoras, que arrojaron los números más bajos en los últimos cuatro meses.
Así lo sostiene, por ejemplo, el informe de LCG, que pone el énfasis en el rubro de alimentos y bebidas, y que explica: “La inflación de alimentos se desacelera semana a semana luego del pico de diciembre, pero esto no indica mucho: faltan ajustes de tarifas y otros precios rezagados, y el renovado y gradual atraso cambiario deberá corregirse en marzo/abril, lo que causará nuevos aumentos (aunque de menor magnitud que los de diciembre”).
Según Melisa Sala, economista jefe de esta consultora, detrás de este fenómeno se encuentran los aumentos que varios rubros establecieron tras la devaluación del tipo de cambio oficial en un 54% que aplicó el ministro de Economía, Luis Caputo, tras la asunción de Javier Milei en la presidencia. Esto provocó una disparada general de precios, con listas que sufrieron incrementos de entre el 20% y el 40%. De hecho, los alimentos saltaron, en diciembre, casi un 30%, mientras que la inflación general alcanzó el 25,5%, según los últimos datos del Indec.
Ahora, la desaceleración que estima la consultora a través del Relevamiento de Precios de Alimentos y Bebidas que realiza semanalmente implica una variación semanal del 2,1%. Y aunque sea un número todavía alto, significa un freno a los valores que se venían registrando: “La inflación promedio mensual [de estos rubros] desaceleró, después de 14 semanas al hilo en alza, ubicándose en 28,6%”, detalla el informe.
Pese a lo positivo de esta noticia, Sala pone el énfasis en que ese 2% semanal significa, todavía, aumentos del 8% mensual, y agrega que, en cuanto al IPC total para enero, proyectan que alcance el 20%, lo que significaría una leve mejora con respecto a diciembre, que con el 25,5% mensual posicionó a la Argentina con la mayor inflación en tres décadas, por encima, incluso, de Venezuela.
A pesar de esta tendencia que marca un freno, LCG remarca que el porcentaje de productos con aumentos semanales en el rubro de alimentos y bebidas continúa elevado, y que se ubicó en un 37%.
Por su lado, EcoGo calcula que la inflación de alimentos en enero podría alcanzar el 21,3% mensual. “Lo que implica una desaceleración respecto del registro del mes previo. Esta estimación considera una proyección de 4% semanal para lo que resta del mes, incorporando la inercia resultante de diciembre”, explica la consultora en su último informe. En cuanto al IPC general, seguiría la tendencia a la baja y se ubicaría en un 19,8% mensual.
Según las mediciones realizadas por OJF Asociados, la inflación semanal fue del 1,4%, lo que también sostiene una desaceleración importante, aunque, como aclaró el director ejecutivo, Fausto Spotorno, a través de su cuenta en X, acumularía un 15,4% en las tres semanas de enero, con un arrastre estadístico de 7,7% desde diciembre. Por otro lado, el economista también aclaró que la inflación núcleo dio 2,3% y acumuló 16,2% en lo que va del mes.
Por su parte, Camilo Tiscornia, de C&T Asesores Económicos, ya había realizado, a principios de este mes, una proyección similar de la inflación de enero, que estaría más cercana al 20%. “La dinámica en diciembre fue muy clara, en el sentido de que hubo un pico muy fuerte en la tercera semana, después de la devaluación, con un aumento considerable en todos los rubros. Después de eso, se produjo una moderación en estos mismos rubros; es más, en algunos, como artículos electrónicos, se vieron leves bajas, con lo cual esa dinámica condiciona mucho enero”, había comentado el economista.
También Aldo Abram, director de Fundación Libertad & Progreso, proyectó, para otra nota de LA NACION, una inflación menor al 20% este mes: “Porque el actual gobierno ha dejado de financiarse a través del Banco Central mediante la emisión, lo que contribuyó a que el pico de inflación se diera en diciembre. En segundo lugar, la gente decidió confiar en esta nueva gestión y dejó de deshacerse de los pesos como lo venía haciendo. Si esta tendencia continúa, es claro que la inflación de enero debería situarse por debajo del 20% y, cuanto mayor sea la percepción de que así será, más baja será la tasa”, comentó el especialista.
Una razón del mercado para la desaceleración podría radicar, a su vez, en que ya no existen los acuerdos de precios, lo que repercute en que el freno a los ajustes surjan por una caída en la demanda. Aunque esta es la tendencia, cabe destacar que todavía falta establecer la adecuación de las tarifas de servicios, lo que podría implicar una presión extra a los números que se esperan para enero.
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