La roya azota los cafetales de Centroamérica
Ha provocado una escasez de granos gourmet y causaría US$500 millones en pérdidas
Colleen Anunu se percató de que algo andaba mal cuando levantó la taza de café hondureño hacia sus labios. Los granos de café de este país normalmente producen sabores con "mucha fruta" y "azúcares fuertes muy desarrollados", dice Anunu, la principal compradora de Gimme! Coffee, una tostadora y cadena de cafeterías de Ithaca, en el estado de Nueva York.
Sin embargo, en las degustaciones que realizó en marzo en la zona montañosa occidental de Honduras, "el café estaba muy inmaduro", recuerda.
El culpable: la roya, un hongo que azota cafetales a lo largo de América Latina. La roya está mermando la producción y se prevé que provoque pérdidas en la cosecha de US$500 millones y elimine 374.000 empleos en Centroamérica este año, indica la Organización Internacional del Café (OIC).
El hongo ha generado una escasez de algunos de los granos más codiciados e impulsando sus precios. Algunas variedades de café guatemalteco ahora cuestan cerca de 70 centavos más por libra que el contrato global de referencia que se transa en el mercado InternationalExchange Inc., frente a una prima de 60 centavos hace un año, señala Andrew Miller, propietario de Café Imports, un importador de café de Mineápolis.
El mayor costo hace que los consumidores de café gourmet no puedan beneficiarse por completo de la fuerte caída en los precios durante el último año. El declive ha permitido a grandes tostadoras como J.M. Smucker Co., Starbucks Corp. y Kraft Foods Group Inc. bajar sus precios. Los contratos de futuros de café arábica han descendido 19% a US$1,44 la libra en el último año, en gran parte debido a una cosecha abundante en Brasil.
La roya ha devastado plantaciones desde México a Panamá, dónde se cultivan algunos de los granos más exóticos y caros del mundo. El hongo crece en las hojas de los cafetos, ahogando la fuente de nutrición de los frutos que encubren los granos. Los cafetos infectados producen menos frutos, y los granos cosechados pierden sabores como el "limón Meyer" que atraen a tostadores gourmet como Anunu.
"Era muy agresivo", cuenta Aida Batlle, una caficultora de quinta generación en la zona occidental de El Salvador. El hongo resistió tres fumigaciones de fungicidas.
En toda Centroamérica, se prevé que la producción disminuya 16% interanual en la temporada de cultivo que va de octubre a septiembre, indica la OIC.
La región produce cerca de 10% de la oferta global de café y algunas de las variedades más dulces. Preocupadas por esta amenaza al suministro, Starbucks, J.M. Smucker, Green Mountain Coffee Roasters Inc. y otros grandes vendedores se reunieron en abril con entidades gubernamentales y agrónomos en Ciudad de Guatemala para una cumbre de "emergencia".
Las empresas no acordaron un plan inmediato. Por ahora, los gobiernos lideran la batalla contra la roya, gastando millones de dólares para proporcionar fungicidas a los productores cafeteros.
Científicos y caficultores afirman que la roya será una amenaza incluso mayor el próximo año conforme la condición de los cafetos infectados empeore y el hongo se extienda a otras plantaciones.
Organismos como la Corporación Financiera Internacional, del Banco Mundial, estudian medidas como préstamos de bajo costo para ayudar a los productores a comprar herramientas de cultivo y plantas resistentes a la roya.
Es difícil para los productores rescatar una cosecha una vez que la roya es detectada en la mayoría de las hojas, explica Timothy Schilling, director ejecutivo de World Coffee Research, una organización sin fines de lucro financiada por grandes empresas cafeteras.
Si el hongo destruye más de la mitad de las hojas de un cafeto, su propietario probablemente tendrá que cortar el arbusto desde el tronco. Estos cafetos no pueden producir granos durante tres años.
En Colombia, una temporada más lluviosa de lo normal en 2008 provocó un brote de roya que se convirtió en epidemia. La cosecha de Colombia, el segundo mayor productor de café en América Latina después de Brasil, cayó y en 2011 los precios alcanzaron su nivel más alto en 14 años. En los últimos cinco años, los productores han reemplazado cerca de la mitad de sus cultivos con cafetos resistentes a la roya, según la Federación Nacional de Cafeteros de Colombia.
Las tostadoras de café gourmet dicen que pueden compensar el déficit de producción centroamericano comprando granos de Colombia y Brasil, que juntos producen más de un tercio de los granos de café del mundo.
Para Anunu, la roya significa que tendrá que poner más esfuerzo en su búsqueda del grano perfecto. "Es mucho trabajo", asegura.