La reprogramación de pagos alcanza al 73% de la deuda de corto plazo
La reprogramación parcial de los pagos de los títulos de corto plazo anunciada hoy por el Gobierno alcanza a un total equivalente a US$16.000 millones de la deuda emitida en Letras del Tesoro (Letes) en dólares o Letras en pesos de distintos tipo, es decir, algo así como el 74% del total de vencimientos por un total equivalente a US$21.500 millones que enfrentaba en el corto plazo.
La medida, que afecta sobre todo a las tenencias en poder de las compañías aseguradoras y los Fondos Comunes de Inversión (FCI), apunta a quitarle un factor de presión que habían sumado en las últimas semanas las reservas del Banco Central (BCRA) al desplomarse la tasa de renovación que estos títulos habían tenido durante el año. "La medida busca aliviar la carga para el Estado de tener que pagar vencimientos de la deuda que, hasta antes de las PASO, se renovaban en un 88% y luego cayeron al 10%", dijo hoy Lacunza en la conferencia de prensa.
"Las decisiones adoptadas priorizan el uso de las reservas internacionales para preservar la estabilidad monetaria y financiera, aún cuando ello implique postergar el pago a los grandes inversores de deuda pública", tradujo luego el presidente del Banco Central (BCRA), Guido Sandleris, en un comunicado quien confió que la medida ayudará a "preservar la estabilidad monetaria y financiera".
Los analistas descuentan que la reprogramación forzada de los vencimientos, al respetar parte inicial de los pagos (el 15% se abona en la fecha en que el título caduca y el 85% se cancela en cuotas del 25% y 60% restante a 3 y 6 meses) no generará grandes problemas a las compañías afectadas por la medida, pero descuentan algún grado de malestar entre las administradoras de los FCI que deberán enfrentar seguras quejas de los suscriptores. De allí que al mismo momento en que se hacían los anuncios, representantes del sector ya mantenían reuniones con el titular de la comisión Nacional de Valores (CNV), Marcos Ayerra, en busca de precisiones.
La decisión de avanzar en un alivio en el calendario de pagos, para quitar una fuente de presión sobre las reservas, se comenzó a estudiar la semana pasada como una alternativa a tener en cuenta si los intentos realizados por el secretario de Finanzas. Santiago Bausili, para contentar a los inversores (acortó aún más los plazos de los títulos que ofrecía y hasta rehabilitó la posibilidad de suscribir la Lete en dólares con pesos para intentar tentar a los que buscaban cobertura cambiaria) y lograr una mejora en las tasas de renovación de esa deuda fracasaban.
Esa decisión maduró luego del "martes negro" de mercados y tras la apertura de furia que tuvo el dólar hoy, al abrir con un alza mayor al 3% y sin poder ser aplacado pese a las constantes ventas del BCRA. Eso llevó a la que licitación en que se buscaban renovar vencimientos por el equivalente a unos US$2600 millones (US$1600 millones en Letes y el resto en Lecaps y Lecer en $) se termine declarando desierta.
Los analistas suponen que los anuncios debieran provocar un rebote en la cotización de los castigados bonos de la deuda. En especial, porque si bien queda oficializada la idea de lograr un alargamiento en los plazos de vencimientos, queda confirmada a la vez la intención de lograrlo sin acudir a quitas de capital. "Esto descuento que será bien tomado, considerando que los títulos ya cotizan con una paridad del 40% y que esos precios indican que el mercado estaban empezando a incorporar la posibilidad de una quita, lo que ahora pasaría a quedar descartado", explicó Alejandro Henke, director de Proficio Invesment.