La relación con Brasil, más allá de los resultados de una elección
Tres días después de la primera ronda electoral en Brasil , el miércoles nos estaremos reuniendo en el marco de la Comisión Bilateral de Producción y Comercio en Brasilia. Porque la relación entre la Argentina y Brasil va mucho más allá de una elección puntual, porque más allá de quién sea el próximo presidente en Brasil, los gobiernos seguirán adelante en una agenda de fortalecimiento de una relación que es central para ambos países.
A casi treinta años del Tratado de Asunción, el Mercosur ha sido un enorme progreso para los países que lo componen y para toda la región. En lo político, significó la consolidación de la región como una zona de paz, un acercamiento entre los pueblos y un paso adelante en la consolidación de nuestras democracias. En el plano económico, fue un avance hacia la integración regional, el aumento de escala de nuestra producción y de la integración a los flujos del comercio internacional.
Desde lo estrictamente comercial, lo que ocurrió en la primera mitad de la década fue dramático. Con el cepo cambiario, las DJAI, las restricciones cuantitativas y todo lo que conocemos, el comercio exterior argentino cayó notablemente entre 2011 y 2015: las exportaciones disminuyeron un 32% y las importaciones, un 19%. Y la relación comercial con Brasil sufrió más que el promedio: las exportaciones argentinas a Brasil cayeron un 42% y las importaciones, un 41%.
Desde el primer día, el gobierno del presidente Mauricio Macri buscó insertar al país en el mundo y recomponer los vínculos con nuestros vecinos. En esta línea, era fundamental potenciar la relación con Brasil, nuestro principal socio comercial. Por eso, relanzamos la Comisión Bilateral de Producción y Comercio, y así logramos avanzar en la facilitación del comercio y firmamos el acuerdo de doble tributación para la exportación de servicios, entre muchas otras cosas.
A nivel del Mercosur, mientras tanto, aprobamos los protocolos de Contrataciones Públicas y de Inversiones y establecimos un nuevo procedimiento para la elaboración y revisión de reglamentos técnicos. Y quizás lo más relevante hacia adelante es que reactivamos la agenda externa del Mercosur: actualizamos el acuerdo con Colombia, relanzamos la negociación con la Unión Europea, iniciamos negociaciones con Canadá y la EFTA y lanzamos la negociación con Corea.
Por eso, más allá de las elecciones y de quién sea el próximo presidente de Brasil, el miércoles nos volvemos a reunir en el marco de la Comisión Bilateral con el ministro de Desarrollo, Comercio Exterior y Servicios y nuestros equipos.
Vamos a repasar lo conseguido y, sobre todo, plantear las líneas de trabajo hacia adelante, con la mira en la necesidad de hacer frente a los desafíos del siglo XXI y seguir favoreciendo la inserción internacional de nuestros países, para generar más empleo y oportunidades a ambos lados de la frontera. Una cuestión central será la de la agenda externa del Mercosur: hoy la Argentina tiene acuerdos comerciales con una porción muy pequeña del PBI mundial, y eso deja a nuestras empresas y trabajadores fuera de muchos mercados. Tenemos que seguir avanzando en esta línea, porque exportar más es más empleo y oportunidades para los argentinos.
La relación entre la Argentina y Brasil es central para ambos países. Es una relación Estado a Estado, que tiene una larga y profunda historia. Y confiamos plenamente en que vamos a poder seguir trabajando de manera positiva con el nuevo gobierno, más allá de su color político, para continuar generando oportunidades para argentinos y brasileños.
El autor es ministro de Producción y Trabajo de la Nación
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