La recesión en Brasil puede afectar al bolsillo de los argentinos

Desde hace dos trimestres la economía de Brasil permanece estancada. El Instituto Brasileño de Geografía y Estadística confirmó que el país atraviesa una recesión técnica luego de dos caídas consecutivas del Producto Bruto Interno (PBI).

Tanto el Gobierno como los empresarios locales le prestan especial atención a las últimas novedades sobre la marcha económica del país vecino. La principal polea de transmisión entre ambos lados de la frontera es el canal comercial, pero también se suman el de las inversión y -en menor medida- el político. Definitivamente, la salud de la economía en Brasil no es un tema menor para los argentinos que depositan sus expectativas en una mejora del mercado local.

1. El canal comercial

Esta semana comenzó con una noticia desalentadora para la relación económica bilateral: el comercio entre Brasil y la Argentina cayó 28% en agosto y acumula una baja del 22% en 2014. Desde la perspectiva argentina, el déficit comercial es de 483 millones de dólares en los ocho meses del año.

En 2014 el flujo comercial entre Argentina y Brasil fue de U$S 19.161 millones, 22% menos que hace un año atrás

Brasil es el principal destino de las exportaciones argentinas, lo que lo convierte en su principal socio comercial. Poco más del 60% de las ventas son manufacturas industriales, principalmente aquellas ligadas al complejo automotriz.

Para Mauricio Claveri, coordinador de comercio exterior de la consultora Abeceb y especialista en economía brasileña, "el canal comercial es el de relación prioritaria, más aún para el sector industrial" que está caracterizado por "fabricas de vehículos con uno intensivo de capital y autopartistas pymes con uso de mano de obra intensiva".

Es decir, el área más susceptible a la recesión en Brasil es un complejo industrial que aporta un nivel significativo de empleo en ciudades, sobre todo en las provincias de Buenos Aires, Santa Fe y Córdoba.

2. Inversiones

El segundo canal, aunque mucho más difícil de cuantificar, es el de la inversión que realizan los empresarios brasileños en el país. "Por un lado, la recesión en Brasil puede ser un estimulo para que algunos hombres de negocios decidan colocar fondos en el extranjero. Por otro, Argentina todavía es percibido como un destino jurídicamente inseguro para algunos sectores", afirma Claveri.

La opinión del especialista encuentra correlato en una progresiva disminución de la inversión extranjera directa en los últimos seis años.

De acuerdos con las estadísticas del Banco Central de Brasil, en 2006 la posición inversora de brasileña en la Argentina fue de 1317 millones de dólares. La cifra bajó a 1159 millones en 2011; 446 millones en 2013 y apenas 64 millones en lo que va de 2014.

Claveri explica que "el proceso de sustitución de importaciones se está generando a favor de economía regionales como Perú, Colombia y Chile".

3. Política y elecciones

El próximo 5 de octubre, Brasil elegirá nuevo presidente. Luego de la muerte del candidato Eduardo Campos (Partido Socialista Brasileño), su sucesora Mariana Campos se perfiló como la principal contrincante de Dilma Rousseff (Partido de los Trabajadores). Incluso algunas encuestas las muestran compitiendo cabeza a cabeza.

El tercer candidato en intensión de votos es Aécio Neves (Partido de la Social Democracia Brasileña), un hombre con una visión mucho más liberal del mercado que en su discurso plantea la posibilidad de cambios fiscales y hasta una depreciación del real.

En momentos recesión, la relación política entre Brasilia y Buenos Aires tiende a ser mucho más distante. Cada Gobierno se concentra en resolver los problemas domésticos sin privilegiar la alianza del Mercosur. Entre ambos gobiernos, la política cambiaria y -en especial- la comercial ha generado los mayores puntos de tensión.

Lucia Andrade, economista de la Pontificia Universidad Católica de Sao Paulo, consideró en declaraciones a la agencia EFE que "el efecto puede reflejarse en medidas aplicadas para las exportaciones, en el comportamiento del cambio, en las tasas de interés adoptadas y en los préstamos que puedan ser concedidos a otros países".

"Habrá, seguramente, una fuerte presión política frente a cualquier intención de Brasil de participar de proyectos en otros países, todo con el argumento de lo que un negocio en otro lado pueda afectar al crecimiento", añadió Andrade.

Hasta el momento Rousseff dio señales de continuidad en sus políticas. Sin embargo, Campos todavía no envió un mensaje claro sobre los términos políticos en que desea plantear la relación con Argentina y el Mercosur.

Claves de la economía de Brasil

• El PBI brasileño este año crecería entre 0,5 y 1%, según las estimaciones de los analistas privados que esperan un repunte en el tercer trimestres. Ayer se conoció un repunte de la actividad industrial (0,7% en julio) después de cinco meses consecutivos de baja.
• Todavía no se registra caída real en los niveles de consumo de los hogares, lo cual aporta una perspectiva más sólida de recuperación y mantenimiento de los niveles de empleo. El dato confirma que el mayor problema transita por el canal de la oferta, en vez de la demanda.
• El Banco Central de Brasil maneja una meta de inflación anual (inflation target) en torno al 6%, mientras que las tasas de interés están en 11%. El estímulo conduce a los consumidores a depositar el dinero en los bancos en vez de destinarlo al consumo.
• Las dos principales críticas que realiza el sector empresario a la conducción económica es la implementación de un tipo de cambio muy apreciado y el sostenimiento de una estructura tributaria pesada.

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