Se le dificulta al Gobierno seguir el plan original para liberar las naftas
En los últimos cuatro meses, se disparó el precio internacional del crudo, que no pudo ser acompañado por la suba en los valores domésticos del surtidor
- 5 minutos de lectura'
Mientras el Gobierno muestra avances positivos para mantener la brecha cambiaria acotada a menos de 25%, hay otra brecha que no para de crecer en el sector energético. Se trata de la diferencia de valores entre la cotización del barril internacional de petróleo y el precio doméstico, que se encuentra en torno al 24%, pese a que la gestión económica habló de liberalizar el mercado. Es un dato clave para normalizar un sector fundamental de la actividad.
Cuando el Gobierno asumió, el 10 de diciembre pasado, la cotización Brent, que se toma de referencia en la Argentina, mostraba un valor del barril internacional de petróleo en US$75. Cuatro meses después, el Brent se encuentra en torno a los US$90. Cuando se le descuenta el 8% de retenciones que pagan los exportadores de petróleo, el valor internacional de exportación (export parity) cae a US$82.
Sin embargo, en el mercado doméstico, las empresas refinadoras -YPF, Raizen (Shell), Axion y Trafigura (Puma Energy)- compran el barril de petróleo a los productores locales a un valor en torno a los US$66, casi 16 dólares menos. Este es el precio que reflejan la nafta y el gasoil en surtidor.
El presidente y CEO de YPF, Horacio Marín, había dicho que la petrolera con control estatal se iba a comportar como una compañía 100% privada, y estableció como objetivo hacer coincidir los valores locales con los internacionales. Por eso, en los primeros dos meses de gestión aplicó subas de 38% y 27%.
Sin embargo, a partir de febrero, YPF comenzó a moderar los aumentos por pedido del Ministerio de Economía, como admitió el subsecretario de Hidrocarburos, Luis de Ridder. “Por unos meses estamos intentando ir interactuando con Economía para que nos vaya permitiendo acomodar los precios a nivel mayorista, como para que los refinadores puedan comprar el petróleo a valores internacionales”, dijo en una charla organizada por Cecha, la cámara que agrupa a las estaciones de servicio.
Desde entonces, la petrolera solo trasladó a precios el impacto del aumento del impuesto a los combustibles y la devaluación mensual del tipo de cambio oficial, pero dejó sin variación el efecto del alza de la cotización Brent. Por lo tanto, la brecha entre el barril criollo y el internacional comenzó a subir.
Como el mercado petrolero todavía no es 100% libre, las productoras no pueden elegir vender la totalidad de su producción al exterior, ya que deben abastecer primero el mercado interno. Sin embargo, esta situación podría cambiar según el proyecto de ley Bases, que el Poder Ejecutivo volvió a enviar al Congreso la semana pasada.
Según el nuevo borrador, el Gobierno busca cambiar el artículo seis de la ley N° 17.319, de Hidrocarburos, que dice: “Los permisionarios y concesionarios tendrán el dominio sobre los hidrocarburos que extraigan y, consecuentemente, podrán transportarlos, comercializarlos, industrializarlos y comercializar sus derivados, cumpliendo las reglamentaciones que dicte el Poder Ejecutivo sobre bases técnico-económicas razonables que contemplen la conveniencia del mercado interno y procuren estimular la exploración y explotación de hidrocarburos. Durante el período en que la producción nacional de hidrocarburos líquidos no alcance a cubrir las necesidades internas, será obligatoria la utilización en el país de todas las disponibilidades de origen nacional de dichos hidrocarburos (...)”.
El proyecto de ley Bases, en cambio, dice explícitamente: “El Poder Ejecutivo nacional no podrá intervenir o fijar los precios de comercialización en el mercado interno para ninguna de las actividades indicadas en el párrafo anterior”.
Estos cambios, junto con el capítulo del Régimen de incentivo para grandes inversiones (RIGI), que también se encuentra en el proyecto de ley, son las iniciativas que siguen de cerca en el sector y que mantienen expectante a las empresas.
“El tema de la brecha de precios se habla en el sector, pero nadie en la industria tomó decisiones de negocio esperando que el export parity llegue de la noche a la mañana. Por más de que aún no se llegue, se han hecho ajustes en los precios y estamos más cerca que lejos. Es decir, se ha trazado un camino positivo. Ahora, es importante que se avance en la desregulación de la industria, como está planteada en la ley Ómnibus, específicamente con la no intervención del Estado en la fijación de los precios. Hay que tratar el tema de fondo y llegar al export parity, pero nadie en la industria esperaba que la paridad llegue en 60 días. También hay una realidad de que el contexto actual de Vaca Muerta es positivo. Hay récords de producción, más actividad, hay más exportaciones”, dijo una de las principales empresas productoras de petróleo, en reserva.
En otra de las compañías coincidieron con esta postura: “No cambiaron la dirección, la aminoran. Entendemos que la velocidad la marca la política. Además, la demanda del combustible está bajando. Por lo tanto, tampoco se puede subir el precio a una velocidad que no es acompañada por el consumo. Por otro lado, creemos que es posible que en la segunda parte del año baje el precio internacional a los US$70 o US$75 el barril, y no que se mantenga en estos niveles de US$90″.
Otras noticias de Actualidad económica
- 1
Giorgia Meloni, el Papa Francisco, un gobernador peronista y un “ídolo” libertario: el podio de quienes le hicieron regalos a Javier Milei
- 2
El Gobierno oficializó la poda a la obra pública y el Tesoro le pidió a la Secretaría que devuelva 1 billón de pesos
- 3
PAMI: 10 preguntas y respuestas sobre el cambio en la cobertura de medicamentos
- 4
Real hoy: a cuánto cotiza la moneda brasilera oficial y blue este viernes 20 de diciembre