La OPEP choca con el escepticismo del mercado
Si el cartel concreta el recorte de la producción de crudo, puede estimular el esquisto en EE.UU.
Los precios del crudo se dispararon después de que la Organización de Países Exportadores de Petróleo llegó el miércoles a un acuerdo para recortar la producción de crudo por primera vez desde que empezó el desplome de las cotizaciones en 2014. No obstante, el jueves los precios se desaceleraron ligeramente y muchos bancos, incluyendo Goldman Sachs, Société Générale, Jefferies y UBS, no han modificado sus predicciones sobre el barril de petróleo en los próximos meses.
A continuación, presentamos cinco razones por las que el mercado es escéptico sobre un repunte duradero de los precios del petróleo.
El acuerdo puede colapsar antes de ser formalizado
Los miembros de la OPEP planean aguardar hasta la próxima reunión oficial, a finales de noviembre, para ultimar los detalles del recorte de producción. Por el momento, no se ha anunciado ninguna propuesta formal al respecto y los detalles sobre cómo alcanzar los objetivos del organismo son escasos.
Esto quiere decir que los miembros del cartel tendrán que acordar las cuotas correspondientes a cada uno de ellos, además de determinar quién estará exento y quien realizará las mayores reducciones. Estos temas ya han desbaratado otros acuerdos para reducir la producción. El miércoles, Irak dijo que no confiaba en las cifras de producción que suele utilizar la OPEP para determinar cuánto puede bombear cada país, mientras que se prevé que Irán solicite exenciones hasta que logre ciertos niveles de producción.
Aunque fructifique, el recorte sería insuficiente para aliviar la sobreoferta
El organismo propuso reducir su producción colectiva a entre 32,5 millones de barriles diarios y 33 millones de barriles al día, desde los 33,2 millones por día que registró en agosto. Tal recorte representa apenas una fracción de los recortes que los productores acordaron en 2008.
Si la OPEP disminuye su producción a 33 millones de barriles diarios, eso no bastaría para equilibrar la oferta con la demanda de crudo sino hasta el segundo semestre de 2017, según los cálculos de la Agencia Internacional de la Energía.
Además, algunos analistas estiman que los recortes podrían ser mucho más modestos. Gran parte de ello depende de lo que ocurra con Irán y Libia, donde la producción recién empieza a recuperarse, así como con Nigeria, donde puede volver a aumentar, según los estrategas de Société Générale.
OPEP no tiene buen historial de ceñirse a las cuotas
Los productores de crudo no han anunciado cómo harán que se cumplan las restricciones a la producción. Los analistas señalan que los países miembros a menudo no cumplen con las cuotas, en especial cuando la demanda es sólida.
De todos modos, algunos sostienen que la demanda actual es lo suficientemente débil, los inventarios son lo suficientemente altos y los precios lo suficientemente bajos para que los productores petroleros tengan incentivos para ajustarse a los recortes prometidos.
La producción podría subir antes de un acuerdo
El posible acuerdo no sería alcanzado sino hasta el 30 de noviembre como mínimo, de modo que la producción actual no se verá afectada.
Mientras tanto, se prevé que los inventarios se acumulen en el cuarto trimestre de este año, según el banco de inversión suizo UBS, un período en el que también existe la posibilidad de que suministro que ha sido interrumpida vuelva al mercado.
Los países productores que no integran la OPEP pueden arruinar la fiesta
Un pacto entre los productores de bajo costo puede ser contraproducente si un alza de los precios del petróleo incentiva mayores actividades de perforación en el mundo y los productores de mayores costos regresan al mercado antes de lo previsto.
Si las cotizaciones del crudo exceden los US$50 el barril, los productores estadounidenses de petróleo de esquisto probablemente aumentarán su producción, indican los analistas. A su vez, las constantes mejoras tecnológicas de las petroleras siguen reduciendo los costos de extracción.
“Si este recorte propuesto se cumple rigurosamente y apuntala los precios, esperaríamos que resulte contraproducente a mediano plazo y genere una gran reacción perforadora en todo el mundo”, dijeron los estrategas del banco de inversión Goldman Sachs, quienes sacaron a colación la reducción de producción de la OPEP en 1987, que provocó un repunte de la actividad en las plataformas en tierra de los productores que no integran la organización.