La OMC pidió a la Argentina reformar su sistema de control de importaciones
El país perdió un recurso de apelación ante el organismo de comercio presentado por la Unión Europea, los Estados Unidos y el Japón
La Argentina quedó hoy obligada por la Organización Mundial de Comercio (OMC), a desmontar sus sistemas de control de importaciones, luego de perder un recurso de apelación en el conflicto que le siguen unos 40 países que le iniciaron un panel ante ese organismo.
Según se informó hoy oficialmente, el tribunal de apelaciones de la OMC informó que "Buenos Aires tiene que cumplir con las reglas del comercio internacional", y avaló el informe del grupo especial que en setiembre del año pasado había fallado en su contra.
El informe del tribunal permanente de la OMC que entiende en las apelaciones sobre conflictos entre socios se conoció hoy en Ginebra.
El trabajo publicado en el sitio web del organismo derrumba los argumentos expuestos por la Cancillería argentina en setiembre pasado, cuando se conoció el fallo de primera instancia formulado por un grupo especial.
Uno de las principales medidas aplicadas por la Argentina es la Declaración Jurada Anticipada de Importaciones (DJAI), un paso burocrático establecido desde la Administración Federal de Ingresos Públicos (AFIP) que obliga al importador a detallar los bienes que desea ingresar al país.
Entre otros argumentos, el gobierno argentino consideró que tal medida constituye una formalidad aduanera de legislación interior, pero el tribunal de apelaciones avaló la tesis del grupo especial de que las DJAI constituyen una "restricción al comercio" que violan la normativa OMC.
Los demandantes de la Argentina son Estados Unidos, Japón, y la Unión Europea y una decena más de países, entre ellos México.
El fallo definitivo considera que otras medidas, como las demoras en la liberación de licencias no automáticas de importación, la obligación impuesta a las empresas de exportar para poder importar, o la de imponer obligatoriedad de componentes locales, incurren también en violación de las normas del comercio internacional. A partir de este momento, la Argentina tiene derecho a pedir un último recurso de reconsideración y como es altamente probable que sea rechazado, deberá desmontar el control a las importaciones.
En caso de que el país no cumpla con las exigencias del organismo, la OMC puede autorizar a los países demandantes a adoptar medidas restrictivas contra exportaciones de origen argentino.
Según estimaciones realizadas por la Unión Europea, las restricciones argentinas le hicieron perder 3000 millones de dólares en exportaciones.
Agencia DyN