La Netflix china desarrolla un auto eléctrico que parece de ciencia ficción
Se trata de Le Supercar, que es casi una "TV sobre ruedas" con sistema operativo Android
La firma china LeTV está desarrollando un auto eléctrico para competir con Tesla. Ya contrató unas 600 personas -incluyendo 200 que están en los Estados Unidos- para desarrollar el auto que presentó por primera vez hace unas semanas.
Y si usted está totalmente confundido está bien.
Si vive fuera de China probablemente nunca oyó de LeTV. Pero la compañía es esencialmente la Netflix china. Es el servicio de streaming número uno en el país y, al igual que su primo estadounidense, comenzó a producir shows, películas e incluso deportes. Pero las ambiciones de su fundador multimillonario y CEO, Jia Yueting, exceden por mucho dominar el entretenimiento digital. Ya produjo un televisor (que se convirtió en el smartv más vendido en china), un teléfono (del que se comercializaron unas 200.000 unidades en los primeros segundos desde su lanzamiento) y, a comienzos de 2014, puso la mira en Tesla, al anunciar que LeTV producirá un auto eléctrico propio. Este año, Yueting incluso vendió US$ 1200 millones de sus propias acciones y prestó el dinero a LeTV, presumiblemente para ayudar a financiar el proyecto.
Hace algunas semanas, la compañía difundió los primeros bocetos conceptuales de su vehículo eléctrico, aparentemente bautizado por un chico francés de 12 años: Le Supercar (el prefijo "Le" es tomado del mandarín, no del francés, y significa "feliz"). Pensado para el segmento de lujo, parece ser un hatchback alargado. El auto debutará en el Salón del Automóvil de Pekín en 2016 con la intención de sacarlo al mercado dentro de dos años y medio.
El proyecto Le Supercar, junto con todos los planes de LeTV para vehículos eléctricos, es encabezado por Tony Nie, ex miembro fundador del equipo Lotus, y fue la primera persona contratada para el proyecto hace poco más de un año. (Es llamativo que el primer Tesla Roadster fue construido sobre un chasis Lotus.) Pasó el último año armando el staff: contrató 600 personas (400 en China y 200 en los Estados Unidos), incluyendo talento robado a Tesla, BMW y GM. "Traen muy buena experiencia. Ya lo hicieron antes. Saben evitar errores. Aprendieron las lecciones, pueden ayudarnos a avanzar más rápido y a hacer algo realmente distinto", dice Nie.
Le Supercar incluirá su propio sistema de transmisión que LeTV desarrolla en la empresa, incluyendo el motor, el conversor de energía y las baterías. Dice que tendrá un mínimo de componentes mecánicos, gracias al sistema operativo del auto, que servirá como interfaz primaria del coche. Es una revisión de la versión basada en Android que la firma usa en sus televisores y teléfonos, productos que Nie considera como portales para el producto central de LeTV: el contenido. "Creemos que cuando se pone la pantalla grande y el servicio con las apps en un vehículo eléctrico, se lo puede usar como portal también y llegar al cliente. Esa es la razón principal por la que queremos desarrollar este vehículo", dice Nie.
Dicho de otro modo, Le Supercar casi se presenta como una TV sobre ruedas. Y aunque eso puede sonar tonto, quizá no sea tan loco que esté produciendo la plataforma de un vehículo eléctrico que pueda convertirse en un vehículo eléctrico autónomo. Aun así es difícil creer que cualquier compañía -incluso gigantes de Silicon Valley como Apple- pueda producir un auto eléctrico competitivo tan rápido cuando incluso los principales fabricantes de autos fracasaron en el intento de superar a Tesla.
"Si hubiésemos hablado de esto hace cuatro años no tendría confianza", admite Nie. "Pero la tecnología está madurando y más compañías se introducen en esta área. Por lo que creo que es hora de sumarse a esta industria para desarrollar algo distinto."
lanacionarOtras noticias de Autos eléctricos
Más leídas de Economía
AUH. De cuánto es la Asignación Universal por Hijo en diciembre
Minuto a minuto. ¿A cuánto cotizaron el dólar oficial y el blue este jueves 14 de noviembre?
Revuelo. En un municipio se aprobó una controvertida tasa que, según el sector privado, significará el pago de unos $16.000 millones
El repliegue del Estado. El Gobierno quiere pasar al sector privado 9000 kilómetros de rutas con 46 obras sin terminar