La moda barata de Bangladesh pasa factura en vidas humanas
A medida que los grandes minoristas del mundo se aprovechaban de la fabricación rápida y barata de ropa de Bangladesh, Bazlus Samad Adnan percibió una oportunidad. "Hay dinero en el aire", decía Adnan según sus amigos. "Solo hace falta saber cómo atraparlo".
En 2006, Adnan y un amigo abrieron una pequeña fábrica de ropa, New Wave Style, a las afueras de Daca, justo cuando los gigantes extranjeros de la industria textil incursionaban en el país, atraídos por los bajos costos laborales. En unos pocos años, su empresa ya trabajaba para grandes marcas internacionales, como el minorista italiano Benetton Group SpA.
Para entonces, New Wave Style se había trasladado a las plantas sexta y séptima del Rana Plaza, uno de los muchos edificios de fábricas que surgieron durante este apogeo económico.
Ahora, Adnan está en la cárcel y más de 600 personas han muerto tras el derrumbe el mes pasado del Rana Plaza de ocho pisos, uno de los peores accidentes industriales de la historia.
Ahora, algunos de los mayores clientes de Bangladesh, incluyendo el minorista sueco Hennes & Mauritz AB y la estadounidense Wal-Mart Stores Inc., se encuentran bajo mayor presión para disminuir su exposición al país.
Aunque Benetton era un cliente menor de New Style, la fábrica acababa de completar un pedido de la empresa italiana de 185.000 camisas de algodón, según Benetton y uno de sus proveedores de India.
Al principio, Benetton negó cualquier vínculo con New Wave Style. Esta confusión inicial expone la complejidad de una cadena de suministro global en que los minoristas forman extensas redes de contratistas e intermediarios para confeccionar sus prendas. Estas grandes redes otorgan flexibilidad a los minoristas para realizar pedidos de última hora a una velocidad de rayo. Sin embargo, estas redes enmarañadas hacen que sea complicado identificar a culpables cuando algo sale mal.
Este relato de la relación entre Benetton y New Wave Style en los meses previos al accidente está basado en entrevistas en Bangladesh, India e Italia, y en documentos recuperados por grupos de trabajadores en el lugar donde colapsó el Rana Plaza.
Adnan fue arrestado y encarcelado bajo presunta negligencia penal, pero no recibió cargos por delito. Adnan no pudo ser contactado para comentar. Su abogado declinó comentar al respecto.
En un comunicado, el presidente ejecutivo de Benetton, Biagio Chiarolanza, dijo que su empresa está colaborando con la Organización Internacional del Trabajo para mejorar las condiciones laborales. Añadió que Benetton ofrecerá fondos para ayudar a las víctimas.
Por separado, un alto ejecutivo de Benetton señaló que representantes de la empresa habían realizado varias visitas no anunciadas en los ocho meses que trabajaron con New Wave Style. El ejecutivo dijo que el minorista italiano había decidido, antes del derrumbe, teminar su relación con la fábrica.
En solo unos años, Bangladesh logró convertirse en el tercer mayor exportador de ropa, después de China e Italia. Las exportaciones textiles sumaron US$20.000 millones el año pasado, 80% de las exportaciones totales del país.
Los representantes de los trabajadores denuncian que el crecimiento se ha producido a costa de la seguridad. En los últimos 10 años, unos 800 trabajadores del sector textil han muerto en accidentes en Bangladesh, sin contar esta última catástrofe. Más de 5.000 fábricas han brotado en el país en edificios como el Rana Plaza, cuyo propietario presuntamente incumplió las leyes de seguridad.
Un comité investigador descubrió que el Rana Plaza fue construido encima de un pantano cubierto con tierra sin las precauciones adecuadas.
Cuando la industria textil empezó a instalarse en Bangladesh hace una década, las marcas extranjeras optaron por modernas fábricas en sus propios recintos industriales. Pero a medida que los negocios se expandían, comenzaron a subcontratar a un nuevo género de fábricas más pequeñas, como New Wave Style.
Adnan y su amigo abrieron la fábrica en 2006, cuando la industria textil despegaba en Bangladesh. Autos de lujo, manejados por los propietarios de fábricas textiles, empezaron a circular por las calles de Daca, una de las ciudades más pobres y caóticas de Asia.
En 2009, la empresa de Adnan consiguió un gran contrato cuando una fabrica más grande, que trabajaba con el gigante minorista canadiense Loblaws Co., fue incapaz de cumplir un pedido y le otorgó el subcontrato a New Wave Style, según fuentes al tanto.
En 2010, New Wave Style se expandió a un espacio de 3.700 metros cuadrados en el Rana Plaza, en Savar, un área agrícola de Daca que rápidamente se estaba convirtiendo en un núcleo de la industria textil. En su sitio web, la fábrica prometía que podía producir 6.000 prendas al día. Detallaba sus precauciones de seguridad como el mantenimiento de 24 extintores y 11 detectores de humo a la mano.
El edificio Rana Plaza fue construido en 2007 por Rana, un empresario local de 37 años, que ahora se encuentra bajo custodia policial. El año en que New Wave Style se instaló en el edificio en 2010 fue muy bueno para el sector textil en Bangladesh. Las exportaciones totalizaron casi US$16.000 millones, el triple que la década anterior.
A los minoristas les atraían los sueldos baratos de US$40 al mes, un cuarto de los de China. Ahora, el entorno se ha vuelto más complicado debido a huelgas en las fábricas textiles tras el asesinato de un líder sindical que había exigido salarios más altos.
Es entonces cuando New Wave Style empezó a pasar apuros. No consiguió cumplir con pedidos y pagos de deuda que asumió a un interés de 18% para financiar su traslado al Rana Plaza, según entrevistas con banqueros y miembros de la asociación local del sector textil. El pedido de Benetton, efectuado en septiembre, era visto como un salvavidas por sus propietarios, según representantes de la empresa que sobrevivieron el derrumbe.
Benetton, por su parte, luchaba con la fuerte competencia de las marcas de moda rápida como H&M y Zara. H&M recortó sus costos, consiguiendo que su ropa fuera más económica que la de Benetton, y buena parte de esa estrategia se centró en Bangladesh. H&M es actualmente el mayor importador de ropa del país, seguida por Wal-Mart, según la Asociación de Fabricantes y Exportadores de Ropa de Bangladesh.
Benetton empezó a producir ropa en Bangladesh hace unos 10 años. Actualmente, unas 12 fábricas en el país fabrican aproximadamente 4% de la producción global del minorista, un alza frente al 2% de hace cinco años.
Christina Passariello, Preetika Rana y Syed Zain Al-Mahmood
The Wall Street Journal