La misión del nuevo líder de BHP será dar prioridad a las ganancias
MELBOURNE, Australia—Andrew Mackenzie, el nuevo presidente ejecutivo de la mayor minera del mundo, asumirá el mando con una misión diferente que la de su predecesor y tendrá que lidiar con un presidente de la junta difícil de complacer.
Hace cinco años, cuando Marius Kloppers tomó las riendas de BHP Billiton Ltd., contaba con el apoyo de la junta directiva para buscar adquisiciones. La prioridad para Mackenzie, nombrado el miércoles como sucesor de Kloppers, será extraer más ganancias de un grupo de activos que van desde los campos de gas de esquisto en el Centro-Oeste de Estados Unidos hasta enormes yacimientos de mineral de hierro en la región de Pilbara, en Australia Occidental, en un momento en que las perspectivas para los precios de los metales son inciertas.
Las primeras palabras de Mackenzie en su nuevo cargo indican que los activos de bajo desempeño serán vendidos y que pondrá un mayor énfasis en los retornos a los accionistas. "La productividad y la disciplina de capital son muy importantes para mí", dijo el ejecutivo en Sídney. "Es algo por lo que siento pasión".
El británico de 56 años, que habla cinco idiomas con fluidez y actualmente dirige la división de metales no ferrosos de BHP, ha sido testigo de primera línea del daño que el aumento de costos puede causar en minería. Mackenzie creció cerca de la ciudad industrial de Kirkintillochen los años 60, época en que las minas de carbón de Escocia estaban en un acentuado declive.
En su carrera de 22 años en BP PLC, ascendió hasta convertirse en vicepresidente de la filial estadounidense de petroquímicos, período en que el gigante energético británico tuvo que afrontar una serie de desafíos semejantes debido a los bajos precios del petróleo. Mackenzie devolvió a la rentabilidad la división de plásticos y disolventes de BP antes de pasar una temporada de cuatro años en Rio Tinto, que terminó cuando se incorporó a BHP.
"Es la clase de ejecutivo que devolverá a BHP a sus orígenes", dijo Carl Esprey, director global de recursos de GLG Partners, una filial del fondo de cobertura británico Man Group. "Es inusualmente encantador en el sentido de que es la clase de persona que lleva una corbata que no combina con su traje. Es casi refrescante que no sea el clásico ejecutivo ultraelegante de Londres".
Las perspectivas de Mackenzie van en contra de la estrategia inicial de Kloppers, que lanzó y luego abandonó riesgosas apuestas multimillonarias para comprar Potash Corp., de Saskatchewan Inc., y Rio Tinto. Las adquisiciones en 2011 del productor estadounidense de gas de esquisto Petrohawk Energy Corp. y los activos de Fayetteville, filial de Chesapeake Energy Corp., por un total de US$16.900 millones, se hicieron poco antes de que los precios del gas natural se precipitaran en EE.UU.
La desaceleración de la economía china y la caída de los precios de las materias primas llevaron a las grandes mineras mundiales a cambiar de rumbo el año pasado y pisar el freno en materia de gastos. BHP fue de las más agresivas en ese frente, reduciendo o aplazando inversiones por US$40.000 millones.
Los inversionistas aseguran que Mackenzie es una elección prudente en un momento en que la minería está en transformación. Los costos de todos los aspectos operativos, desde la mano de obra hasta los equipos, están aumentando drásticamente, mientras que la competencia por grandes depósitos minerales se vuelve cada vez más intensa. Uno de los logros de Mackenzie en BHP, desde que fue reclutado por Kloppers en 2008, fue la recuperación del desempeño de la mina de cobre Escondida, en Chile, a pesar de las disputas laborales y una caída en la calidad del mineral.
La misión de Mackenzie se verá complicada por la presencia del influyente presidente de la junta directiva de BHP, Jacques Nasser. El ex presidente ejecutivo de Ford Motor Co. asumió un papel activo desde que se incorporó al directorio en marzo de 2010.
"Mi preocupación es si Mackenzie tendrá margen de maniobra para dirigir la empresa de forma independiente ante el actual presidente" de la junta, planteó Esprey, cuyo fondo gestiona US$30 millones en acciones de la minera y quien trabajó en su departamento de adquisiciones hasta principios de 2008.
El anuncio del retiro de Kloppers distrajo la atención de los decepcionantes resultados de BHP. El mismo día, la minera anglo-australiana reportó su tercer declive consecutivo en la ganancia neta semestral, una caída interanual de 58%, a US$4.240 millones, incluyendo grandes rebajas contables sobre sus divisiones australianas de aluminio y níquel.
BHP espera una mejora modesta en la economía global este año, que ayudará a impulsar la recuperación de la demanda y los precios de los commodities, lo que, a su vez, podría facilitar la transición en el momento en que Mackenzie asuma las riendas en mayo.
David Winning y Robb Stewart