“La meta de inflación del 17% anual no está lejos”
–¿Cómo es el balance del primer año de trabajo del nuevo BCRA?
–El nuevo Banco Central asumió con un “plan de acción integral” (¿excepción en Cambiemos?) que tenía dos objetivos de corto (abrir el cepo y desarmar la bomba de futuros) que dificultaban su objetivo de largo plazo (bajar la inflación). La apertura del cepo se encaró con una base monetaria que crecía al 47% y una inflación subyacente que tendía al 50% anual. La bomba de los futuros (shock de emisión de casi $ 60.000 millones) elevaba dicha inflación subyacente al 80%. Además había un sobrante de $ 200.000 millones (4% del PBI). Las dos veces (1959 y 1975) que hubo un exceso similar, la inflación se multiplicó por cinco (de 20% a 100%) y seis veces (de 30% a 180%), y el PBI se contrajo 6%. El BCRA evitó una hiperinflación logrando muy buenos resultados, que se potencian al considerar el ajuste de tarifas. Este año (32%) la inflación core fue similar a la de 2016 (32%) y más baja que la de 2014 (35%), pero con un IPC E&R regulados casi cinco veces superior si se compara 2016 (97%) con 2015 (20%).
–¿Las Lebac son un problema y la tasa de interés está muy alta?
–El BCRA casi duplicó las Lebac (de $ 337.000 millones a $ 575.000 millones) y subió la tasa de interés, porque el Ministerio de Hacienda no quiso absorber el sobrante de pesos con un bono de largo plazo. No fue gratis esa omisión: se pagó con más recesión, dólar y alimentos más caros, y mayor pobreza. El stock de Lebac y la suba de la tasa no sólo tienen encapsulada la “híper” de la cual el BCRA nos salvó, sino que nos protegen de los nocivos efectos de la mala política fiscal. Si el déficit se termina reduciendo, las Lebac son un aumento del bienestar presente, porque reducen la inflación actual, repartiéndola a lo largo del tiempo con preferencias presentes que “pesan” más que las futuras. Si la mala política fiscal continúa y el déficit no baja, las Lebac también siguen siendo la mejor opción, porque es mejor evitar una segura hiperinflación hoy que no hacer nada para evitar que aumente la probabilidad de una futura. Además, en 2016 la tasa de interés promedio real de las Lebac (35 días) fue –5,8% anual, revelando que la tasa no es excesivamente elevada y que esas letras tienden a licuarse.
–¿En 2017 se alcanzará la meta de inflación de 17%?
–La meta de inflación no está lejos, porque implica bajar el valor mensual de 1,5% a 1,3% promedio mensual en 2017. Eso sí, habrá chances de lograrlo sólo si el BCRA continúa en su lucha antiinflacionaria y “la política” respeta su independencia. Esto implica que al BCRA no le tiemble el pulso si tiene que hacer política cambiaria vendiendo reservas o subir la tasa para contener una eventual dolarización de carteras o suba de expectativas de inflación, respectivamente.