La medicina que proviene de los mares fríos del Norte
Hipoglós: pomada cicatrizante y regeneradora de tejidos
La composición que hace posible al Hipoglós, esa pomada que desde hace años se utiliza para combatir la irritación y el daño de la piel, tiene un componente que proviene de los mares fríos de Noruega: el bacalao.
Del hígado de este pez migratorio se extrae un aceite que es rico en vitaminas A y D, y que es comúnmente indicado como complemento alimenticio para la fijación de calcio en los huesos.
Más de siete décadas atrás, Laboratorios Andrómaco -una empresa farmacéutica argentina de propiedad familiar que fue creada en 1926- encontró la manera de formular tópicamente este aceite y de probar que ofrecía importantes ventajas en la curación y prevención de heridas e irritaciones dérmicas.
Así nació el Hipoglós, el primer producto para la piel de este laboratorio que posee acción cicatrizante y regeneradora de los tejidos dañados. Y si bien su nombre hace referencia a este componente marítimo, éste deviene de otro pez con similares cualidades pero de distinta procedencia: el Hippoglossus, que surca por las aguas saladas del océano Atlántico y del cual se extrae el aceite de hígado de hiplogoso, utilizado también como fuente de vitaminas A y D.
Durante la Segunda Guerra Mundial se redujo considerablemente la captura del bacalao, lo que provocó dificultades en el abastecimiento para la elaboración del Hipoglós. Buscando opciones para reemplazarlo, los socios de Andrómaco encontraron que el cazón marplatense tenía en su hígado un aceite de parecidas virtudes medicinales y lo usaron en su lugar. Acabado el conflicto bélico y regularizados los mercados, se volvió a importar el extracto desde su primera procedencia.
Hoy, a casi 70 años de su lanzamiento, con leves ajustes, la fórmula se mantiene en vigencia y continúa siendo líder en su categoría.ß María del Pilar Assefh
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