La guerra de los 100 días: qué hay detrás de la “luna de miel” de Cristina Kirchner y Sergio Massa
Manzur, Cabandié y Scioli podrían ser relevados del gabinete; se vienen más salidas de la mesa chica de un presidente cada vez más solo, hay un informe reservado sobre la “avivada” de los textiles y reuniones privadas en las que se sincera la crítica situación; los funcionarios tapados y las multas que vienen
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El jueves se cumplen los primeros 100 días de Sergio Massa al frente del Ministerio de Economía y la fecha que se autoimpuso como la de crédito tanto entre sus accionistas internos -Frente de Todos y albertismo- como entre la opinión pública. El contexto es cuanto menos complejo. Inflación proyectada al 100%, dólares en extinción y cepos que cubren a toda la economía. Hubo avances en la reestructuración con el Fondo Monetario Internacional (FMI) y el Club de París y hay varios frentes de tormenta que aparecen para el corto plazo en el equilibrio de una coalición que de hecho ya está partida en dos.
El presidente de la Nación está con pisos históricos en materia de imagen y el año electoral a la vuelta de la esquina; un respaldo explícito de Cristina Fernández de Kirchner en el acto de la Unión Obrera Metalúrgica (UOM) sorprendió a Massa. Su WhatsApp comenzó a sonar de manera ininterrumpida desde el momento en el que la vicepresidenta se refirió a él. Y las hipótesis se multiplicaron de cara a las futuras fórmulas presidenciales, algo que él desmiente.
El ministro estaba en el quinto piso junto a representantes de la Unión General de Asociaciones de Trabajadores del Transporte (Ugatt) para intentar desactivar el paro general previsto para el próximo martes en reclamo de un bono de $50.000 para los jubilados. Los sindicalistas exigen ese monto en el marco de una acción que lleva como lema “Honrarás a tus padres”. Paradoja de estos tiempos de una vicepresidenta que reconoce en público a su ministro y que fustiga en el mismo acto los datos económicos; que ve como vitorean sus feligreses “vamos a volver” mientras lleva casi tres años de su fórmula Fernández-Fernández todavía en ejercicio. El desconcierto es tal que el viernes por la noche uno de los principales estudios de economistas local tuvo que responderle a uno de sus clientes regionales que “la señora Cristina Fernández de Kirchner sigue siendo la vicepresidenta de este Gobierno. Su discurso parecía opositor pero ella está en ejercicio”. El modo 2023 reflotó también en bancos internacionales la pregunta sobre una posible disputa futura entre Mauricio Macri y CFK que todavía no tuvo respuesta por parte de los especialistas locales, pero que la mayoría de los analistas financieros no ven con buenos ojos.
El sueño de Alberto
El Presidente sueña con una reelección que no le valida un solo dato ni encuesta. A tal punto que parte de su gabinete todavía sigue en implosión. “Tiene fecha de vencimiento. Es como un yogur que expira en febrero”. Así de tajante fue uno de los integrantes de la mesa chica de Alberto Fernández cuando se le consultó sobre el futuro de Juan Manzur, jefe de Gabinete del Gobierno que juega con el regreso a su provincia casi desde el día que asumió. Pero no será el único movimiento entre los laderos del presidente. Juan Cabandié, a cargo de Desarrollo Sostenible y Medio Ambiente, es otro de los que podría perder su tarjeta de ministro en el corto plazo. “Desde hace rato que Alberto no lo quiere y desde el cristinismo tampoco tiene un respaldo tan de fondo, con lo cual puede ser el próximo en abandonar la casa”, sentenció otra alta fuente del gobierno nacional en el modo de época, versión Gran Hermano.
El tetris de sentencias se completa con el embajador en Brasil, Daniel Scioli, de quien el flamante presidente electo, Luiz Inácio Lula da Silva, pidió un cambio durante el encuentro mano a mano que tuvieron luego del triunfo electoral del Partido de los Trabajadores (PT). “La decisión en este caso la tiene Alberto. Habrá que ver qué define. Si escucha a Lula o si decide respaldar a su embajador, con el que ya tuvo muchas desprolijidades en el pasado reciente”. La razón del pedido está vinculada con los buenos lazos que estrechó Scioli con el presidente saliente, Jair Bolsonaro.
Consultada una alta fuente de la Embajada, muy cercana a Scioli, desmintió la información de manera terminante: “El embajador está coordinando el plan estratégico de integración y el gran acuerdo binacional y lideró la visita del presidente. Así que la relación tanto con Lula como con Alberto está óptima”, afirmó. El tiempo dirá.
Fuegos artificiales
En el mercado local mientras tanto hay que distinguir realidad versus fuegos artificiales. La realidad muestra una dificultad creciente en materia de dólares que trascendió de todos y cada uno de los encuentros que los funcionarios de Economía tuvieron con los representantes de los rubros más disímiles. Fuentes sindicales confirmaron a LA NACION que en la reunión de Economía con la industria automotriz la definición no tuvo grises. “Ya no hay más dólares así que pueden financiarse como quieran. Ya sea con sus matrices o con la solución que encuentren, pero por acá se terminó”, fue una de las frases que quedó marcada entre los asistentes a los encuentros privados. Otra fue aun más fuerte. “Acá todos son vivos. Tiene más código la economía del conurbano que la de los importadores. Ustedes quieren dólar oficial para traer las cosas y luego vender a $300. ¿Dónde se ha visto?”, afirmó otro funcionario en otro encuentro. Sectores de lujo, bienes suntuarios y hasta algunos bienes finales sin producción local verán cerrado el grifo de manera definitiva en los próximos días pero no les faltarán a los que tengan balanza positiva, anticipan en Economía.
Como siempre ocurre, cuanto más restricciones aparecen no sólo reviven los arbolitos de la City sino también los lobbistas que pasan por caja la figura de “abrepuertas”. “En todos los sectores hay crisis, hay necesidad de conocer a los funcionarios de turno y el reloj de arena que se dio vuelta para estirar lo máximo posible el statu quo. Hoy la clave es no entrar en la mira”, resume uno de los “expertos” en crisis que dolarizó sus ingresos ante tanta demanda de trabajo.
La industria de la moda es un ejemplo de la velocidad con la que en tiempos de precios descontrolados migra de aliada a enemiga. Claro está, no se puede generalizar: tiene dos ejes bien diferenciados. Uno es el textil que engloba a los hilanderos, los que hacen tela y los tintoreros que le dan color y otro el de la indumentaria adonde están las marcas principales que, pese a lo que se suele creer, concentran solo el 25% de las ventas totales.
La fase textil y principalmente los hilanderos se negaban a firmar un acuerdo de precios y algo se rompió definitivamente pese a que el viernes estamparon su firma por un congelamiento que estará vigente hasta el 1 de diciembre. La presión fue tal que inclusive en las jornadas de Protextil -donde juegan de local- los gobernadores de Catamarca y de La Rioja, dos de las provincias donde están las principales plantas textiles, dijeron ante un auditorio de 500 personas que se debía firmar el acuerdo. Ambos gobernadores habían tenido contacto estrecho con Massa.
“Tenemos identificados los beneficios fiscales, los créditos a cuota fija, el financiamiento con bonos de capital, los aportes y contribuciones que pagan entre otras cosas. No les convenía pasarse de listos”, afirma imperativo otro funcionario de Economía, con relación a uno de los jugadores de más alto perfil dentro del mundo protegido. La luna de miel terminó.
Informe reservado
De ahí que se tomó una decisión definitiva. Para ello tienen un informe reservado en el que se habla de ese sector como un “ventajero” que aprovechó la realidad argentina para aumentar muy por encima de la media. Cabe distinguir que se refieren expresamente al de hilados adonde cinco jugadores son los principales y no al de indumentaria adonde se cerró el acuerdo de congelamiento el 22 de septiembre pero se postergó el anuncio porque faltaba esa pata de la cadena.
“El mundo Protejer jugó de juez y parte durante unos años de la gestión de Fernández cuando Ariel Schale, exdirectivo de la industria -hombre de confianza de Teddy Karagozian-, fue uno de los responsables de la Secretaría de Industria. Eso ya no sigue”, afirmó anoche una alta fuente del Gabinete. En el documento al que tuvo acceso LA NACION se asegura que los aumentos en moda y calzado fueron “totalmente anómalos en la Argentina”. “Por lo general, el sector textil suele mencionar la carga impositiva y la ‘renta shopping’ como explicativos de por qué la ropa es cara en Argentina respecto al resto del mundo pero eso no es real”, sentencian. Hablan de una baja oferta que se debe a una mayor protección comercial que engrosó los márgenes empresariales, resume el informe que circula en Economía y que tiene varios gráficos comparativos de la Argentina versus el mundo. Al punto que existe la alternativa de abrir el mercado si comprueban abusos.
Matías Tombolini, secretario de Comercio, tuvo por estos días un cambio de rol. En las empresas se encuentran sorprendidas porque volvieron prácticas de la gestión de Guillermo Moreno. Las llamadas telefónicas a los celulares directos están a la orden del día y no solo a empresarios argentinos. Hay dos mesas diarias del gabinete económico, a las 8.30 y a las 9.30, y cuando detectan un desvío de precios se llama directamente a los ejecutivos. “La presión es bielsista. Trato que no respiren con argumentos y que retrotraigan las avivadas”, afirmó una alta fuente de Comercio con relación al modus operandi. “No somos Moreno. Tenemos buenos modales y fundamentos técnicos pero no queremos que nos traten de b…”, se defendieron, al mejor estilo K.
Coca-Cola, Ledesma, Sancor, Queruclor y Papelera San Andrés de Giles son algunas de las 15 empresas que están bajo análisis de la Secretaría de Defensa de la Competencia por un presunto abuso de posición dominante. Lo que viene para los próximos días serán anuncios constantes. Entre denuncias y multas llegará el nuevo programa de precios justos con las cadenas de supermercados y consumo masivo y se dará una vuelta al mercado de capitales por parte del sector público.
Con muy bajo perfil hay que seguir a los funcionarios que crecen en influencia de cara a la estrategia que viene. El subsecretario de Política de Gestión Comercial, Germán Cervantes; la subsecretaria de Política para el Mercado Interno, Anastasia Daicich; y la subsecretaria de Acciones para la Defensa de los Consumidores, Lucila Buetti Piorno. Esta última contadora, de 32 años y de Carlos Tejedor, es quien pone las multas y a la que la mayoría de las empresas desconocen. Mejor descubrir su track récord antes de recibir su contacto. Un dato adicional es que el equipo de Tombolini tiene línea directa con el de Augusto Costa, hoy espada en la provincia de Buenos Aires de Axel Kicillof, pero quien supo ocupar los mismos puestos en gestiones anteriores. Una relación que también se mantiene en muy buen modo entre el gobernador y el ministro de Economía. Sus contactos son fluidos a nivel nacional, pero también a nivel territorio adonde el Frente Renovador ocupa varias bancas en la Legislatura provincial. Al parecer hoy en el Frente de Todos juegan dos de tres accionistas y nadie habla con “amor” sino con él bolsillo.
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