La inversión privada se desacelera en China
El gasto público y el crédito sostienen la expansión económica del gigante asiático
HONG KONG - Ou Cengbi, una carnicera en un mercado al aire libre que soporta un calor sofocante en las afueras de Guangzhou, al sudeste de China, apenas ve señales de recuperación en la economía de su país. Chorreando sudor cerca de los cortes de carne sin refrigeración, describe cómo en el pasado invierno (boreal) podía cortar una vaca entera por día y venderla completa. "Ahora sólo puedo vender media", dice. Como Ou, millones de comerciantes chinos parecen estar en dificultades, incluso cuando las estadísticas sugieren que el crecimiento se está estabilizando. La Dirección Nacional de Estadísticas en Pekín anunció que el crecimiento económico trepó a 7,5% en el segundo trimestre, comparado con un año atrás. Pero estudios de empresas en toda China muestran que en un sector detrás de otro, las ventas y la confianza siguen en deterioro."
"Todo apunta en el sentido opuesto a esta supuesta cifra de PBI", dice Leland Miller, presidente de China Beige Book International, un servicio de datos de Nueva York que encuesta a 2200 empresas privadas en todo China cada trimestre para medir la actividad económica.
Uno de los mayores motores del crecimiento chino en los últimos años, la construcción y otras inversiones en el sector privado, está atascado, mientras que las exportaciones recién comienzan a recuperarse de un duro invierno y el crecimiento de las ventas minoristas se aplana. La inversión y el gasto público, en tanto, se mantienen fuertes con el impulso del crédito del sistema bancario estatal al sistema ferroviario nacional, gobiernos municipales y empresas públicas esta primavera.
El resultado ha sido un gasto a ritmo frenético en la construcción de líneas férreas -que aumentó un 32,1% interanual en junio- y en viviendas subsidiadas. Como resultado, la producción de acero en China está alcanzando niveles récord, al mismo tiempo que el inicio de obras para vivienda en el sector privado cae con fuerza. El crédito total ha crecido más rápido que el producto económico, incluso sin ajustar por inflación, en cada trimestre, desde fines de 2011. El crédito se aceleró aún más en junio, de acuerdo a cifras del Banco Popular de China. Pero la encuesta de Miller y otras muestran que las empresas privadas están cada vez menos interesadas en tomar dinero prestado, porque ven pocas oportunidades de invertir con rentabilidad.
"No hemos visto mejora en nuestro negocio desde comienzos de año", dijo Wan Yanhong, a cargo de Nanchang Zerowatt Electric Appliance Company en Nanchang, en el centro-sur de China.
"Si se comparan los últimos meses con los mismos del año pasado, los negocios han estado muy lentos y muy tranquilos", dijo Kay Lam, gerente de UB Office Systems, una tienda de muebles de oficina en Guangzhou. Funcionarios chinos han llamado a reequilibrar la economía, alentando a los hogares -que ahorran casi la mitad de su ingreso- a gastar más, y a depender menos de proyectos de inversión financiados con deuda. Pero cada vez que el crecimiento comienza a caer por debajo de la meta oficial de aproximadamente el 7,5% -como en el primer trimestre- el gobierno abre la canilla del crédito.
Algunos economistas sostienen que China tiene una opción: reducir la oferta de crédito y aceptar bajas en el crecimiento económico cada año, o seguir con los préstamos masivos y correr el riesgo de una fuerte caída de la expansión, cuando el sistema financiero comience a desbalancearse.
La perspectiva económica china sigue con fortaleza para el largo plazo: millones de trabajadores chinos tienen más dinero para gastar y las ventas minoristas crecen. Pero eso no ha bastado para compensar los efectos de una desaceleración de la inversión privada.
Traducción de Gabriel Zadunaisky