La inversión estatal en infraestructura vuelve a apuntalar la economía china
BEIJING—La economía de China se fortaleció en noviembre luego de que los líderes del país volvieran a recurrir a su tradicional receta de aumentar el gasto en infraestructura para apuntalar el crecimiento.
La producción industrial, el principal indicador de la actividad mensual del país, aumentó 10,1% en noviembre frente al mismo mes del año pasado, lo que refleja el mayor dinamismo desde marzo.
Un desempeño más robusto del previsto ofrece nuevos indicios de que la economía china se ha recuperado de la debilidad que experimentó a mediados de año y allana el camino para una aceleración del Producto Interno Bruto en el cuarto trimestre, luego de registrar un crecimiento de 7,4% en el tercero, el más bajo en tres años. La proyección promedio de 12 economistas encuestados por The Wall Street Journal apunta hacia una expansión del PIB de 8% en 2013.
La mejoría coincide con un momento en que los nuevos líderes del país han sugerido que están dispuestos a modificar una fórmula de crecimiento que prioriza las exportaciones y la inversión y de la que han dependido durante una década. Una serie de economistas tanto dentro como fuera de China sostienen que ese modelo no es sostenible a largo plazo y que la economía debe enfatizar el consumo interno.
Xi Jinping, el nuevo jefe del Partido Comunista, visitó el fin de semana la ciudad de Shenzhen, ubicada frente a Hong Kong, en un viaje que trajo a colación la "gira del sur" que emprendió Deng Xiaoping en 1992, y dejó en claro que se iba a reanudar el proceso de reformas económicas que se estáncó tras la represión de la Plaza de Tiananmen en 1989. El nuevo primer ministro, Li Keqiang se refiere a menudo a la necesidad de facilitar el proceso para que los inmigrantes rurales obtengan residencia permanente en las ciudades, donde pueden ganar y gastar más.
"Las declaraciones de Li sobre la necesidad de hacer reformas son alentadoras, pero la falta de detalles sugiere que va a escoger sus batallas con cuidado", señaló Eswar Prasad, profesor de la Universidad de Cornell.
El fortalecimiento de la economía presenta un dilema para los nuevos dirigentes. El modelo antiguo sigue aportando crecimiento pero podría no ser sostenible. Un cambio puede socavar el crecimiento a corto plazo al reducir el gasto en inversión a cambio de la esperanza de sentar bases más sólidas para el futuro.
Por el momento, el principal motor de la economía es la inversión en infraestructura, en especial en el transporte público. La Comisión Nacional de Desarrollo y Reforma, la poderosa agencia de planificación del gobierno, ha dado luz verde a una inversión de US$134.000 millones en 32 sistemas de metro.
Panorama incierto
La inversión en otros sistemas de transporte también está aumentando. La inversión en carreteras, por ejemplo, creció 36,8% entre enero y noviembre frente al mismo lapso del año previo y el gasto en infraestructura ferroviaria también se ha acelerado.
En contraste, la inversión en el sector manufacturero avanzó 19,4% en noviembre frente a un alza de 24,4% a comienzos de año. La caída refleja una mayor cautela por parte de los empresarios que hacen frente a un panorama más incierto, un alza de los costos, capacidad ociosa y mayores deudas. Andy Hwang, presidente de la junta de Jaw Lien Enterprise Co., que fabrica hebillas para bolsos, calcula que el negocio ha caído 10% respecto al año pasado. "Nuestro principal costo es la mano de obra que está aumentando muchísimo", recalcó.
El paso de un modelo que enfatiza la inversión a uno que dependa del consumo interno requiere de grandes cambios en la economía china para que más dinero acabe en los bolsillos de las familias de menores ingresos. La reforma del sistema pro-ducirá, con toda seguridad, una reacción política de sus grandes beneficiaros, como las empresas estatales, los gobiernos locales y la burocracia. En los últimos 20 años, el crecimiento en los ingresos de los hogares ha sido menor al de la economía del país.
The Wall Street Journal