La inflación y la deuda, ejes de las preguntas que Dujovne debió contestar en Madrid
Empresarios españoles quisieron saber por qué el ministro es optimista sobre la baja del costo de vida
MADRID.- "No tenemos muchas herramientas, pero sí una voluntad de hierro y derrotaremos a la inflación". Fue la afirmación del ministro de Hacienda, Nicolás Dujovne, ayer ante inversores españoles que plantearon sobre esa variable una de las principales dudas sobre la marcha de la economía argentina.
¿Por qué es usted tan optimista con ese tema?, le preguntaron, cuando escucharon que el ministro ratificaba la meta del 15% para este año, el 10% para el próximo y el 5% para 2020.
"Lo primero que quiero decir es que esas metas son un objetivo, no un pronóstico", pareció matizar el funcionario. Pero dijo que para el plan de crecimiento "durante décadas" que se plantea el Gobierno resulta "crucial" alcanzar una inflación acorde con el resto de los países del mundo.
Elogió en ese sentido la tarea "titánica" que realiza el Banco Central y desestimó las inquietudes de quienes descreen del éxito en esa batalla.
"Nadie duda de que la inflación de este año será inferior a la del año pasado. Y es imposible pensar que la de 2019 vaya a ser más alta que la de este año", ratificó.
Atribuyó el recalentamiento de estos días al hecho de que "estamos ahora atravesando uno de los peores meses" por la suba de precios en los servicios regulados, en referencia a los sucesivos aumentos de tarifas. Una política que juzgó "inevitable", en el marco de la necesaria eliminación de subsidios que busca el Gobierno.
Una y otra vez la inflación de la economía argentina fue y vino en el coloquio con empresarios e inversores, con el que el ministro abrió la agenda pública de su gira de tres días por España.
Un periplo del que reveló claramente el objetivo. "Necesitamos inversiones", dijo, y "queremos que España sea socio nuestro en esta empresa heroica" de dejar atrás doce años de populismo.
Si bien la inflación fue el tema más insistente, el del endeudamiento y su eventual sostenibilidad en el tiempo fue el primero que apareció al abrirse la ronda de preguntas.
Preocupa la deuda
Dujovne aseguró que la deuda argentina es "perfectamente sostenible", a la vez que explicó que las necesidades de financiamiento "irán disminuyendo en la medida en que el país avance en la reducción del déficit fiscal".
Explicó que no habrá cambios en lo inmediato. "En 2020 habrá un pico en el nivel de endeudamiento y luego comenzará a bajar", prometió, hasta situarse en uno de los más bajos de la región.
No ignoró que la deuda argentina despierta poca paciencia en el exterior. De modo que el país "no puede darse el lujo" de tener el mismo nivel de deuda que los países desarrollados y debe, necesariamente, estar por debajo.
Representado por su secretaria de Comercio, María Luisa Poncela, el gobierno de Mariano Rajoy no ocultó su sintonía con la gestión macrista.
"Estamos asistiendo a una nueva República Argentina", sostuvo la funcionaria, que reemplazó como anfitriona al saliente ministro de Economía, Luis de Guindos, quien se apresta a dejar el cargo para sumarse al Banco Central Europeo.
Amplió esa coincidencia al perfilar las inversiones españolas en la Argentina como "comprometidas" con el desarrollo y no meramente especulativas, a la vez que ratificó la "colaboración" del Gobierno en el fortalecimiento de ese vínculo.
La rueda de preguntas reveló otras inquietudes, incluido el nivel de vínculo entre el presidente Macri y el ministro, así como la evaluación que la Casa Rosada hace de su gestión.
"¿Es cierto que el Presidente le manifestó malestar por cómo van las cosas y que se ha enojado por eso?", fue uno de los interrogantes más directos y personales hacia la gestión económica.
Dujovne lo atajó con una negativa de plano y con una identificación entre el actual panorama económico y las pretensiones del Presidente.
"No solo esa versión [del enojo] no es para nada cierta, sino que el programa que estamos desarrollando es el que quiere el presidente Macri", afirmó.
También hubo interés por determinar hasta qué punto la sociedad argentina acepta el programa y, sobre todo, qué nivel de comprensión hay en los votantes kirchneristas.
En la visión de Dujovne, el país "dejó atrás el populismo", si bien admitió que esta "etapa histórica" tiene como desafío atender no solo las distorsiones económicas, sino también las culturales.
Hoy lo esperan nuevas rondas con hombres de negocios e inversores españoles, así como una nueva exposición abierta sobre la marcha del plan económico y las oportunidades de inversión en el país.