Por encima de lo esperado: la inflación fue de 4,2% en agosto y acumuló 94,8% en lo que va del año
La suba de los precios sumó 236,7% en doce meses; el dato núcleo marcó un 4,1%; los alimentos y bebidas avanzaron 3,6% en un mes en el que también impactó el aumento de las tarifas de los servicios públicos
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Con un número por encima de lo esperado, con un dato núcleo en leve aceleración en el último bimestre y con un impacto de los aumentos de tarifas de agua, luz y gas, el IPC del Indec fue de 4,2% en agosto. De esta manera, el número rebotó frente al piso de 4% que había logrado en julio pasado. Ahora, el Gobierno espera que la rebaja del impuesto PAIS a comienzos de este mes logre volver a encauzar la bandera de la baja de la inflación que enarbola Javier Milei.
Con el dato mensual de agosto, se vuelve a las variaciones de precios que se visualizaban en mayo (4,2%). En lo que va del año, se acumuló un alza de 94,8%, mientras que en doce meses, el indicador mostró un avance de 236,7%. La inflación núcleo, que no contempla precios estacionales ni regulados, mostró un incremento de un 4,1%. Se trata del segundo mes consecutivo en la aceleración de este indicador clave que siguen el Gobierno, el Banco Central (BCRA) y el mercado.
La división de mayor aumento en el mes fue Vivienda, agua, electricidad y otros combustibles (7%) por las subas en Alquiler de la vivienda y gastos conexos, Suministro de agua y Electricidad, gas y otros combustibles. Le siguieron Educación (6,6%), por el alza en los distintos niveles y tipos de enseñanza; y Transporte (5,1%), por los incrementos en el transporte público. El capítulo de alimentos y bebidas mostró un avance de 3,6%, por debajo del nivel general. “Las dos divisiones que registraron las menores variaciones fueron Prendas de vestir y calzado (2,1%) y Bienes y servicios varios (2,3%)”, según informó el Indec que conduce el economista Marco Lavagna.
En un mensaje austero, en el Ministerio de Economía repasaron los datos del Indec sin dar explicaciones sobre la aceleración mensual, sobre todo ante el avance de la medición núcleo, aunque remarcaron que agosto fue el cuarto mes de desaceleración en la medida anual en la comparación contra igual mes del año anterior.
“Para analizar la dinámica del proceso de desinflación y extraer tendencias más allá de la volatilidad de corto plazo, resulta útil analizar el comportamiento de las medias móviles de las variaciones del IPC. Este análisis es consistente con una continuidad en el proceso de desinflación, con la media móvil de tres meses de la variación del IPC Nacional ubicándose, junto a la del mes anterior, en el menor nivel desde febrero de 2022, y la de seis meses, resultando la más baja desde marzo de 2023″, dijeron.
El Relevamiento de Expectativas del Mercado (REM) del Banco Central esperaba una inflación para este mes de 3,9%, por lo que el dato finalmente estuvo tres décimas por encima de lo esperado. El mercado incluso preveía ya una reducción al 3,5% para septiembre, que se mantendría en octubre. Y luego una rebaja mayor, al 3,2%, en noviembre y un pequeño rebrote estacional en diciembre (3,6%). Ahora los analistas recalcularán. Los expertos no veían aún claramente la posibilidad de que el índice de precios se logre alinear con el 2% de devaluación oficial mensual que promueve el BCRA.
La inflación en la ciudad de Buenos Aires había marcado un avance del 4,2% en agosto la semana pasada, por lo que ya acumulaba un alza de 243,1% en el último año. El dato porteño, que suele ser siempre mayor al IPC del Indec, había mostrado en agosto un cambio de tendencia -una desaceleración- frente a los dos meses previos.
La inflación para 2024 rondará, según estimaron en el mercado, entre 122,9% y 123,7%. Son casi 90 puntos menos que lo que dejó el cuarto kirchnerismo representado por Alberto Fernández y Cristina Kirchner en 2023 (211%).
La última vez que el presidente Javier Milei habló de la inflación lo hizo justamente haciendo un contraste con el modelo que impulsaba la exvicepresidenta. “Se olvidó de decir que una de las formas de combatir la inflación era mentirla”, cuestionó en el congreso del IAEF en Mendoza, haciendo alusión a la manipulación de datos del Indec. Milei sostuvo que la inflación promedio del primer período del “régimen kirchnerista, con Néstor Kirchner a la cabeza, fue del 10%”, mientras que “en la primera presidencia de Cristina Fernández de Kirchner, la inflación saltó al 20% promedio”, en su segundo mandato “la inflación promedio trepó al 30%”, y en el gobierno de Alberto Fernández fue de 210%.
“Si usted el déficit fiscal lo financia con emisión monetaria, genera inflación señora”, dijo el Presidente luego. Justamente, ayer el ministro de Economía, Luis Caputo, anticipó que en agosto iba a sumar un nuevo mes de “equilibrio” en las cuentas. Hasta junio, el Gobierno logró medio año de superávit fiscal. En julio, fue primario y no financiero. Ahora se habría sumado a agosto, según dijo el titular de la cartera de Hacienda en el streaming -el segundo- oficial del Ministerio de Economía.
El ministro dijo además que el Gobierno dejó de emitir y que, en rigor, el crecimiento de la base monetaria responde a que “vuela” el crédito y a que crece la demanda de pesos, justamente gracias a la baja de la inflación en la Argentina.
“En un momento, la cantidad de dólares va a ser más grande que la cantidad de pesos y así vamos a poder cerrar el Banco Central. Y así se va a terminar el cáncer de la inflación en la Argentina”, cerró Milei en Mendoza.
La opinión de los analistas
“El dato de inflación del 4,2% para agosto fue levemente mayor al esperado por los analistas, impulsado por aumentos en alquileres, servicios públicos, educación y transporte, en línea con lo previsto en un proceso de reacomodamiento de precios relativos y ajustes salariales”, estimó el economista Federico Domínguez.
“Para septiembre, podemos esperar un número más cercano al 3%, impulsado por la baja del impuesto PAIS y de los dólares financieros. En una economía bimonetaria, la baja del dólar paralelo y del dólar financiero tiene un impacto significativo sobre los formadores de precios. En diciembre de 2023, el REM proyectaba una inflación del 213% para 2024, cifra que estimo podría terminar rondando el 120%”, agregó el experto.
“El congelamiento de la base monetaria amplia, el superávit fiscal, la no emisión por pasivos monetarios, la baja en los dólares financieros, la normalización del flujo de importaciones, la baja del impuesto PAIS y un mayor reacomodamiento de precios relativos son todos factores que contribuyen a la reducción de la inflación”, cerró.
“El dato de inflación de agosto se sostuvo en línea con los tres meses previos. La incidencia intermitente de estacionales y regulados se conjuga con una inflación core que suma el segundo mes al hilo en aceleración”, afirmó Melisa Sala, de LCG.
“El Gobierno tiene como objetivo que la inflación perfore el 1% mensual antes de fin de año. No lo vemos como el escenario más probable. Seguimos pensando que bajar la inflación de 4%/5% mensual a niveles de 1%/2% representa un desafío mayor que el de reducirla desde los niveles de 20% que dejó la devaluación de diciembre. La estabilización de la inflación core mostrando un freno en la desaceleración confirma en parte nuestra idea”, agregó.
“Por ahora, la demanda en niveles bajos colabora poniendo límites a las correcciones de márgenes, pero una recuperación de la actividad aumentará el desafío. A su vez, haber relegado el objetivo de acumular reservas al de desinflar más rápido, podría generar tensiones cambiarias, desencadenando un sendero de desinflación más errático que el esperado. En efecto, la tasa de inflación implícita en los títulos públicos se ubica por encima del 3,1% mensual para septiembre y octubre, todavía lejos del objetivo del Gobierno”, completó la especialista, que cree que en septiembre computarán los aumentos nuevamente de naftas, prepagas, subas postergadas de electricidad y gas y en boletos de trenes (en el GBA).
“Nos sorprendió”, afirmó Lorenzo Sigaut Gravina, de Equilibra, sobre el dato de inflación que difundió el Indec. “Pensábamos que iba a perforar el 4% en agosto. No es bueno por la famosa convergencia. Ahora, el tipo de cambio oficial se mueve al 2% mensual y la inflación se aleja. Además, no solo se aceleró al nivel general, sino la núcleo”, agregó el especialista, que recordó que fue 3,7% en mayo y junio; 3,8% en julio y ahora, en agosto, llegó a 4,1%.
“La núcleo ya se había amesetado, pero ahora ya podemos decir que se aceleró. Así que esto es obviamente una complicación, sobre todo por esta idea de la convergencia [con el ritmo al que se mueve el tipo de cambio oficial] y cuanto más se demora la inflación en converger al tipo de cambio oficial, más apreciación cambiaria vas acumulando”.
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