La inflación de octubre fue de 8,3% y acumuló 142,7% en 12 meses
Con valores pisados por las elecciones, el IPC del mes pasado mostró una desaceleración en niveles altos; fue luego de un bimestre en el que los precios habían sido arrastrados por la devaluación posPASO
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El último número de inflación antes de que la Argentina conozca quién será su nuevo presidente no fue una sorpresa. Con precios de la economía “pisados” -dólar fijo, tarifas de servicios públicos congeladas y “senderos” oficiales acordados para miles de productos en la previa electoral-, el índice de octubre mostró una desaceleración frente a meses previos, pero en valores aún elevados. El IPC del mes pasado fue de 8,3% y el mercado espera un cierre de año cerca del 190%.
Luego de dos meses con datos por encima del 12% de inflación mensual, la suba de precios comenzó a reflejar una ralentización desde los picos observados tras la devaluación posPASO. Sin embargo, el dato mensual se mantuvo como el más elevado de la región, incluso por encima de los que muestra la Venezuela de Nicolás Maduro.
La inflación acumulada en lo que va del año fue de 120% (el doble de lo que el Gobierno preveía en el presupuesto aprobado en el Congreso), mientras que en los últimos doce meses los precios aumentaron 142,7%. Se trata del mayor número desde agosto de 1991 (144,4%), en la entrada de la economía a la convertibilidad tras una hiperinflación. La medida núcleo -que no tiene en cuenta regulados ni estacionales- avanzó 8,8%.
La división de mayor aumento en el IPC que elabora el Indec fue Comunicación (12,6%), producto de las subas en los servicios de telefonía e internet. Le siguieron luego Prendas de vestir y calzado (11%) –por el cambio de temporada– y Equipamiento y mantenimiento del hogar (10,7%). Los alimentos avanzaron 7,7%.
La suba de los precios fue mayor en el Gran Buenos Aires que en el promedio. El nivel general en la zona con más pobres del país fue de 8,6%, mientras que los alimentos avanzaron en esa región un punto más que en el agregado (8,7%).
El mercado prevé que, luego del balotaje, comience un descongelamiento de precios que siga metiendo presión a la inflación. Por caso, el miércoles próximo el dólar oficial, hoy a $350, comenzará a deslizarse, según aseguró el mismo Gobierno.
La semana pasada, el dato oficial de inflación en la Ciudad de Buenos Aires había mostrado un alza de 9,4%, una leva baja frente a los meses previos. En 12 meses, sumaba 146,4%, mientras que acumulaba 120,2% en lo que va de 2023.
La llamada inflación de los trabajadores mostró un 9,8% para el mes. El top ten de pronosticadores del Relevamiento de Expectativas del Mercado (REM) del Banco Central (BCRA) esperaba un avance de la inflación del 9,4% para octubre y de 183,8% en 2023. La entidad publicó esta tarde sus nuevas perspectivas, que llevan ese número a 188,6%.
“Al momento de evaluar tu voto y te preguntes si preferís la inflación sobre la estabilidad, si preferís esta decadencia en producción y empleo, o preferís el crecimiento económico, si querés seguir sosteniendo a esta casta política, chorra, corrupta, parasitaria e inútil que lo único que hace es destruir, tenemos nuestra generación de riqueza y hundirnos cada vez más”, dijo el candidato opositor de La Libertad Avanza (LLA), Javier Milei, anoche en el debate. La inflación es el principal problema de los argentinos, según la mayoría de las encuestas de opinión que se publican en el país.
El ministro de Economía y candidato por Unión por la Patria, Sergio Massa, dio pocas definiciones sobre los precios en el debate. Pero en una entrevista previa con el diario El País culpó a la sequía y al Fondo Monetario Internacional (FMI). “Es el factor [sobre la sequía]. No tomar los vencimientos con el FMI y la sequía como un factor determinante de 2023 es como querer salir a la calle un día que llueve y omitir la lluvia. La Argentina perdió el 50% de sus exportaciones agrícolas. Y el FMI en ese momento jugó a la política y estiró cuatro meses el acuerdo con Argentina”, dijo Massa.
“La clave es blindar el esquema de reservas y para eso voy a integrar la mitad del directorio del Banco Central con integrantes de la oposición, designados por el bloque mayoritario de la oposición del Parlamento”, prometió, y aseguró que habrá más dólares de reservas y menos vencimientos del Fondo. “Si no hubiésemos tenido sequía, probablemente el plan de estabilización, que incluyó 40% de caída del gasto real entre agosto y diciembre, hubiese podido seguir adelante”, cerró, y afirmó que si gana las elecciones comenzará el 20 de noviembre su plan de estabilización. “No voy a tomarme 20 días de vacaciones”, aseguró el ministro de Economía ganador de las elecciones del 22 de octubre pasado.
Luego de que el Indec divulgara el IPC de septiembre pasado, el BCRA aumentó las tasas de interés 1500 puntos básicos, de 118% a 133% nominal anual (TNA). Esto implicó que, si un ahorrista decidía renovar el plazo fijo mes a mes con el capital inicial más los intereses ganados, se hablaba de una tasa efectiva anual del 254,8% (TEA). Es improbable que, con una leve desaceleración, la entidad que dirige Pesce haga cambios en sus tasas de referencia tras el dato de hoy.
La mirada de los analistas
“Que una variación de 8,6% sea mejor a la esperada habla mucho de la situación actual. Sabíamos que octubre iba a mostrar una inflación más baja que agosto y septiembre, y probablemente que noviembre y diciembre. Es que tanto el tipo de cambio oficial como el paralelo se mantuvieron bajo control durante el mes y es posible que los niveles de ingresos no hayan caído en octubre, pero en noviembre y diciembre la película va a ser otra”, dijo Federico Moll, director de Ecolatina.
“El esfuerzo por no mover el tipo de cambio oficial y controlar la inflación previo a las elecciones costó muchos dólares y la situación es insostenible”, señaló el economista, y agregó: “Cuándo se van a empezar a ver cambios marcados en la política económica va a depender de la situación política, pero es difícil pensar que los niveles de inflación no vayan a crecer significativamente durante los próximos meses”.
“Descontábamos un registro más bajo de inflación para este mes”, dijo Melisa Sala, de LCG. “La suba de 8,3% de octubre implica una merma de más de 4 puntos contra el dato de septiembre. Es que el Gobierno sostuvo un congelamiento amplio de precios de bienes y servicios buscando frenar la escalada que se dio en los meses anteriores, que absorbieron de lleno el traslado de la devaluación posPASO. No somos optimistas en cuanto a que el descenso se sostenga en el tiempo; más bien entendemos que se trata de un nuevo piso, siempre más alto que el anterior (6% en junio y julio)”, agregó.
“En la primera semana de noviembre, el Relevamiento de Precios de LCG marcó una suba de 2,1% semanal. Es un valor elevado considerando que sucede a una semana que había reflejado subas del 3,4% promedio. Con esto, la inflación de alimentos vuelve acelerarse, ubicándose en 9% promedio en las últimas cuatro semanas“, dijo la economista. “Pero más preocupante es el hecho de que, en la última semana, el 46% de los productos relevados registró un aumento, lo que indicaría que, prácticamente el total de la canasta ya ajusta sus precios dos veces en el mes. Esto pone de relieve una inercia cada vez más elevada que se vuelve cada vez más difícil de frenar”, completó.
Sala dijo que para noviembre se espera una aceleración de la inflación minorista. “Después de las elecciones del 19 deberían empezar a descongelarse alguno de los precios reprimidos hasta ahora, entre ellos el dólar oficial, cuotas de medicina prepaga, combustibles y los incluidos dentro del programa Precios Justos. Aun de avanzar en un descongelamiento ordenado, sin disparada de los dólares paralelos por la incertidumbre propia que genera cualquier cambio de gobierno, esperamos un registro de inflación por encima de los dos dígitos en noviembre”, cerró.
“El 8,3% fue menos de lo que esperábamos”, reconoció Lorenzo Sigaut Gravina, economista de Equilibra. “Así como en septiembre esperábamos un poco menos, ahora en octubre dio menos de lo que se esperaba. Hay algunos factores estacionales que ayudaron, subió solo 7,6%, y obviamente los precios regulados, cosas que ya sabíamos que el Gobierno está pisando, efectivamente subieron poco”, agregó. “La primera semana de noviembre, sobre todo en alimentos, nos dio de nuevo una suba fuerte, y ya se sabe que si tenés alimentos subiendo fuerte, se empieza a complicar. Obviamente, también va a depender de lo que sucede en el balotage. Hay más chances de que la inflación de noviembre esté aún en un dígito, y que diciembre sea un mes complejo y que entonces volvamos a los dos dígitos”, cerró el economista.
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