La inflación de mayo fue de 4,2% y alcanzó el mejor registro en más de dos años
La suba de precios se moderó por la postergación de aumentos en servicios regulados y la pelea oficial con las prepagas; analistas debaten si este es el nuevo piso; la inflación núcleo fue 3,7%
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Con tarifas, combustibles y cuotas de prepagas contenidas, la inflación de mayo fue de 4,2%. No sólo se trató de la quinta desaceleración consecutiva del índice oficial, sino que para encontrar una variación más baja hay que remontarse a enero de 2022 (3,9%) o, sea, es necesario mirar más de dos años para atrás.
El índice de precios al consumidor (IPC) acumuló 71,9% en lo que va del año y 276,4% en los últimos doce meses. Es la primera desaceleración en la comparación interanual desde julio de 2023. Sin embargo, el dato más significativo fue que la inflación núcleo -aquella que no contempla precios regulados ni estacionales- avanzó 3,7%, el menor número desde enero de 2022. Abril había mostrado un 6,3%.
La división de mayor aumento fue Comunicación (8,2%), por las subas en los servicios de telefonía e internet. Le siguieron Educación (7,6%), por incrementos en todos los niveles educativos, y Bebidas alcohólicas y tabaco (6,7%), por las alzas en cigarrillos. La división con mayor incidencia fue Alimentos y bebidas no alcohólicas (4,8%), “donde se destacaron los aumentos de Verduras, tubérculos y legumbres; Leche, productos lácteos y huevos; y Aceites, grasas y manteca”.
“Las dos divisiones que registraron las menores variaciones en mayo fueron Salud (0,7%), por bajas en las cuotas de medicina prepaga, y Vivienda, agua, electricidad y otros combustibles (2,5%)”, se precisó.
El IPC oficial vuelve a estar por debajo de lo esperado por el mercado, que viene mes a mes corrigiendo sus proyecciones en base a los números oficiales. Es algo que el ministro de Economía, Luis Caputo, recalcó en X una vez conocido el dato del Indec. El Relevamiento de Expectativas (REM) del Banco Central (BCRA) esperaba un 5,2%. El número que brindó el organismo, sin embargo, se acercó más al que publicó la semana pasada la dirección estadística porteña (4,4%).
“Con el dato de mayo, se profundizó el proceso de desinflación en curso”, escribió Caputo. “La media móvil de tres meses de la variación del IPC Nacional se ubicó en el menor nivel desde julio de 2023, y resultó casi 6 puntos inferior a la media móvil de seis meses. Este último indicador, que todavía incorpora los meses donde se produjeron los principales sinceramientos de precios relativos (tipo de cambio, bienes y servicios bajo controles de precios y tarifas de servicios públicos), ya es el más bajo desde diciembre”, dijo.
IPC Mayo nivel general 4,2 pct
— totocaputo (@LuisCaputoAR) June 13, 2024
IPC Mayo núcleo 3,7 pct
El IPC Nacional registró una variación de 4,2% en mayo, marcando el menor registro mensual desde enero de 2022. La inflación núcleo, que excluye los componentes regulados y estacionales, fue de 3,7%, el menor ritmo también… pic.twitter.com/NoLZjAyvOz
El debate que se instaló actualmente entre los expertos y el oficialismo es si la baja de inflación encontró un piso que le será difícil perforar por la inercia de precios en la Argentina y por la necesidad del Gobierno de seguir sincerando los precios relativos de la economía.
El debate que se instaló actualmente entre los expertos y el oficialismo es si la baja de inflación encontró un piso que le será difícil perforar por la inercia de precios en la Argentina y por la necesidad del Gobierno de seguir sincerando los precios relativos de la economía.
Para seguir mostrando una expectativa de inflación a la baja, el mayor objetivo del Ministerio de Economía, se decidió postergar la aplicación del impuesto a los combustibles y de una nueva suba de tarifas de los servicios públicos en mayo. Todo se pasó a este mes. Además, el Gobierno digitó los aumentos que las prepagas podían o no aplicar en el primer semestre, e hizo que las empresas de medicina privada recalcularan los que había aplicado en ese período, números que superaban al IPC calculado por el Indec. Por otra parte, la Justicia obligó a las firmas a devolver en doce meses lo “cobrado en exceso”.
Todos estos elementos ayudaron para que el Gobierno de Javier Milei pueda seguir mostrando una fuerte desaceleración del IPC oficial. A eso se suma, claro, la profundización de la recesión económica estimada tanto por los participantes del REM (3,8% a fin de año) en el país, como los organismos internacionales. El Banco Mundial, por caso, estimó una caída del PBI de 3,5%. Y también la contracción monetaria y el esquema cambiario, con un dólar yendo por debajo de los precios, otro de los puntos discutidos.
“Nosotros sí pensábamos que la inflación iba a bajar de la manera en que bajó, por eso nos mantuvimos con el crawling del 2%”, dijo con relación a ese debate el ministro de Economía, Luis Caputo, en su última aparición pública en ExpoEFI. “Tengan en cuenta además que logramos esta baja de la inflación sincerando un montón de precios relativos que estaban pisados”, agregó.
“Se logró algo realmente que es bastante único y es que logramos bajar la inflación bajando tasa”, completó además y recalcó entonces que llegó el final de esa licuadora de pesos. Fue en ese evento que había dejado entrever que la inflación que se conoció hoy estaría en torno al 4,5%.
En ese sentido, se esperaba ver cuál iba a ser el movimiento del BCRA luego de que el Indec revelara el dato de mayo que se conoció hace instantes. Es que a mediados de ese mes, cuando se conoció el IPC de abril (8,8%), la entidad que dirige Santiago Bausili optó por otro movimiento agresivo de baja de tasas de interés de referencia. Entonces, las dejó en un 40%. Para algunos expertos, esa decisión, entre otras, terminó gatillando los movimientos del dólar blue y las cotizaciones financieras en las últimas semanas.
Esos movimientos, no obstante, no habrían generado un traslado directo a precios, ya que las empresas no tienen margen para seguir perdiendo ventas con un consumo pinchado por los bajos niveles de los salarios. Sin embargo, según FIEL, la inflación núcleo marcó 2,9% en la primera semana de junio, 5,9% en las últimas cuatro y 287, 8% en los últimos 12 meses. “Esta semana rompió la tendencia de descenso de la inflación comparando primeras semanas”, señaló el informe de la Fundación difundido la semana pasada. Es probable que LCG haya captado ese aumento en su reporte para la segunda semana, que se conoció hoy y que estimó que en ese período de este mes cerró con una inflación de 1,5% en alimentos y bebidas.
La opinión de los expertos
“Entendemos que la notable desaceleración de la inflación se explica por el desplome de la demanda y por la apelación (nuevamente) al uso del ancla cambiaria como medida antiinlfacionaria”, indicaron desde la consultora LCG. “Seguimos sosteniendo que el verdadero test para ver si entramos en un nuevo régimen de inflación más baja deberá hacerse con la actividad económica repuntando y los salarios recortando algo de la caída de los últimos tiempos”, agregaron desde esa consultora privada.
“Sin ideas claras sobre el rumbo de la política monetaria y cambiaria, entendemos que la apuesta es a que la inflación caiga lo suficientemente rápido como para atenuar el ritmo de atraso que implica el crawl del 2%. A juzgar por la escasa acumulación de reservas del último mes y medio, el resultado parece no ser el esperado. Así, entendemos que esta situación obligará a administrar el tipo de cambio de una manera diferente a como se lo está haciendo ahora, implicando una dinámica desinflacionaria, aun convergente hacia la baja, pero más errática de lo que se piensa”, dijeron sobre el dólar.
Indicaron además que quedan pendientes ajustes de tarifas que fueron postergados a fin de garantizar este proceso acelerado de desinflación. ”Desde LCG esperamos un nivel de inflación más alto en junio, cercano al 6%, acelerando por impacto de regulados”, estimaron en LCG.
“El dato es bueno; es la mayor desaceleración desde febrero”, señaló Claudio Caprarulo, economista de Analytica. “Refuerza esa señal que la inflación núcleo haya sido inferior al 4%, un porcentaje que no se perforaba desde enero de 2022. Ahora bien, lejos está de poderse festejar”, agregó.
“Por un lado, porque sigue siendo un porcentaje elevado. Y en segundo lugar, porque el atraso en el precio del dólar, de las tarifas y cierto congelamiento en las prepagas son parte de la explicación. Algunas de esas variables ya el Gobierno anunció que volverán a aumentar a la par de la inflación, mientras el crawling peg del 2% mensual no luce sostenible”, completó el especialista.
“Probablemente, sin prepagas, la inflación núcleo esté en torno al 4%”, dijo Lorenzo Sigaut Gravina, de Equiliba. “El otro elemento clave fueron los regulados, que venían subiendo muy por arriba del nivel general. Bueno, por primera vez en el año, los regulados estuvieron por debajo”, explicó el experto.
“El desafío para el Gobierno después de esta baja tan fuerte y con factores muy pocos repetibles como el tema de prepagas, que es one shot, y con regulados que van a volverte a sumar, es que la inflación de junio no se acelere. En el margen ya vemos que no está bajando o, por lo menos, se estabiliza”, cerró.
“La inflación ha bajado muy fuertemente a lo largo del año”, señaló su colega Nuria Susmel, de FIEL. “El 4,2% es aún más bajo de las estimaciones. El punto es cuán sostenible es este número. Es probable que junio pegue un salto. La primera semana del mes registró un aumento semanal de 3,7% en la Ciudad de Buenos Aires debido a los aumentos de regulados, o sea, de electricidad, gas, peajes, salud, subte, lo que da cuenta de un aumento para ese mes. De todos modos, Alimentos y Bebidas no alcohólicas mostró un incremento muy bajo”, completó.
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