La inflación se aceleró en julio a 6,3% y pronostican que acumularía hasta un 25% en los próximos dos meses
El Indec difundió esta tarde el dato del mes pasado; luego del salto del dólar, comenzaron a llegar fuertes remarcaciones; el Gobierno negocia con varios sectores para contener el alza de los precios
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Más que nunca, el IPC de julio es una pintura prehistórica. El Indec informó que la suba de precios se aceleró y cerró en 6,3% el mes pasado. Pero, luego de las dos devaluaciones oficiales -la fiscal de fines de julio y el salto del dólar oficial -, economistas prevén que agosto y septiembre acumulen una inflación de hasta 25% en una dinámica de remarcaciones difícil de contener para un Gobierno derrotado en las internas y que busca llegar competitivo a octubre próximo.
El organismo estadístico que conduce Marco Lavagna calculó que en lo que va del año, la inflación acumula 60,2%, una variación que ya supera el objetivo que tenía el presupuesto enviado al Congreso por Sergio Massa para todo el año. En doce meses, la suba de los precios llega a 113,4%. Se trata del mayor número desde septiembre de 1991. El incremento de precios de junio había sido de 6%. El IPC de julio de la Ciudad de Buenos Aires había marcado 7,3% para julio.
La división de mayor aumento en el mes fue Comunicaciones (12,2%), debido a la suba de servicios de telefonía e internet. Le siguieron Recreación y Cultura (11,2%) –principalmente por los aumentos en los paquetes turísticos– y Bebidas alcohólicas y tabaco (9,0%). Los alimentos y bebidas aumentaron 5,8%. La inflación núcleo subió 6,5%.
El 24 de julio pasado, el Gobierno de Alberto Fernández y Cristina Kirchner decidió subir las alícuotas del Impuesto PAÍS de la mayoría de bienes y servicios importados, lo que en la práctica significó de una devaluación fiscal. Además, ofreció al campo un dólar agro de $340. Incluyeron al maíz. Ese tipo de cambio diferencial impactó en los precios de la cadena de valor, entre ellos el de la carne.
Ayer, sin reservas en el Banco Central (BCRA) –son negativas en más de US$10.000 millones-, esperando los giros del Fondo Monetario Internacional (FMI) este mes y luego de la sorpresiva victoria electoral de Javier Milei en las PASO, el Gobierno devaluó un 18%, fijó un tipo de cambio a $350 hasta las elecciones de octubre, subió fuertemente las tasas y amplió el cepo. El dólar paralelo, que había subido $100 en un mes antes de las elecciones, aumentó más de $100 en 48 horas.
Economía comenzó ayer una negociación con los supermercados y la industria alimenticia y amagó con cerrar las exportaciones de carne. Sin un acuerdo de precios con el consorcio de frigoríficos, “no habrá permisos de exportación”, amenazaron desde la oficina de Guillermo Michel, el hombre empoderado ahora por Massa para las tratativas con el sector privado en detrimento del secretario de Comercio, Matías Tombolini. Para sumar confusión total a la comunicación oficial, el secretario de Agricultura, Juan José Bahillo, negó luego que las ventas de carne al exterior estuvieran cerradas. “Estamos trabajando con Agricultura sobre los cortes prohibidos y dialogando con el sector”, dijeron luego en el equipo económico sobre el estado de situación y negaron las suspensiones de las exportaciones. El precio de la hacienda mostró un fuerte sacudón en las últimas horas en el mercado de Cañuelas. La carne tiene un peso muy significativo en el IPC.
Nuestra responsabilidad como funcionarios públicos es llevar certidumbre a los sectores productivos y tranquilidad a la gente.
— Juan José Bahillo (@JuanjoBahillo) August 15, 2023
Desde @Economia_Ar estamos negociando los precios de carnes para el mercado interno y no hay suspensiones a la exportación de carnes.
Golpe al bolsillo
El impacto de las devaluaciones será fuerte. Las remarcaciones en nuevas listas de precios comenzaron a llegar a supermercados, aunque en muchos casos no había precios para los diferentes productos (la mayoría de los importados) y muchos proveedores no querían vender su mercadería. Los comercios, en tanto, buscaron sobre estoquearse ante las expectativas de un aumento en el costo de reposición.
La consultora EcoGo envió ayer a sus clientes proyecciones de inflación para agosto de 13% y del mismo número para septiembre. Luego ajustó a un 11% para este mes con un septiembre por encima de ese primer 13%, todavía incierto. “Este mes lo veo en 11%, pero es proyección más que estimación, porque no están los datos de esta semana y la próxima. Venía para 8,5% en la previa a la devaluación. Septiembre, más entrado en dos dígitos imagino. Es imaginación, porque es el impacto de esta última devaluación y esto recién empieza”, dijo Gabriel Caamaño Gómez, director de la consultora Ledesma a este medio. “Entre los dos meses, un 25%, más o menos. Repartido”, proyectaron en la consultora LCG. Allí esperan que, en agosto, los precios suban un 14% y en septiembre, un 12%.
“Hay un escenario con el tipo de cambio anclado y otro en el que no para después de octubre”, analizó un importante economista. “Hoy el pass through es en dos meses; cuando se da en unos días estás en la híper”, alertó sobre el traslado de la devaluación a los precios.
En el Gobierno afirman, sin embargo, que el trabajo sobre la situación fiscal –la licuación del gasto, sumada a la recaudación por el nuevo impuesto PAIS a las importaciones–, la suba de tasas, y el ancla cambiaria –dólar oficial fijo a $350– hasta octubre “mejorará” la pelea contra la inflación. Y que el traslado será bajo, porque muchas cosas estaban valuadas ya al dólar financiero. Indicaron que no aceptarán listas de las empresas con sugerencias para Precios Justos, sino que habrá recomendaciones oficiales (además, propondrían incentivos, como bajas de impuestos e instrumentos financieros) con base al estudio de la rentabilidad y los costos empresarios.
La devaluación pondrá presión además sobre otros precios de la economía, como las tarifas y los combustibles, admiten en el Gobierno.
El Ministerio de Economía creó una unidad especial encabezada por Guillermo Michel, director de Aduana, que deberá negociar los acuerdos de precios. Michel estará secundado por Tombolini, Gabriel Rubinstein (viceministro de Economía) y Carlos Castagneto, titular de la AFIP.
Según los números de la Secretaría de Política Económica, de acuerdo con la evolución de los Márgenes Empresariales Brutos (MEB), a partir de los datos del IPC del Indec, “en los últimos años y meses, la suba de los Márgenes Empresariales Brutos ha sido muy marcada, pasando en el total del IPC de valores del 25% en 2017 a más del 46% en los meses de abril a junio de 2023″. Vale aclarar que esta suba se da en tiempos de brecha cambiaria y expectativa de devaluación por las políticas oficiales.
La opinión de los expertos
“Se venía desacelerando, pero ya en la última semana de julio vimos una reversión, y comenzó a repuntar. Ahora estamos en otro nivel [de inflación]. Agosto puede ser cualquier número. El dato de hoy no le importa a nadie. Es viejo y no dice nada respecto de lo que va a pasar”, dijo la economista de FIEL Nuria Susmel.
“En julio, se ve una leve aceleración”, dijo Lorenzo Sigaut Gravina, de Equilibra. “Lo más interesante se verá en agosto y septiembre, por la fuerte devaluación de los tipos de cambio financieros y el oficial. La suba va a estar distribuida en esos dos meses. Antes veíamos un 8% en agosto. Hoy está entre 10% y 12% y dependerá de si el Gobierno aumenta o no la nafta. Septiembre lo veíamos en 7% y ahora estará por lo menos entre 9% y 10%. Vemos un piso de 22% para el bimestre, que dependerá de qué use el Gobierno de ancla en las elecciones”, agregó el experto.
“Sorprende el dato del Indec por lo bajo en julio”, dijo Camilo Tiscornia, y puso la lupa en los datos de transporte, educación y el precio de los autos, entre otras diferencias que aparecen entre los indicadores de la Ciudad de Buenos Aires y el GBA. “Julio quedó en el pasado. Agosto viene complicado por la disparada del blue y el precio de la carne, y ya se ve el impacto de la suba del tipo de cambio oficial”, agregó el director de C&T Asesores Económicos ante la consulta de este medio.
“Para agosto esperamos una fuerte aceleración. La suba de impuestos al dólar a fines de julio implicó una aceleración en los primeros días del mes que se vio reflejada en alimentos y bebidas no alcohólicas”, dijo el economista de la Fundación Libertad y Progreso Lautaro Moschet. “Con la devaluación de 22% al tipo de cambio oficial mayorista, comenzó una nueva dinámica en la evolución de los precios, marcando un nuevo impulso. Como si fuera poco, el aumento de regulados también presionará a la inflación de agosto. Esperamos que el próximo dato se ubique en torno al 9,3%”, dijo.
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