La industria es parte de la solución, no del problema
–¿Por qué faltan dólares en la Argentina?
–Quizá sea mejor invertir la pregunta: ¿por qué el país no logra generar los suficientes dólares que necesita para financiar su producción y desarrollarse? Hace años que la Argentina no tiene política industrial integral. Tenerla significa trabajar en una agenda que, en contextos como el actual, es más importante que nunca: promover las exportaciones, la internacionalización de las empresas y la tecnificación. El país cuenta con menos de 10.000 empresas exportadoras, mientras que hace 10 años tenía más de 14.000. Si bien en investigación y desarrollo supera el promedio de la región, la promoción de la innovación no se puede relegar: las últimas estadísticas muestran que la inversión en I+D pasó en los últimos años del 0,61% del PBI al 0,53%.
–¿Esta agenda se potencia con mayor o menor apertura?
–La integración con el mundo no es un fin en sí mismo, sino que es un medio. Es el vehículo para generar mayor valor, crear más y mejor empleo, y acceder a una mayor variedad de bienes y servicios. Un punto central que a veces se pierde de vista es que los países más pequeños suelen ser los más abiertos, mientras que los más grandes son más cerrados. Por ejemplo, entre los 30 países del mundo que tienen un PBI per cápita superior a los US$15.000 y cuentan con una población por encima de los 40 millones la Argentina estaba en la mitad de la tabla en términos de apertura en 2010. Muchos países grandes implementan múltiples medidas no arancelarias para favorecer su producción y otorgan incentivos directos para fomentar determinados sectores productivos. Todo esto debe estar presente en las relaciones internacionales. Porque a veces no es que nosotros no busquemos negociar, sino que muchos países a los cuales podríamos venderles no se quieren abrir a competir con nosotros. Lo que necesitamos es tanto cuantitativo como cualitativo: exportar más e importar mejor.
–¿Cuál tiene que ser el rol de la industria en la inserción del país?
–La industria es parte de la solución y no del problema recurrente como el que tenemos en la actualidad. La industria a nivel global es el principal motor de las inversiones en I+D, conectada cada vez más en tramas productivas con los recursos naturales y los servicios. Es una mirada sectorial transversal que incluye toda la agenda de industria 4.0. Si queremos estar en la liga de países desarrollados, tenemos que tener una política industrial integral, activa y de largo plazo. Lo urgente no puede postergar lo importante. Por eso creo que cualquier medida, como el esquema actual de retenciones y reintegros a las exportaciones, tiene que tener esa mirada. De lo contrario, las crisis cambiarias periódicas seguirán siendo la norma en lugar de la excepción para nuestra economía.
El autor es director ejecutivo y economista jefe Unión Industrial Argentina (UIA)