La industria del azúcar se pone a dieta en Brasil
El impacto del cierre de plantas y una menor inversión se sentirá en los precios globales
La industria del azúcar en Brasil está reduciendo su tamaño y los productores esperan que este cambio termine con el exceso de producción que ya lleva años y ha deprimido los precios.
La sobreabundancia de azúcar ha llevado a los procesadores a cerrar decenas de fábricas y a algunos agricultores a invertir menos en sus cultivos. Las medidas ponen de manifiesto la economía desesperada de la industria nacional del azúcar tras una expansión poco fortuita.
El efecto de los recortes en Brasil, que es el mayor productor mundial del commodity y representa más de 40% de las exportaciones, aún no se ve reflejado en el mercado mundial, donde los precios se ubican cerca de mínimos de más de seis meses. No obstante, muchos analistas prevén que el impacto se sienta el año próximo.
Algunos analistas proyectan que la producción global será menor a la demanda en la temporada que culmina en septiembre de 2015, lo que pondría fin a cuatro años de exceso de oferta. Rabobank pronostica un déficit de 2,5 millones de toneladas, que sería el primero desde 2010. Por su parte, la Organización Internacional del Azúcar (OIA) prevé que se registre el menor superávit desde ese año.
Es poco probable que el panorama mejore a corto plazo. A nivel global, se prevé que la demanda de azúcar aumente 1,7% este año, según la OIA. La entidad proyecta que la producción global superará la demanda por cuarto año consecutivo cuando termine la temporada el 30 de septiembre. En tanto, los futuros han caído cerca de 5% este año.
"Estamos frente a una cosecha reducida y precios reducidos", dice Michael McDougall, vicepresidente sénior y director de la oficina brasileña de la corredora Newedge, con sede en Nueva York. "Eso equivale a un desastre".
La caída de los precios del azúcar es otro problema para la atribulada economía brasileña, que cayó en recesión en el último trimestre. El ministro de Hacienda, Guido Mantega, afirmó el viernes que el descenso de los commodities estaba afectado a economías en toda América Latina.
Otro factor que limita la producción de azúcar es que los rendimientos de la caña se han visto afectados debido a la peor sequía en décadas durante un período de cultivo clave este año. La principal región azucarera, en el centro-sur del país, obtendría una cosecha de 545,9 millones de toneladas este año, frente a 597,1 millones el año pasado, indicó Unica, la asociación de la industria brasileña de la caña de azúcar. Su estimación es 9% menor que la previsión del gobierno para esta temporada.
Ante la caída de precios, menos ingenios han estado procesando caña para producir azúcar y etanol esta temporada que en los últimos seis años, dice Plinio Nastari, presidente de la consultora Datagro, de São Paulo.
Desde 2009, 44 ingenios de azúcar han sido cerrados, según Unica. Nastari estimó que 377 operarían este año. Unica sostiene que unas 400 operaron el año pasado.
En tanto, los proveedores de caña de azúcar "están ocupándose menos de sus campos", señala Luiz Gustavo Figueiredo, director comercial de Alta Mogiana SA, un procesador de caña con sede en el noreste del estado São Paulo, que depende de cultivadores externos para conseguir cerca de 25% de su suministro.
Los precios actuales del azúcar están por debajo del costo de producción, que según estima Figueiredo es de 1.000 reales (US$447)por tonelada, o unos 21 centavos de dólar por libra, incluido el transporte a los puertos de Brasil. El contrato de azúcar sin refinar para octubre cerró el jueves a 15,13 centavos por libra en el ICE Futures U.S.
El mercado de futuros está dando señales de que los precios podrían subir pronto. El contrato para marzo de 2015 es unos dos centavos más caro que el de octubre de este año, una brecha récord para esos dos futuros, lo que indica que los inversionistas prevén precios más altos para la próxima cosecha. La diferencia asciende a US$2.240 por contrato de 112.000 libras. Los productores de azúcar y las empresas de alimentos usan ese tipo de futuros para protegerse de la volatilidad del mercado.
"Habrá menos azúcar disponible para el mercado internacional", afirma Arnaldo Luiz Corrêa, un director de Archer Consulting, en Santos. "Eso debería causar un aumento de los precios".
Sin embargo, los intentos de Brasil por sostener los precios del azúcar podrían quedar sin efecto por la acción de otros proveedores. Tailandia, el segundo mayor exportador de azúcar, podría incrementar sus envíos ante la menor amenaza de problemas climáticos a causa de un El Niño más débil, y un débil crecimiento económico. "La gente se apresurará a vender lo que pueda para obtener dinero", dice Corrêa.
La cantidad de apuestas realizadas por inversionistas a una caída de los precios del azúcar sin refinar está cerca de un máximo de siete meses. Éstas se centran principalmente en el corto plazo, pero los inversionistas están comenzando a prestarle atención al balance de oferta y demanda para el año próximo.
Kevin Kerr, presidente de Kerr Commodity Watch, un operador independiente, cuenta que a mediados de agosto compró opciones que apuestan al alza para el contrato de azúcar sin refinar de marzo. Las opciones le permiten comprar futuros a un precio favorable en caso de que su valor siga subiendo. "No nos interesa el corretaje a corto plazo. Claramente tenemos mucho azúcar ahora", sostiene.
Algunos procesadores como Alta Mogiana están complementando sus ingresos con otros productos, como electricidad gene-rada al quemar caña usada. Su demanda es fuerte debido a que Brasil, que depende de la energía hidráulica, sufre una sequía.
Los procesadores brasileños suelen cultivar parte de la caña que usan y el resto se lo compran a productores independientes. Para ahorrar, algunos agricultores no están plantando caña nueva.
La política energética brasileña es otro factor que desalienta a los procesadores a elevar la producción, ya que usan cerca de la mitad de su caña para producir etanol. La petrolera estatal Petróleo Brasileiro SA subsidia la gasolina, lo que obliga a los productores de etanol a bajar los precios.