La incertidumbre en torno a Grecia golpea los mercados
LONDRES—Los inversionistas vapulearon a las bolsas europeas, se desprendieron de los bonos soberanos de España e Italia y provocaron una caída en la cotización del euro frente al dólar el lunes, luego de que el colapso de las negociaciones para formar un gobierno de coalición en Grecia dejaran al país más cerca de abandonar la zona euro.
La resuelta reacción del mercado también asestó un duro golpe a las esperanzas de que el daño causado por una salida griega del euro, en caso de ocurrir, pudiera ser cómodamente contenida.
La ola de ventas en el mercado no dejó títere con cabeza. La Bolsa de Atenas descendió a su menor nivel en dos décadas. Los rendimientos de los bonos españoles saltaron a niveles que no se habían visto desde noviembre pasado. La acción del banco español Bankia se derrumbó 8,9% en la Bolsa de Madrid, arrastrando al IBEX 35, índice de referencia, que cerró con una baja de 2,7%. El mercado italiano también retrocedió 2,7% y el euro descendió a US$1,2845 el lunes en la noche en Londres, su menor nivel en cuatro meses.
El lunes, igualmente, la agencia estadounidense Moody’s Investors Service redujo la calificación de 26 bancos italianos.
Durante gran parte de los últimos dos años, los líderes europeos insistieron en que una salida de la zona euro sería inconcebible.
En las últimas semanas y meses, sin embargo, el tono ha cambiado para reconocer tal posibilidad. Patrick Honohan, presidente del banco central de Irlanda, dijo el sábado en una conferencia que el divorcio griego no tiene que ser "fatal" para la unión monetaria y que "técnicamente" sería manejable. El ministro de Finanzas holandés afirmó el lunes que "el riesgo de contagio sería mucho, mucho más pequeño que hace un año y medio".
No obstante, el ministro alemán de finanzas, Wolfgang Schäuble, manifestó el lunes que "el precio sería muy alto" si Grecia deja el euro, tanto para el país como para el bloque económico.
En realidad, los problemas de Grecia tienen lugar en un momento delicado para la unión monetaria. La política de restaurar la credibilidad de los mercados financieros y la competitividad internacional a través de un severo ajuste fiscal no parece rendir frutos.
La operación de blindaje que buscaba aislar al bloque del contagio de los problemas de los países más atribulados sigue siendo relativamente modesta. El vasto saneamiento de los rincones más afligidos del sistema bancario apenas comienza. El Banco Central Europeo parece estar llegando a los límites de su disposición a intervenir y ayudar, y su inyección de US$1,3 billones de euros (millones de millones) en el sistema financiero parece haber conseguido apenas unos meses de calma a un precio altísimo. "Estamos más o menos en un vacío", dice Jens Nordvig de Nomura